Ishtana resiste:
voces del pueblo Barí

Cuentan los mayores Barí que un día vino Sabaseba, ordenador del mundo y primer maestro de la naturaleza, y viendo el caos y oscuridad que había en la tierra decidió trabajar pacientemente para ordenarla y dar vida al pueblo que hoy habita el Catatumbo, en un vasto territorio al norte del departamento de Norte de Santander que cruza la frontera de Colombia con Venezuela.

Herederos de la sabiduría y persistencia de sus ancestros, las mujeres y hombres Barí han resistido los más largos tiempos de oscuridad. En sus memorias permanecen vívidas las violencias del pasado y las del presente: las expediciones de la conquista española, los desmanes de la explotación petrolera en su territorio ancestral, así como los daños producidos por el conflicto armado interno.

Asentados en 25 comunidades en 122.200 hectáreas de los municipios de El Carmen, Convención, Teorama, El Tarra y Tibú, hombres y mujeres Barí nos narran sus historias de vida, de resistencia y de dignidad.

Foto de cancion Bari
Niña Barí. Foto por Camilo Ara para el CNMH.

Canto al cazador


Esto no es trabajo mío,
Es de ustedes hermanos míos,
El hacer arcos y flechas para que apunten
Al ave que es de comer.

Y no apuntar bien y fallar, hermano,
Aunque usted ayuda
A hacer el oficio de cortar y sacar el fique,
A nosotras como mujeres,
De tanto tejer fique,
Nos duele la muñeca de la mano.

Lo mismo pasa en la cacería,
Con ustedes hermanos míos.

Voz: Abocuaigdara Baschicora
Traducción: Asaybibina Chimana
Redacción: Acucuara Bashuna

La llegada de
Teida Yado Bari

Escuche esta pieza radial sobre el misionero Bruce Olson, o Teida Yado, y su llegada al territorio Barí.

Bruce Olson, un misionero cristiano de Minnesota, Estados Unidos, llegó en el año 1959 al territorio de los Barí. Una flecha por poco acaba con su vida, pero lo que no sabía era que en adelante estaría para siempre ligado a esta comunidad. Pieza realizada por el grupo Ishtana Joven, reminiscencias y esperanzas. Componente de comunicaciones del proyecto Catatumbo: memorias de vida y dignidad.

El bohío: la casa comunal

Bohío Barí, comunidad Bridicaira. Foto por Camilo Ara para el CNMH.

El bohío o casa comunal es un lugar sagrado para los Barí, pues es un sitio de conocimiento y de presencia de los espíritus que les permite tener un vínculo con sus ancestros. Aunque la gran mayoría de bohíos han desaparecido, estos siguen vivos en la memoria de los mayores. Algunos de ellos son recordados y añorados por los lagos y quebradas que tenían cerca, que albergaban gran variedad de peces y tenían aguas mansas. Otros porque allí se practicaban distintos tipos de canto y contaban con numerosos competidores en las maratones, y en la competencia de duración de tiempo sumergido en el agua.

En algunos se obtenían tintas sustraídas de la naturaleza; se elaboraban artesanías, como faldas, canastos, esteras, guayucos, sombreros de lukua, vasijas de tierra, arcos, flechas y chinchorros, además de instrumentos musicales. En otros se practicaba con ahínco para las competencias del Festival del Canto y la Flecha o para salir a cazar.

Otros bohíos son recordados por la importancia de sus caciques o por el significativo número de habitantes que albergaban. Algunos más se destacaban por la práctica espiritual, pues había varios ancianos que transmitían su sabiduría para seguir manteniendo el contacto con los Barí de ojos limpios, seres que le dan fuerza espiritual al pueblo Barí, y que son los guardianes de la selva y los amos de los ríos.

Cacique Miguel pescando. Foto por Camilo Ara para el CNMH.

La Ishtana:
sus mundos y sus coloridos

De acuerdo al pensamiento Barí, tanto debajo como encima de la Ishtana, la tierra, existen siete mundos diferentes, que son habitados por distintos seres. Hacia abajo existen mundos en el agua, en las cuevas, en medio de la tierra. Hacia arriba existen varios cielos. En ellos habitan gentes con forma de animal, los Barí pequeños, los espíritus protectores, los Barí transformados en pájaros amarillos, los muertos que esperan a sus parientes, los enviados por Sabaseba para instruir a los Barí, la luna, el arco iris, los relámpagos, el rey samuro, las personas convertidas en aves, las personas convertidas en monos, y finalmente, en el cielo más alto de todos los que existen, es donde vive Sabaseba y su familia, Yãdou y su familia, y Yãbobikorai, sus dos acompañantes.

Relato de caciques del resguardo Motilón Barí sobre la ordenación del mundo.

— Galería
fotográfica