La paz en palabras de los colombianos

Autor

Ayda María Martínez, periodista del CNMH

Fotografía

cortesía Camilo Andrés Rincón Díaz

Publicado

15 Mar 2016

La paz en palabras de los colombianos

Un joven costeño de 16 años lleva dos años recorriendo el país con su libro de la paz bajo el brazo. Son palabras alrededor del deseo de los colombianos por una nueva sociedad.


Personajes de la vida nacional como William Ospina, Alfredo Molano, Juan Gossaín, Manuel Roca, Carlos Duque, Ciro Guerra, palenqueras, vendedores informales, artesanos, recicladores, estudiantes, trabajadoras sexuales, entre otros, están unidos por un delgado hilo que llega a lo más profundo de sus deseos por un país mejor.

Todos ellos forman parte del grupo de colombianos que ya han plasmado sus pensamientos, letras o poemas en el “Libro de la Paz, escrito por nosotros para la humanidad”, iniciativa de Camilo Andrés Rincón Díaz,  un joven de Soledad, Atlántico, de 16 años y estudiante de grado 11 del Instituto O’Higgins, y quien retomó la idea de una historia que ya completa 25 años: el Libro Blanco de la Paz.

Desde hace dos años Camilo lleva este libro de 23x29 centímetros y 800 páginas empastadas en color verde, a “donde el viento lo lleve”. Todo empezó cuando tenía 14 años y su papá, Luis Rendón, un amnistiado del Ejército Popular de Liberación (EPL), le narró su experiencia con el “Libro Blanco por la Paz”. Se trata de una publicación de un 100x80cms que poseía aproximadamente mil hojas. El libro se perdió en las oficinas de la Dirección General para la Reinserción cuando se habían escrito 700 páginas.

25 años después, Camilo retomó el proyecto de su padre, pues “en esencia el libro es un espacio de inclusión social, que permite la libre de expresión de aquellas personas que no tienen acceso a la televisión y a la radio”.

Quiere recorrer el mundo

Toda biblioteca, plaza pública, librería, evento, paseo y hasta las calles en la ruta hacia su colegio se han convertido en escenario para hablar de paz con propios y extraños, porque “debe ser la confluencia de varios caminos”. Todos los escritos son especiales para él, incluso los que tienen errores de ortografía porque “la paz está por encima de eso, todos debemos escribir sobre la paz”.

Para este amante de la literatura y la filosofía se trata de la diversidad, de los varios pensamientos que se escriben. Por ello, se acerca a “cualquier desprevenido o atento, le echo el cuento y lo invito a escribir a la paz. Sus páginas están abiertas a todo tipo de persona, es pluriétnico, multicultural, es diverso, no conoce de partidos o movimientos políticos, respeta la diferencia”.

Tal vez por ello el libro contiene pensamientos escritos por uribistas, santistas, polistas y verdes que Camilo ha encontrado en Argentina, Cartagena, Barranquilla, Medellín o Bogotá. El libro que ya completa 400 páginas escritas quiere recorrer todo el país y, por qué no, el mundo.

“El país debe prepararse para el posconflicto, debe haber un cambio o transformación en el modelo de educación, cultura etc. Igualmente la paz no la construyen los actores armados, se fundamenta en el amor, el respeto y el cuidado de la naturaleza”.

 

    El futuro del Libro de la Paz

    Camilo aspira que la gente escriba mucho sobre la paz y que se multipliquen los libros, que reposen en un lugar visible, algo así como un museo, donde todos puedan conocer los escritos.

    Por ello, no duda en abrir las páginas de este libro para que todos conozcan lo que ya se ha escrito y se proyecten en las páginas blancas que esperan por más letras, tinta e ilusión.

    Apartes del libro:

    “La esencia o la espiritualidad del libro de la paz se describe como el libro de la vida, se escribe con lágrimas, sangre y porque sí: con la fortaleza y la lucha, que vivan las letras de la paz y el amor”, Laura Senior.

     “Ha sido muy grato conversar una hora –o más- con Camilo, para comprender que la paz es algo más que un concepto, la paz son estos diálogos, son acciones de amistad y de reconciliación, la paz es construir entre todos un relato de país en el que podamos vivir juntos, y buscar por fin esa normalidad de la vida que durante un siglo o más nos negó la guerra”, William Ospina, enero 2016.

     “La paz es un camino que muchas veces hemos perdido, pero que gracias a la misma historia estamos recuperando después de tanta sangre y tanta muerte sobre los insurgentes”, Alfredo Molano.

    “La paz está en el cementerio”, Ciro Guerra.

    “La paz es una decisión de un pueblo que quiere cambiar su destino y definir sus diferencias por una vía distinta a la guerra y a la violencia; es un acto del espíritu que se verifica en lo político, pero ocurre en el corazón de las personas. No hay pueblos condenados, todos los pueblos pueden llegar a alcanzarla. Es una construcción que viene de la decisión de un pueblo”, Diana Uribe, enero 30/2016.

     “La paz y la estabilidad son fundamento del desarrollo económico y el bienestar, deseo lo mejor para el proceso de paz de Colombia", Ha- Joon Chang, economista coreano

     “Luchar por la paz puede parecer una ingenuidad. No hacerlo es una ingenuidad aún mayor”, Moisés Naím, periodista venezolano.

     “La paz son derechos para la gente del común, afros, indígenas, blancos y la infinita gama cultural que tenemos en nuestro país. La paz es acabar con el hambre y darle dignidad a quienes nunca la han tenido: el pueblo. La paz es justicia social”, líder estudiantil de la Universidad del Atlántico, Kevin Siza Iglesias

     “La paz es una ilusión, es una ficción, no existe; es como la felicidad, el pájaro azul de la leyenda que todos persiguen y nadie captura. Si no existe la paz interior en el hombre, que vive en medio de la angustia, la incertidumbre, la necesidad, la frustración, es todavía más difícil y quimérico pensar en una paz que se instale definitivamente en los pueblos. No existe un método, un camino, un manual. Cuando haya un equilibrio político, social, económico, cultural, entonces habrá paz. Mientras haya lucha de clases, elites, oligarquías, no”, profesor de Derecho de la Universidad del Atlántico y líder de la asación de profesores.

     “Siembra la semilla de la paz en tu corazón, abónala con amor, riégala con honestidad, deja que entre la luz del perdón. Cuando de fruto, regálala al mundo”, Lewis, trabajador papelería Panamericana, enero 8, 2016

    “Donde las altas montañas, donde nace el sol, el agua, el amor, pidió para que todos vivamos con amor y respeto hacia la tierra. Con gratitud”, Vaikuca, artesano ubicado en las calles de Cartagena.

    “Quiciera que ubiera paz para que ahiga armonía amor comprencio. Menos biolencia no hubiera tanta miceria, más empleos. Fueramos un país unido” Wilfrido; vendedor de mecatos en los buses.

    “Para mí la paz es que no hayga mas violencia en nuestro paiz y que no hayga mas maldad” (sic) Valentina  Vivian Vega Pérez; una niña junto a su abuela desplazadas por las AUC en la Guajira.