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Autor

Harold García

Fotografía

Harold García

Publicado

24 Jun 2016

La silla no está vacía

Son 100 sillas, pero podrían ser 45.944. Están ocupadas con los retratos y nombres de algunos de los desaparecidos del Valle del Cauca. Conforman una figura en espiral que rodea todo el centro de la Plaza San Francisco en Cali. Alrededor, una cadena humana entrelazada con las manos envuelve las sillas y, más allá, el terreno antes cubierto por palomas se convierte en la unión de todos por la búsqueda de los desaparecidos que ha dejado el conflicto armado en el país.


Los  transeúntes, por la Plaza, deben tomar una decisión: ser indiferentes ante lo que ven o acercarse y hacer parte de lo que está sucediendo. Muchos optan por la primera, algunos por la segunda, y son los suficientes como para retar el aliento del sol que brama como un dragón con fuego al medio día en la capital del Valle. Hace calor, y las voces que gritan con fuerza el nombre de los que están sentados, ausencia física, apagan cualquier signo de malestar que pueda causar el clima. Es así como demuestran que nada calma las heridas que ha dejado la violencia y eso es más fuerte que el mismo sol.



    Según cifras de la base de datos del SIRDEC (Sistema de Información Red de Desaparecidos y cadáveres), en Valle del Cauca se reportan 9.055 personas como desaparecidos y en Santiago de Cali 6.450 personas. La desaparición forzada no sabe de edad, género o momento. Es un delito que se sigue registrando a pesar de estar más visibilizado. Las desapariciones tienen un profundo impacto psicosocial tanto en las víctimas directas como en sus familiares, quienes se enfrentan a la incertidumbre sobre el paradero y la situación de sus seres queridos. Por eso el MOVICE, la Corporación para el Desarrollo Regional, Fundación Guagua y el CNMH se unieron el pasado 27 de mayo, en Cali, para conmemorar la vida y memoria de las víctimas de desaparición forzada en Valle del Cauca.    

    “Solo muere quien se olvida”, es una de las frases más emblemáticas de los familiares de personas desaparecidas. Manifiestan que pueden pasar los años, pero nunca pasará la desidia por encontrarlos. Así lo dejaron claro las organizaciones de víctimas en el documento que entregaron el año pasado a los negociadores del proceso de paz en La Habana entre el Gobierno y las Farc, donde aclararon que es urgente y necesario poner en marcha la Unidad Especial para la Búsqueda de personas dadas por desaparecidas.

    Cali le recordó al país, a través de este acto conmemorativo, que el dolor a causa del conflicto armado es compartido por todos. Que con el tiempo, no sabemos cuánto, el sol abrigará con su resplandor todos los rincones del país sin encontrar algún tipo de recelo a causa de la guerra.

     
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