Noticia

Autor

Jorge Iván Posada Jefe de prensa del CNMH

Fotografía

CNMH

Publicado

21 Abr 2015

El recuerdo que sana en Pueblo Bello

Pueblo Bello, corregimiento de Turbo,  quiere recordar a sus paisanos —hijos, esposos, abuelos, primos— que las autodefensas, en esa entonces al mando de Fidel Castaño, sacaron a la fuerza de sus casas y los desaparecieron.


Eso fue el 14 de enero de 1990. Los 60 “Tangueros”, armados, llegaron a este pueblito del Urabá antioqueño y juntaron en la plaza, a empujones y patadas, a 43 personas.

Fidel Castaño quería “ajustar” unas 43 vacas, que había perdido, por hombres. Entonces los paras se llevaron a las 43 personas en un camión hacia una finca de Córdoba; allá los torturaron.  [Ver: En Pueblo Bello cambiaron vacas por gente]

Según el reporte oficial, desde entonces solo se han encontrado los restos de siete hombres, después de una exhumación que hizo la Fiscalía en la finca Las Tangas en Valencia, Córdoba.

Y es que en esos días empezaron los paramilitares con la práctica, que se les volvió costumbre, de llegar a pequeños poblados en el norte del país; con lista en mano reunían en las canchas o en las plazas a sus futuras víctimas, delante de toda la población, para que no quedara duda que ellos eran los dueños de la vida y podían pegar, torturar, matar, desaparecer, y con total impunidad.

Así acabaron con la sonrisa caribe de 43 hombres, que no olvidan sus familias y amigos y que los inspira a reconstruir lo destrozado por los paras.

Aquí quieren que se recuerde la tragedia pero que se diga que esta gente —4 mil personas que viven en las 24 veredas del corregimiento—  es campesina, luchadora, que resiste, que canta, que baila, que trabaja de sol a sol y que anhela, de verdad, un nuevo Pueblo Bello. Así lo volvieron a pedir el pasado 14 de enero al conmemorar los 25 años de la masacre.

Hay mucho por hacer, pese a lo ordenado por la Comisión Interamericana de Derechos Humanos, pero la Unidad para la Atención y Reparación Integral a las Víctimas, la Gobernación de Antioquia y el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), se están poniendo al día con este poblado.


    Remanso de paz

    Del acompañamiento a las familias víctimas y el mantenimiento de la vía, la Gobernación de Antioquia pasó a la construcción del centro social Remanso de Paz. El  26 de enero pasado fue inaugurado para que “la gente se reencuentre y vuelva la esperanza a Pueblo Bello”, según explicó Santiago Londoño, secretario de Gobierno del departamento.  

    Y eso es precisamente también lo que busca Pueblo Bello: que el país sepa que aquí se acepta con dignidad que están marcados por la guerra pero que trabajan, todos los días, para que sea referente de resistencia, reconciliación y de una posible paz.

    Entonces el pasado 17 de abril, cuando llegaron a Pueblo Bello el gobernador Sergio Fajardo y Gonzalo Sánchez, director del CNMH, la comunidad les enseñó que para llegar a esa paz primero hay que recordar a sus seres queridos, reencontrarse, empezar a soñar el futuro y trabajar por él.

    Eso fue lo que dijo Beatriz Elena Jaramillo, al mostrar el mural de la memoria: retazos de tela con todos los nombres de los desaparecidos y asesinados entre 1990 y 2005.

    Se lo repitió al Gobernador, al Director del CNMH, al comandante de la VII División, general Leonardo Pinto, y a las demás autoridades que visitaron el corregimiento el pasado viernes.  

    “Aquí vivimos la zozobra y la muerte pero queremos que recuerden también que estas personas que ya no están con nosotros eran alegres, que tenían sus animalitos, su familia y sus cultivos. Ese es el mensaje que le entregamos al Gobernador para que todo el país lo sepa”, dijo Beatriz Elena Jaramillo quien padeció “la triste época de la violencia donde las personas dormían en el monte y se desmayaban cuando veían un hombre armado”.

    Mensaje que compartió Manuel Dolores López, que perdió a su hermano Miguel López en la noche de ese 14 de enero de 1990. El mismo que en el mural de la memoria señaló con orgullo el retazo de tela donde está tejido el nombre de Miguel con la frase: “vivirás por siempre en nuestros corazones”.   

    El convenio

    Este mural es una iniciativa de memoria que el CNMH apoyará y fortalecerá gracias al convenio que ese mismo día suscribió con la Gobernación de Antioquia: Pueblo Bello será el punto de partida de un trabajo más grande que se hará gracias a este acuerdo.

    “En el marco de la Ley de Víctimas se suscribe este convenio que tiene como objetivo fortalecer los procesos de reconstrucción de memoria histórica en el departamento, a partir de distintas líneas de acción y actividades encaminadas a la formación de distintos públicos, como funcionarios y víctimas, en la recuperación de archivos, el fortalecimiento del lugar de memoria de Pueblo Bello y diferentes actividades de comunicación como una edición especial de la revista Conmemora”, explicó Nathalie Méndez, coordinadora de la Estrategia Nación – Territorio del CNMH, quien estuvo en Pueblo Bello la semana pasada.

    Y es que según Gonzalo Sánchez, el convenio ratifica la intención del CNMH de trabajar con los entes territoriales para fortalecer la memoria histórica de las regiones, la memoria como “un vehículo para el esclarecimiento de los hechos violentos, la dignificación de las voces de las víctimas y la construcción de una paz sostenible en los territorios”.

    Y más en Antioquia “que es un punto de referencia para el esclarecimiento de la historia de violencia del país. Prueba de ello han sido los cuatro informes de reconstrucción del conflicto que hemos hecho en el departamento”, reiteró el Director del CNMH.

     
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