Resumen final - Semana por la Memoria
Calle 26
(Eje de la Paz y la Memoria Avenida Jorge Eliécer Gaitán), entre las carreras 15 y 17.
Del 5 al 10 de diciembre
(Eje de la Paz y la Memoria Avenida Jorge Eliécer Gaitán), entre las carreras 15 y 17.
Participa en las intervenciones artísticas desde el 2 de diciembre y en las Juntanzas y Conversas programadas.
Te esperamos en la gran marcha ‘Iluminemos la Memoria’ del 7 de diciembre.
Así vivimos la Semana Por La Memoria - Marcia Cabrera
Así vivimos la Semana Por La Memoria - Graciela Mejía
Así vivimos la Semana Por La Memoria - Enosh Arias
Así vivimos la Semana por la Memoria - Jhoan Sentipensante
Así se vivió la semana por la Memoria - Fogo Circus
La Semana por la Memoria, luego de seis días de intensa agenda, dejó conversas, juntanzas, música y momentos que nadie olvidará. Porque para eso es la memoria: para habitarla por siempre, para transformar el devenir.
Recorrer y contar la memoria —una y muchas veces— porque la memoria es un camino. Un camino del pasado pero, ante todo, de lo que está por venir; un camino que recorre la espiral del tiempo, en la cosmogonía de los pueblos indígenas, y que atraviesa calles, veredas, ríos y selva. La Caravana por la Memoria, recorrido propuesto en la jornada final de la Semana por la Memoria organizada por el Centro Nacional de Memoria Histórica (Cnmh), partió de la Plaza de Bolívar, en el corazón de Bogotá.
Las historias de esa Colombia sembrada de dolores y de dignidad; las que no se han escuchado y que abarcan miles de páginas escritas, cientos de libros, horas de documentales, fotografías, ilustraciones, murales, canciones, tejidos
La esquina donde Nicolás Neira fue impactado por una cápsula de gas lacrimógeno disparada por un agente del ESMAD; la iglesia destruida por cilindros bomba, con una multitud que se resguardaba adentro durante enfrentamientos entre paramilitares y guerrilleros, o el último lugar donde llegaron con vida las personas desaparecidas durante la retoma del Palacio de Justicia.
Cientos de personas con faroles encendidos acompañaron a las víctimas del conflicto armado en la marcha Iluminemos la memoria, por la Avenida Jorge Eliécer Gaitán de Bogotá, dentro de las actividades de la Semana por la Memoria.
Esta es una tarde las velitas especial. Estamos protagonizando un ritual, por supuesto. Porque los seres humanos necesitamos de rituales colectivos que nos den sentido de pertenencia y que, ante todo, nos hagan sentir que no estamos solas, que somos COMUNIDAD. Y somos COMUNIDAD. Una comunidad diversa y plural, cada una y cada uno con sus dolores, cada una y cada un con sus anhelos, pero todas y todos atravesadas y atravesados por las mismas violencias.
Si un verbo es acción, el arte deberá ser conjugado. Resiste, construye, reivindica, limpia y abre caminos. El arte es acción en el pecho de Mary Garcés, con su delantal negro y las lentejuelas pegadas que ella misma ha cosido, y que dejan leer las palabras ‘Costurero de memoria’, un colectivo bogotano dedicado desde 2013 a tejer y bordar al que llamaron «Kilómetros de vida y de memoria», por ese trecho infinito y cuesta arriba que les ha tocado andar a las víctimas de Colombia.
Todo empezó un poco antes, pero el punto de inflexión fue el 9 de septiembre de 2020. En plena pandemia del covid, Bogotá y Colombia despertaron con la noticia del asesinato, a manos de policías, de Javier Ordóñez, un abogado que hasta su último aliento reclamó su derecho a vivir: “¡Ya, por favor! ¡Ya no más!”.
Las memorias colectivas sobre las violencias que atraviesan a Colombia son cimientos para la construcción de paz y democracia. Esas memorias han sido construidas, preservadas y defendidas, ante todo, por las víctimas, organizaciones, pueblos y comunidades que han resistido al conflicto armado y a otras formas de violencia.