Dediquémonos a mostrarles a los niños y niñas que la travesía de explorar el interior de sí mismos es tan emocionante e interesante como explorar un lugar remoto. Para ello nos valdremos de la instalación de un juego de pistas o carrera de observación que conduzca a los participantes a recorrer distintas estaciones, mientras transitan por sus propias emociones, sentimientos y significados más importantes, preparemos entonces los lugares donde estará cada estación y elaboremos pistas misteriosas para que los niños y niñas las resuelvan.
1. Conformaremos de dos a tres (depende del número de aprendices de exploración que participen en el encuentro) subgrupos de niños y niñas con igual número de participantes.
2. Le explicaremos a los niños y niñas que el juego consiste en seis pruebas en las que se recorrerá un lugar muy, muy cercano.
3. Cada 30 minutos los subgrupos irán superando las pruebas, esto a fin de que los subgrupos puedan rotar simultáneamente y que todos tengan la oportunidad de desarrollar los distintos retos.
4. A medida que van superando cada prueba le entregaremos al subgrupo una pista (que les lleva a descubrir dónde es el lugar del siguiente reto) y una pieza de rompecabezas en un sobre. Al final habremos entregado 5 pistas y 18 piezas de rompecabezas (esto en el caso de que conformemos tres subgrupos).
5. En cada una de las pruebas los niños y niñas deberán plantear una pregunta distinta respecto al tema abordado en cada actividad, las cuales anotaran en su cuaderno de la memoria una vez finalice cada reto, para que se las realicen con posterioridad a otros niños y niñas (en su casa, en el colegio, a sus vecinos o amigos).
6. Por cada subgrupo les entregaremos una regla mágica y un dibujo misterioso y le pediremos a cada subgrupo que encuentre uno de los siguientes seres marinos (en caso de que la imagen sea el mundo marino, si es otra les propondremos otros objetos por identificar):
a) Un pez martillo
b) Un cangrejo
c) Un caballito de mar rosado.
Para mostrarles cómo funciona les mostraremos la llave que está pegada al baúl de la imagen. Para ello introduciremos la regla mágica en el sobre – dibujo misterioso - (entre el acetato y la cartulina negra) y la deslizaremos hasta llegar al punto donde se ve la llave. Les pediremos a todos los participantes que observen para que entiendan la dinámica de la actividad
Cuando hayan encontrado las tres imágenes se le entregará la primera pista (escrita y dentro de un sobre) a un niño o niña quien la leerá en voz alta para todo el grupo, la pista dará información para que los niños y niñas se dirijan el espacio (sin mencionarlo) del próximo reto.
7. Descubramos en que consisten los retos:
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a. Mi cuerpo y mis emociones
En esta actividad pondremos a los niños y niñas a reflexionar a través de sus cuerpos. Le entregaremos un pliego de papel kraft y un marcador a cada participante para que pinte su silueta con la ayuda de sus compañeros. Cuando todos tengan su silueta pintada les pediremos que ubiquen gráficamente dentro de la silueta (por medio de un símbolo o palabra) el lugar del cuerpo donde sienten el amor, la tristeza, el enojo, la felicidad, el miedo, el odio, la confianza y la tranquilidad. Paralelamente propiciaremos un espacio para los niños y niñas voluntariamente conversen acerca de éstas emociones, el por qué las ubican en un lugar determinado y en qué circunstancias las sienten, intentando explorar las emociones que experimentan los niños y niñas en las diferentes situaciones de la vida cotidiana. Luego les invitaremos a que roten las siluetas de los cuerpos dándosela al compañero o compañera de la derecha, para que él o ella puedan escribir, de una manera cariñosa y cuidadosa, qué es lo que más le agrada del otro o de la otra y su nombre. Luego intervenimos nosotros preguntando:
I. ¿Qué hay en las siluetas que hemos dibujado?
II. ¿Es importante lo que hay en ellas? ¿Por qué?
III. ¿Cuáles de las emociones creen que nos pueden ayudar en este viaje?
IV. ¿Habrá algún tesoro en lo que dibujamos?
V. ¿Sobre qué conversamos en esta actividad?
VI. Si tuvieran que explorar con otros niños o niñas de su edad este tema ¿qué les preguntarían?
VII. ¿A cuáles de sus amigos y amigas les preguntarían?
La idea de las preguntas I y II es ir llevando al grupo a comprender que su mundo interior es un tesoro.
Luego invitaremos a los niños y niñas a que titulen la segunda mitad de sus cuadernos con la sección: “Aprendamos de nuestros amigos y amigas”, y a que lo decoren en sus casas.
Cuando tengan claras las respuestas de las demás preguntas, les pediremos que escriban la respuesta del numeral IV en esa nueva sección de sus cuadernos de la memoria.
Al terminar la prueba y habiendo transcurrido 30 minutos de la prueba le entregaremos al grupo la pista para el siguiente reto, así como una pieza de rompecabezas al líder de cada uno de los subgrupos conformados inicialmente.
b. Mis objetos y mis seres más importantes
¡Ojo! En esta actividad más que prestar atención a los objetos y familiares, intentaremos rastrear los sentidos y significados que los niños y niñas le dan a diferentes aspectos de su mundo, mediante su narración. Por eso será importante que a la vez que los niños y niñas están dibujando, nosotros vayamos haciendo preguntas para que ellos y ellas nos cuenten sobre sus vivencias.
Entregaremos un friso y un plumón a cada niño y niña para que pinte por cada hoja:
- El objeto de él o ella que más quiere.
- El objeto de su casa que le parezca más importante y significativo.
- El ser de la naturaleza (una planta, un animal, un río…) con que él o ella más se identifique.
- La comida que más le gusta.
- El juego que más le divierte.
- La persona o personas que más lo o la quieren y valoran.
- La persona a la que más admira.
A medida que los niños y niñas van dibujando les indicaremos que al respaldo de cada hoja escriban por qué dibujaron esos objetos, esos seres o personas, por qué les parecen los más importantes, en que momentos les gusta tener o compartir con esos seres o personas y por qué el ser de la naturaleza que escogieron se identifica con ellos y ellas.
Después les pediremos que roten su friso dándoselo al compañero o compañera de la izquierda para que se lo lleve a su casa cuidadosamente y observándolo responda en la primera parte de su cuaderno de la memoria las siguientes preguntas
- ¿Qué es lo que más te interesó o llamó la atención del friso de tu compañero o compañera?
- ¿Encontraste un dibujo igual al tuyo (la misma comida, el mismo juguete, la misma persona)? ¿Cuál fue?
Luego conversaremos con ellos y ellas a partir de las siguientes preguntas:
- ¿Sobre qué conversamos en esta actividad?
- Si tuvieran que explorar con otros niños o niñas de su edad este tema ¿qué les preguntarían?
Cuando tengan clara la respuesta a la pregunta II, les pediremos que la escriban en la sección: “Aprendamos de nuestros amigos y amigas” de sus cuadernos.
Al terminar la prueba le entregaremos al grupo la pista para el siguiente reto, así como una pieza de rompecabezas (o más de acuerdo con el número de subgrupos) al líder de cada uno de los subgrupos conformados inicialmente.
c. Mi familia
Les vamos a repartir ½ octavo de cartón paja y un paquete de plastilina a cada niño y niña participante para que cada uno moldee una escultura en la que esté incluida su familia y ellos mismos. La idea es que representen integrantes de la familia que viven o no con ellos y que se posibilite un espacio de dialogo alrededor de las relaciones y vínculos que los niños y niñas sostienen con sus familiares y de las representaciones que tienen sobre sobre su familia. En este ejercicio es posible que los niños y niñas pertenezcan a familias extensas o reconstituidas que les demande mayor tiempo para moldearlas, en tal caso podemos indicarles que moldeen las personas de su familia más cercanas a ellos y ellas.
Mientras van moldeando a su familia propiciaremos un dialogo colectivo alrededor de las siguientes preguntas, aclarando previamente que cada quien tiene libertad de participar y de compartir sus ideas:
o ¿Cuántos integrantes tiene tu familia?
o ¿Cómo son las personas que conforman tu familia?
o ¿Cuál es tu relación con cada uno de los integrantes?
o ¿Quién es la persona que más te quiere?
o ¿Cuál es la persona que más quieres?
o ¿Cuál es la persona de tu familia que más te hace enojar?
En caso de que los niños y niñas pertenezcan a familias reconstituidas les pediremos que elaboren la escultura con aquellas personas de su familia que consideren más importantes. Sin embargo le preguntaremos al niño o niña acerca de todos los integrantes de su familia que no haya moldeado.
Posteriormente les pediremos a los niños y niñas que uno por uno socialicen con todo el grupo su escultura e invitaremos a que todos le planteen preguntas a quien esté exponiendo, con relación a su familia, a los integrantes, a las relaciones con ellos y entre ellos…
Luego intervenimos nosotros preguntando:
o ¿Sobre qué conversamos en esta actividad?
o Si tuvieran que explorar con otros niños o niñas de su edad este tema ¿qué les preguntarían?
Cuando tengan clara la respuesta a la pregunta II, les pediremos que la escriban en la sección: “Aprendamos de nuestros amigos y amigas” de sus cuadernos.
Al terminar la prueba le entregaremos al grupo la pista para el siguiente reto, así como una pieza de rompecabezas a uno de los integrantes de los subgrupos conformados inicialmente.
d. Retratos de y con los otros y otras
Para esta prueba empezaremos con un ejercicio de contrastes que les ayude a los niños y niñas generar relaciones diferentes con sus cuerpos y con sus compañeros, debido a que en esta estación representarán imágenes de manera colectiva. El trabajo corporal consistirá en que invitemos a los niños y niñas a caminar lento, rápido, en una altura alta, baja, siendo pesados, siendo livianos, etc…
La idea también es empezar a explorar el manejo de algunas nociones básicas en el lenguaje teatral: dirección (sentido en el que fijan la cabeza y la mirada al momento de congelar el movimiento), altura del cuerpo).
Después les contaremos que el reto de esta estación consiste en retratar situaciones que hayan vivido y que sean muy comunes en su relación con algunas personas adultas (padres, madres, profesores, rector del colegio, líder de la comunidad, sacerdote, el soldado, el policía) con el propósito de conocer las percepciones que tienen los niños y niñas sobre ellas. Vamos a llevar a los niños y niñas a imaginar colectivamente cómo sería una foto que represente dicha situación. Cuando la hayan pensado, en los subgrupos, deben personificar tal situación de la manera como se la imaginaron para tomarle una foto en la que deben estar todos/as los/as participantes. Les tomaremos la foto con la cámara (de un celular o fotográfica) y luego les presentaremos la imagen y con base en ella les preguntaremos:
o ¿La foto corresponde o no al modo en que se la imaginaron? ¿Por qué?
o ¿Qué quisieron representar?
o ¿Qué tan común suceden estas situaciones?
o ¿Cómo se sienten cuando estas ocurren?
o ¿Cómo es la persona con la que vivieron esa situación?
o ¿Cómo solucionan estas situaciones cuando se presentan?
o Si pudieran cambiar la imagen ¿Cómo la cambiarían?
Si nos resta tiempo de los 30 minutos de la estación podemos proponerles que armen de nuevo la imagen con los cambios que aplicarían.
Luego intervenimos nosotros preguntando:
o ¿Sobre qué conversamos en esta actividad?
o Si tuvieran que explorar con otros niños o niñas de su edad este tema ¿Qué les preguntarían?
Cuando tengan clara la respuesta a la pregunta II, les pediremos que la escriban en la sección: “Aprendamos de nuestros amigos y amigas” de sus cuadernos.
Al terminar la prueba le entregaremos al grupo la pista para el siguiente reto, así como una pieza de rompecabezas a un participante de los subgrupos conformados inicialmente.
e. Armemos el rompecabezas
Para este momento todos los participantes se reúnen de nuevo, de modo que la pista que les demos debe orientarlos al lugar donde hayamos establecido la presente prueba. Cada uno de los subgrupos (en caso de que hayamos conformado tres) contará con 5 piezas de rompecabezas que han recibido junto con las pistas, simbolizando que han superado los retos. Le vamos a dar, de manera equitativa, las piezas que hacen falta para armar el rompecabezas a cada subgrupo. Una vez que todos se reunan en el espacio determinado les pediremos que armen el rompecabezas en silencio (hace parte de la prueba) con las piezas que ganaron. Les indicaremos que el primer subgrupo en lograr armarlo será el ganador de esta prueba.
Sin saberlo, ellos y ellas sólo tendrán una parte del rompecabezas y deberán encontrar por sí mismos la manera de armarlo (juntarse para lograrlo entre todos). Es clave que le permitamos autonomía al grupo para que encuentren por sí solos la manera de solucionarlo.
Cuando el rompecabezas quede armado, el grupo encontrará en él siluetas de niños y niñas con una viñeta (nube de diálogo) en blanco para escribir.
Allí escribirán colectivamente un mensaje que responda brevemente a las siguientes dos preguntas:
¿QUÉ ES LO MEJOR DE SER NIÑOS Y NIÑAS?
¿QUÉ LOS DIFERENCIA A USTEDES DE LOS ADULTOS?
Nosotros motivaremos con los niños y niñas la reflexión en torno a las dos preguntas para contribuir a la creación del mensaje.
Al finalizar el ejercicio anterior, les solicitaremos a los niños y niñas que se ubiquen sentados en un círculo y cuando estén en silencio daremos paso al audio del Guardián de las Memorias e intervenimos contestando las dos primeras preguntas que nos haga el audio reproducible para simular el mantenimiento de una llamada telefónica, recordemos usar el objeto llamativo que hemos definido como teléfono.