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Óscar Hemberth

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Óscar Hemberth

Publicado

17 Abr 2019

Diputados de la Asamblea del Valle asesinados son mártires de la democracia

  • Como parte del homenaje a los 11 funcionarios, un policía y dos empleados de un medio de comunicación asesinados por las Farc en un operativo de secuestro, hace 17 años, Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, se refirió a las reflexiones que quedan de este crimen.
  • “Suenan por ti”, la exposición en tributo a los diputados, el subintendente de la Policía Carlos Alberto Cendales, el conductor Walter López, y el camarógrafo de la cadena RCN Héctor Sandoval, sigue abierta al público en la sede de la Asamblea Departamental, en Cali.

“No era la primera vez que las Farc procedían de esa forma. Años atrás habían asesinado al exministro de Defensa Gilberto Echeverri y al Gobernador de Antioquia, Guillermo Gaviria, secuestrados con engaños en el marco de una marcha de paz por el suroccidente antioqueño”, expuso el historiador Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), durante la instalación, este jueves en la Asamblea del Valle, de la exposición “Suenan por ti”, homenaje a los diputados asesinados por esa entonces guerrilla, en 2002.

Ante un recinto colmado de familiares de víctimas y corporados, además de Maurice Armitage, alcalde de Santiago de Cali y monseñor Darío de Jesús Monsalve, obispo de la Arquidiócesis de esa ciudad, entre otros, Acevedo hizo una profunda reflexión sobre crímenes como estos, condenados por el Derecho Internacional Humanitario (DIH) en el marco de conflictos armados no internacionales.

El evento también tuvo la presentación del libro “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación” y la serie documental “Somos más que 11”, en los que el CNMH visibiliza la compleja historia del secuestro de los diputados del Valle en 2002 por parte de las Farc, así como lo que significaron para los secuestrados, sus familias y el país cinco años de cautiverio.

Estos productos, destacó el director Acevedo, fueron posibles gracias al esfuerzo y profesionalismo de Gloria Inés Restrepo Castañeda, en la coordinación e investigación; William Mancera Sánchez y Diego Luis Arias Torres, del equipo de investigadores; y Mauricio Cañón Pérez, asistente de investigación, así como Alanis Bello, Teófilo Vásquez, Javier Darío Restrepo y Silvia Monroy, en acompañamiento académico.

Tatiana Rodríguez Maldonado y Angélica Rodríguez Gutiérrez, del grupo de Iniciativas de Memoria Histórica del CNMH fueron fundamentales, entre otras acciones, en la logística del evento de conmemoración y lanzamiento de la exposición, en el Valle del Cauca.



    No escatimar en dosis de justicia

    Según expresó el director del CNMH en su discurso, el DIH es un código de obligatorio cumplimiento para los contendientes en conflictos armados, bien sea en el contexto de una guerra civil de baja intensidad o una amenaza terrorista. “Consagra, entre otros puntos, la prohibición de atacar a la población civil y de asesinar a personas fuera de combate”.

    “La violencia con pretexto o justificación política no debería tener lugar en un país democrático, y en este punto es donde deberíamos poner suma atención, porque los colombianos, mal que bien, y a pesar de la precariedad de nuestra democracia, la preferimos a la opción de una dictadura (…)”, relató.

    Acevedo recalcó que los colombianos no merecimos nunca tanto daño, tantas tragedias, tanto dolor, tanto sufrimiento, tantos millones de viudas, huérfanos y de hogares destruidos. “Los colombianos terminamos siendo víctimas de paramilitares y guerrilleros que se solazaron con la tragedia”.

    “(…) No hay ni puede haber o pretextarse una causa que justifique tales hechos atroces. Ni siquiera puede ser válido ni reconocido como argumento exculpador lo sostenido por estos grupos al margen de la ley en el sentido de que ellos tienen su propio código y no tienen por qué atenerse a este cuerpo normativo, ya que son insurrectos”.

    Los colombianos somos generosos para el perdón

    En el marco del homenaje a los corporados asesinados, el Concejo de Cali dio el nombre de “Calle de los 11 Diputados”, a la calle novena con carrera octava, una transitada e importante vía céntrica de esa ciudad.

    “Hay algo en estos hechos luctuosos que hoy rememoramos, por iniciativa del CNMH y de las víctimas de tan horrenda tragedia, que no debe pasar desapercibido para las generaciones presentes y futuras: los mansalveros ataques sufridos por líderes elegidos popularmente en las regiones, los departamentos y la nación, les dan el carácter de crímenes de lesa democracia”, concretó Acevedo.

    El director del CNMH añadió que el que “nuestra democracia adolezca de graves vicios y vacíos no puede ser aducido por nadie que considere que asesinar sus expresiones más básicas y elementales tiene un sentido político, mucho menos militar”.

    “Si llegásemos a aceptar ese punto de vista estaríamos entregándoles la razón a los criminales (…) Estaríamos, los colombianos y las víctimas directas, diciéndole a la sociedad, a nuestros hijos y descendientes y al mundo entero que estos diputados, hombres de bien, padres y madres de familia que cumplían unas funciones cívicas y de bien común y progreso de sus regiones, no representaban a su comunidad y no eran demócratas”, subrayó.

    Acevedo, a su vez, acotó que el Estado colombiano no debe ser equiparado con quienes mataron, mutilaron, torturaron y secuestraron a civiles, “pues no es lo mismo tener las manos untadas de sangre inocente y las conciencias, quizá atormentadas, que no haber podido cubrir a tiempo todos los llamados y requerimientos que se les hicieron para proteger a sectores amenazados”.

    No obstante, el director del CNMH resaltó que “la sociedad colombiana es generosa para el perdón y para aceptar la reconciliación con quienes la han herido”, y reiteró su plena convicción en la idea de que exigir una dosis de justicia no es un acto de venganza, “a lo que se apunta es a que ella se aplique en el marco de la justicia transicional, porque es así como la sociedad se puede dar por resarcida”.

    “(…) Para lograr una paz verdadera urge que, con el fin de blindar el acuerdo de 2016 y los que se vayan a pactar en el futuro, se permita implementar las reformas orientadas a establecer, como en ocasiones anteriores, una dosis de justicia y de penalidad sobre los delitos atroces violatorios del DIH y de los Derechos Humanos”, concluyó Acevedo.

    Lea el discurso completo, haciendo click aquí.

     

    Publicado en Noticias CNMH

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