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Ricardo Robayo

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Ricardo Robayo

Publicado

28 Sep 2018

Las voces de exiliados se escucharon en las ciudades y países fronterizos

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), realizó durante el mes de septiembre cuatro socializaciones del informe “Exilio colombiano: huellas del conflicto armado más allá de las fronteras”. Cúcuta (Norte de Santander), Quito (Ecuador) y Ciudad de Panamá (Panamá), fueron las ciudades y países fronterizos donde se desarrollaron los eventos y que acogen a más del 80% de refugiados colombianos. También se presentó en Bogotá.


En el contexto del conflicto armado colombiano entre los años 2000 y 2012, cerca de 400 mil personas de nacionalidad colombiana se vieron forzadas a desplazarse más allá de los fronteras en búsqueda de seguridad, protección o refugio, según la Agencia de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR). Pero estimaciones no oficiales hablan de una cifra mucho más alta.

En este link puede descarga el informe “Exilio colombiano: huellas del conflicto armado más allá de las fronteras”

El informe profundiza en tres casos relevantes: el del éxodo masivo de colombianos a través del Darién hacia Panamá (1996-2004); el del proceso de registro ampliado de refugiados colombianos en Ecuador (2008-2010); y el de las deportaciones y retornos masivos a Colombia desde Venezuela (2015). Estos casos tienen similitudes de estar invisibles, ser masivos, y tener su foco en territorios de frontera.

Con esa reflexión los investigadores del CNMH, Juan Pablo Luque y Randolf Laverde, dieron apertura a la presentación del informe de 388 páginas en el marco de la Fiesta del Libro de Cúcuta (FLIC), el pasado 4 de septiembre. Laverde durante su intervención afirmó: “La mayoría de víctimas exiliadas primero sufrieron las amenazas, los atentados, el asesinato, la persecución, el desplazamiento interno y luego se vieron forzados a cruzar las fronteras”.

Venezuela junto a Ecuador, acogen a la mayor población colombiana exiliada a causa del conflicto armado. En el último censo realizado en el territorio venezolano a comienzos del 2015, se registraron unos 720 mil colombianos refugiados o en situación similar al del refugiado. Pero la crisis entre los dos gobiernos y el cierre de la frontera, obligó a muchos de estos refugiados a retornar a Colombia, varios de ellos retornados forzadamente por la guardia venezolana.

“En Venezuela como exiliados colombianos nos recibieron bien. Luego del retorno forzado por las deportaciones en 2015, entendimos que ahora a nuestros hermanos venezolanos no se les debe cerrar la puerta, nosotros como exiliados sabemos que es llegar a una casa ajena”, cuenta Ana Teresa Castillo coordinadora de la Asociación DEREDEZ Víctimas de la Frontera.


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    Presentación del informe en la Fiesta del Libro de Cúcuta, 4 de septiembre de 2018.

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    Randolf Laverde investigador del CNMH durante la socialización del informe en Quito (Ecuador), 7 de septiembre de 2018.

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    Gonzalo Sánchez, Director del CNMH durante el lanzamiento del informe en Bogotá, 20 de septiembre de 2018. Foto: María Fernanda Arévalo/CNMH.


    “Llegan niños no acompañados y madres cabeza de familia, padres, adultos mayores que vienen como colombianos aquí y quedan totalmente desamparados. Las autoridades ecuatorianas nos dicen: bueno, ¿y ustedes? ¿no tienen ni padre, ni madre ni patria?. Testimonio de una afrocolombiana exiliada en San Lorenzo (Ecuador).

    Según ACNUR a comienzos de 2017, cada mes llegaban a Ecuador aproximadamente 418 colombianos en busca de protección internacional, a causa de la violencia en los departamentos colombianos de esa frontera. Hoy, habría más de 100 mil colombianos  refugiados o en condición similar en ese país.

    “Hablamos de refugiados de hecho, es decir, personas que se marcharon pero no han sido reconocidas en otros países como refugiados. Por ello, damos cuenta de que no se ha contabilizado el real impacto del conflicto armado y por eso el informe es un primer paso para esclarecer la situación”, explicó Juan Pablo Luque, investigador del CNMH, durante la socialización con víctimas exiliadas, representantes de instituciones y academia el pasado 7 de septiembre, en la Pontificia Universidad Católica de Ecuador.

    Para las víctimas colombianas en el exterior, el informe es un aporte para visibilizar sus historias, como afirmó Feliz Caicedo: “Esta investigación nos recuerda lo que vivimos, lo que hemos pasado y el sufrimiento que hemos tenido en el exilio, y estas páginas van a contribuir a la memoria del país, somos parte de Colombia”.

    ¨Una noche los paramilitares se metieron a territorio panameño y quemaron casas y mataron a unas personas, empezaron a reclutar a los niños. Yo tenía dos hermanos menores que yo, entonces mi abuela nos dijo a la mañana siguiente que nos teníamos que ir porque esa noche iba a pasar algo malo¨, testimonio de una exiliada colombiana en Panamá.

    Panamá, por su posición geográfica, es uno de los principales países receptores de colombianos con necesidad de protección internacional. A finales del 2016, había 2.350 personas colombianas refugiadas reconocidas en ese país, y aproximadamente otras 15 mil viviendo en situación similar a la de los refugiados, según estadísticas de la Oficina Nacional para la Atención de Refugiados (ONPAR) de Panamá.

    “Esto es muy importante para nosotros porque de alguna manera es sentir que el Estado colombiano volteó sus ojos hacia nosotros, las víctimas refugiadas, estas memorias sigue tejiéndose para evitar que nos olviden”, reitera en sus palabras Lucila Galán, coordinadora de la organización S.O.S. Víctimas del Conflicto Armado Colombiano en Panamá (SOVIC), durante su intervención en el evento de socialización el pasado 12 de septiembre en la Universidad de Panamá.



    Estas jornadas terminaron con el lanzamiento del informe en Bogotá, el pasado 20 de septiembre en elCentro Cultural Gabriel García Márquez, que contó con la intervención de varios colombianos exiliados de diferentes organizaciones que participaron en el proceso de investigación.

    Para el coordinador del informe, Juan Manuel Zarama, el propósito de esta investigación no es instituirse como la “Biblia del exilio” sino contribuir al esclarecimiento de las situaciones y experiencias que han afrontado miles de personas que se han visto forzadas a salir de Colombia como consecuencia del conflicto armado.

    El exilio permanece aún invisibilizado y es una de las grandes deudas en el esclarecimiento de la verdad del conflicto armado, dado que son pocas las iniciativas que buscan esclarecer la lógica detrás de esta forma de violencia. El informe también destaca que además de obligar a salir del país a dirigentes sociales y políticos, la guerra expulsó masivamente a integrantes de comunidades étnicas y campesinas comprometidos con la defensa de sus territorios.

    El informe “Exilio colombiano: huellas del conflicto armado más allá de las fronteras” es fruto de un diálogo participativo e incluyente, que se ha nutrido de los aportes de las víctimas que se encuentran en el exterior y de otras que han retornado.



    Publicado en Noticias CNMH

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