Ausencias que interpelan en el Valle del Cauca
Consuelo Valencia es una señora de estatura baja y simpática a pesar de las dificultades que ha sobrevivido. Tiene 66 años y con sus dos manos sostiene las fotografías de sus hijos Arley Acevedo Valencia y Edilson Rodriguez Valencia, de 14 y 16 años ambos desaparecidos en Trujillo. Hoy en día hace parte de la Asociación de Familiares de Víctimas de Trujillo (Afavit) y construye a diario, con un grupo más numeroso, el Parque Monumento de Trujillo, un lugar creado como homenaje a las cerca de 300 personas que fueron objeto, entre 1987 y 1994, de torturas, desapariciones y asesinatos.
Sandra Milena Manrique es una mujer joven que sonríe y habla con muchas personas. Muchos la consideran una consejera en Restrepo, al norte del Valle del Cauca, y la buscan cuando tienen dudas o necesitan acompañamiento por casos de desaparición forzada. Su temple no ha sido en vano: tras seis años de la desaparición de su hermano Fernando Millán, decidió ayudar a varias familias de su región a encontrar a sus familiares.
Ambas mujeres, junto a un grupo de 60 personas, organizaron el pasado 27 de junio la galería de la memoria, un espacio ubicado en medio de la plaza San Francisco que contenía las fotografías de más de 100 víctimas de desaparición forzada de lugares como Buenaventura, Trujillo, Tuluá y su corregimiento de La Moralia, Restrepo y Sevilla. El acto conmemorativo se realizó en el marco de la Semana Internacional de la Desaparición Forzada y del cuarto encuentro de familiares víctimas de desaparición forzada, y fue organizado por el Movimiento nacional de Víctimas de Crímenes de Estado (Movice) capítulo Valle.
“En el Valle del Cauca, principalmente en la ciudad de Cali, Buenaventura y Norte del departamento, el delito de desaparición de personas se configura de manera más regular en razón a la vigencia de las estructuras paramilitares. La complejidad de este crimen, los modus operandi que se utilizan, las distintas causas, han generado altos niveles de impunidad dado que al no haber cuerpo del delito, no es fácil develar la autoría material e intelectual del crimen”, afirmó César Vargas, líder del Movice. Y es que las cifras lo confirman. Según datos del Sistema de Información Red de Desaparecidos y cadáveres (Sirdec), en Valle del Cauca se reportaron 9.055 personas como desaparecidos y 6.450 personas en Santiago de Cali.
Además de la violencia que sufrieron dada la pérdida de sus seres queridos, muchas de las personas que han liderado procesos organizativos en sus comunidades, y que han tomado la batuta en la búsqueda de los responsables de estos crímenes, han sido amenazados durante muchos años. “¿Usted es la dirigente de Afavit? y yo dije que sí -afirmó Consuelo mientras me contaba la historia-, me dijeron que luego me llamaban y me tocó apagar el teléfono. También han ido a mi casa y me golpean la puerta”.
Sin embargo, la esperanza es más grande que el miedo. Es así como dentro de los encuentros han logrado que a ellos, los más grandes, se unan varios jóvenes para conocer de cerca el proceso de búsqueda de desaparecidos. “Tenemos muchachos que perdieron a sus familiares siendo muy pequeños y se han involucrado en estas búsquedas de memoria y de verdad. Ellos han recuperado el legado de la lucha de personas que se han ido sin tener justicia, el camino que han construido desde hace más de 30 años distintas organizaciones sociales”, afirmó César.
Como parte del encuentro, varias mariposas hechas de materiales reciclados fueron colgadas con los nombres y fotografías de los familiares desaparecidos. Después de que cada familiar cortaba la mariposa con la foto de su ser querido recogía una planta. La idea era que la memoria se volviera semilla y que esta fuera sembrada en sus municipios para no olvidar a quienes fueron víctimas de la guerra. Muchos se abrazaron en medio de las lágrimas, pues a pesar de la fortaleza que han adquirido a lo largo de los años la ausencia es un vacío, que como decía Alfredo Molano, “al tormento de la ausencia se le añade el dolor de la duda”.
Este año la conmemoración se realizó en el marco de la acción conjunta que realiza el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), el Programa de Alianzas para la Reconciliación, de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID) y ACDI/VOCA
Publicado en Noticias CNMH