En una decisión histórica para Colombia, una esperanza para el mundo, el presidente Juan Manuel Santos y el máximo jefe de las FARC, “Timoleón Jiménez”, acordaron silenciar las armas para siempre después de más de 50 años de confrontación bélica. El cese bilateral empieza con la firma de la paz.
En La Habana, ante líderes mundiales, sectores políticos y víctimas de Colombia, Santos y “Jiménez” se dieron un nuevo apretón de manos, después de que Humberto de la Calle (por el Gobierno) e “Iván Márquez (por las FARC) sellaron el acuerdo.
“Como colombiano y Jefe de Estado defenderé la libertad de expresión de las Farc en su lucha política. Nos llegó la hora de vivir sin guerra, nos llegó la hora de vivir en paz”, aseguró el Presidente después de la lectura del acuerdo.
"Basta ya de la violencia y los delirios por ella. Este acuerdo no es una capitulación de la insurgencia, esto es el producto de un diálogo serio”, expresó “Timoleón Jiménez”.
Cese el fuego bilateral y definitivo
El acuerdo, el tercero de la agenda y el último de cinco por acordar, trata nada más y nada menos del cese el fuego bilateral y definitivo entre el Estado colombiano y la guerrilla de las FARC, que en más de cinco décadas ha dejado alrededor de 8 millones de víctimas.
Trata sobre la dejación de las armas de la organización guerrillera que en los 60 se convirtió en muchas regiones del país en la autoridad y único referente de miles de colombianos que crecieron en zonas apartadas con precaria presencia del Estado.
Trata sobre la concentración en 23 zonas veredales y 8 campamentos, de más de 8 mil guerrilleros, para que den el tránsito a la vida civil a través de los mecanismos de verificación en un plazo de 6 meses.
Además se refiere a las distintas medidas acordadas que garanticen la protección al movimiento social y político que nazca producto de la dejación de las armas de las FARC, la protección a todos los excombatientes, y también de los mecanismos de seguridad que garanticen el ejercicio de la política a todos los sectores del país.
A su vez, ambas partes alcanzaron el acuerdo sobre refrendación, el punto adicional de la agenda general para la terminación del conflicto y la construcción de un paz estable y duradera.
“El gobierno de Colombia y las FARC-EP (…) hemos convenido acoger como fórmula de convergencia la decisión que profiera la Corte Constitucional sobre los alcances del Proyecto de Ley Estatutaria No. 156 de 2015 Cámara, 94 de 2015 Senado, en el espíritu hasta ahora anunciado y en esa medida aceptamos el mecanismo de participación popular que la Corte indique y en los términos que ese alto tribunal señale”.
El particular hace referencia al mecanismo de plebiscito aprobado por el Congreso y que está sometido a evaluación por parte de la Corte Constitucional, instancia que lo avalará o propondrá otra figura de refrendación.
Ban Ki moon, secretario General de las Naciones Unidas, manifestó estar muy complacido por este acuerdo y si bien aclaró que faltan temas por definir es un paso cierto para parar la guerra en Colombia.
Raúl Castro, presidente de Cuba, felicitó a las partes por el importante paso, una esperanza para solucionar los conflictos armados que siguen vivos en muchas países del mundo.
La firma definitiva de la paz se hará en Colombia, como lo aclaró el presidente Santos, en un plazo corto. El fin del conflicto armado es un punto de partida, al terminar el conflicto con la guerrilla más antigua y grande, para luchar contra las bandas criminales y finalizar, también, en un acuerdo definitivo con el ELN, con quien se adelantan diálogos en Venezuela y Ecuador.