1. Estando los niños y niñas en silencio, se da paso a la voz del Guardián de las Memorias. Cuando reproduzcamos el audio sonará un timbre de teléfono y haremos el ademán o la mímica que vamos a contestar (con el objeto que elegimos en el encuentro pasado), pero antes de contestar les preguntaremos a los participantes ¿Quién creen que es? Cuando ellos y ellas digan que puede ser el Guardián de las Memorias, les preguntaremos ¿Y para qué creen que nos está llamando? Les daremos tiempo (Aproximadamente un minuto) para que intenten adivinar.
2. Luego podemos intervenir tomando como referencia el siguiente ejemplo: - Niños y niñas, ya escucharon. ¡Vamos a buscar el tesoro! Se me estaba ocurriendo que podemos empezar por las tarjetas de preguntas que les di en nuestro primer encuentro para que respondieran en la casa. Esa es una parte de la primera pista. Saquémoslas y veamos qué nos tienen que decir.
3. Conversaremos por diez minutos sobre lo que los niños y niñas escribieron como tarea en sus casas (se escucharán dos niños o niñas diferentes por cada pregunta). Simultáneamente iremos anotando los aspectos más importantes, las recurrencias o diferencias en un cartel a la vista de todos los participantes (en lo posible con diferentes colores) para finalmente cerrar el momento haciendo una síntesis sobre los hallazgos con los niños y niñas.
4. Posteriormente dialogaremos con los niños y niñas con respecto a la historia que más recuerdan (la que escribieron en el cuaderno como tarea) y basándonos en los relatos haremos una reflexión relacionada con la tradición oral, las generaciones, las historias y la memoria, planteando cómo esas historias y memorias pueden convertirnos en seres únicos y nos pueden llevar a entender las situaciones, las personas, las cosas de manera diferente, así mismo, podemos indicar cómo esas historias pueden haberlas vivido varias personas y, pese a ello, cada una las cuenta y valora de manera distinta, es por eso que es importante darnos la posibilidad de escuchar las experiencias y emociones que otros(as) pueden tener frente a una misma situación. Se pueden plantear preguntas como las siguientes para aportar a la reflexión anterior:
¿Quiénes pueden recordar las historias?
¿Por qué?
¿Todos las recordarán?
¿Para todos y todas esas historias son igual de importantes? ¿Por qué?
Concluiremos la reflexión dando a conocer la importancia de recordar historias y lo que de ellas podemos aprender para nuestra vida y para la convivencia con otros.
En toda esta travesía son muy importantes y recurrentes los momentos rituales y es clave que nos apropiemos de ellos y se los hagamos vivir a los niños y niñas con emoción, de forma explícita y seria, para recargar de significado cada uno de los hitos y pasajes de la exploración que hemos emprendido.
5. Después invitaremos al grupo a sentarse en el suelo conformando un círculo y en el centro del mismo colocaremos una vela encendida. Entonces, podemos intervenir tomando el siguiente ejemplo:
- Ya conseguimos una herramienta que nos ayudará en la travesía, pero antes de entregársela, vamos a recargarnos de la energía del Rey Sol para que nos conceda sabiduría y valentía para afrontar los retos que siguen.
Les pediremos a los niños y niñas que se tomen de las manos y elegiremos a uno para que acerque su mano al fuego (sin quemarse) y metafóricamente guarde la energía en su mano para luego pasarla a uno de sus compañeros por medio de un apretón de manos y este a su vez a otro. Así sucesivamente hasta que todos hayan recibido la energía del Rey Sol.