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Martha Torres adquirió una discapacidad motora desde los seis meses de edad. Sin embargo esa condición no ha sido impedimento para alcanzar sus objetivos. Es abogada y especialista en Gerencia Social y fundadora de la Asociación del Magdalena Medio para la Discapacidad.

Publicado

3 diciembre 2020

Día de las Personas con Discapacidad: Martha Torres y la memoria para renacer

  • A propósito de la conmemoración del Día Internacional de las Personas con Discapacidad, este 3 de diciembre, dialogamos con Martha Torres, líderesa del Magdalena Medio que trabaja por la inclusión social y laboral de las personas con discapacidad.

Martha Yaneth Torres ha tendido un puente entre la discapacidad y el mundo que funciona con el paradigma de la “normalidad”; uno que cruza sin obstáculos en su silla de ruedas. Desde la Asociación del Magdalena Medio para la Discapacidad (Amdis), entidad sin ánimo de lucro que ella misma fundó, trabaja por la inclusión laboral de las personas en situación de discapacidad en Barrancabermeja, así como en el acompañamiento psicosocial y de los familiares que les brindan apoyo a diario.

Discapacidad y Guerra es el nombre de la Iniciativa de Memoria Histórica que vincula a Amdis y el Centro Nacional de Memoria Histórica desde 2019, que tiene como producto el documental Renacer: La Memoria del Cuerpo. Discapacidad y Conflicto Armado en Colombia. Martha, que es abogada y especialista en Gerencia Social, ha tenido un papel fundamental para recoger diferentes testimonios de personas que adquirieron una discapacidad motora, auditiva, múltiple o psicosocial como consecuencia del conflicto armado en la región del Magdalena Medio. Ella es el puente para llegar hasta esas historias que hablan de los repertorios de violencia, de las afectaciones psicosociales y físicas que ha traído la guerra.

 

¿Quién es Martha Yaneth Torres y cuál ha sido su trayectoria en el trabajo con personas con discapacidad?

“Nací en El Socorro, Santander. Mis padres me promovieron a tener independencia y autonomía desde que era niña. De ellos heredé la tenacidad, la entrega y la pasión por todo lo que emprendo. A los seis meses adquirí la discapacidad, pero ésta no me define… he llegado tan lejos como me lo he propuesto. Estoy  convencida de que con amor y esfuerzo todo es posible.

A través de Amdis realicé mis sueños de transformar realidades, de tocar las vidas y los corazones de cientos de personas con discapacidad que veían reducidas sus oportunidades de desarrollo y participación. Me considero una mujer incansable, incesante y forjadora de nuevos y mejores mañanas para todos y todas”.

 

¿De qué trata el documental Renacer: La Memoria del Cuerpo?

“Es una construcción colectiva a partir de las consecuencias de una guerra sin sentido en nuestro país y que, bajo las distintas miradas de sus actores, evidencia las huellas, dolores y afectaciones causadas que nunca podrán ser reparadas física, emocional y económicamente.

Es un documental que permite mostrar a unos seres humanos resilientes que han tenido que sobrellevar una historia que marcó un ‘antes’ y un ‘después’; que, pese a los dolores de la guerra y las pérdidas materiales e inmateriales, hoy se levantan y elevan sus voces para hacerse visibles y compartir cómo han resignificado sus vidas”.

 

¿Por qué es tan importante trabajar por la atención diferencial de personas con discapacidad víctimas del conflicto armado?

“Porque esto nos permite visibilizar las afectaciones sufridas en las que aún el Estado, por más años que han transcurrido, no ha sido contundente con sus acciones de reparación. Por el contrario, la ausencia del Estado ha generado revictimización entre ellos, que a la fecha luchan infructuosamente por ser reconocidos y reparados.

Este panorama se agudiza en los sectores rurales, que por sus características geográficas, socioeconómicas y ausencia institucional ven disminuidas sus oportunidades de acceso a la justicia”.

 

¿Qué retos y deudas considera que tiene la sociedad colombiana en la inclusión de las personas con discapacidad víctimas del conflicto armado?

“Que la sociedad civil cambie la mirada hacia las víctimas, para que se logre incorporar actitudes y prácticas positivas que promuevan la inclusión social y el goce efectivo de derechos en igualdad de oportunidades. Erradicar todos los prejuicios, estigmas, rótulos e imaginarios en torno a las víctimas del conflicto armado que generan brechas y exclusiones. Las barreras físicas y actitudinales se convierten en cargas adicionales para las víctimas; no solo deben superar sus conflictos emocionales derivados del conflicto, sino luchar por tener las mismas oportunidades para acceder a los servicios, programas e interactuar en una sociedad que los mira y los trata como ‘diferentes’.

Apoyar las acciones y procesos que desde el Estado y organizaciones públicas y privadas se generen para visibilizar esta problemática o atender las necesidades de la población víctima. Buscar que todos y todas seamos actores activos para superar las brechas. Se trata de involucrarse y participar, seamos o no víctimas del conflicto, con o sin discapacidad”.

 

¿Por qué es especialmente importante escuchar las memorias de las personas con discapacidad, víctimas del conflicto armado?

“Porque sus historias cuentan las formas cómo el conflicto generó transformaciones radicales en sus vidas, cómo han superado las huellas de la guerra con o sin apoyo institucional y cómo siguen esperando que el Estado les atienda y les repare. También para sensibilizar a todos y a todas frente a las pérdidas que deja la guerra, a fin de apostarle a todas las iniciativas que se generen a favor de la Paz”.

 

¿Qué aporta este documental para las víctimas del conflicto armado en situación de discapacidad?

“Este documental es un llamado al Estado y a todos los entes territoriales para que las acciones de protección jurídica generen mayores garantías y eviten la revictimización. Las acciones de reparación deben impactar en la salud mental de las víctimas, para que, desde la rehabilitación integral, puedan elaborar procesos de duelo que mejoren su calidad de vida.

También es un llamado para optimizar los recursos, procesos y rutas de atención a las víctimas. La tramitología termina siendo traumática y desesperanzadora. El documental debe ser difundido para que toda la audiencia transforme prácticas y actitudes que no permiten que la población víctima del conflicto se sienta parte de una sociedad que los vincula activamente, que les genera espacios de participación, pero, sobre todo que, los dignifica, los acepta y los entiende como iguales”.