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Autor

César Romero

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César Romero

Publicado

22 Mar 2018

Los archivos clandestinos del M-19 en Caquetá

Hace una década, William Wilches decidió acompañar en su recorrido, de entereza y vitalidad, a las familias de distintos líderes campesinos, indígenas y políticos asesinados de Caquetá. En un cuaderno de unas escasas 100 hojas se propuso escribir los recuerdos de aquellos relatos que le contaban estas personas. Registraba desde la fecha de nacimiento del difunto, hasta los sueños y metas que tenían en vida. Las 100 hojas no bastaron.


Isabel Valdés para el CNMH 

Pronto no fue sólo un cuaderno, sino varios los que contenían los datos, los gustos, las historias de decenas de víctimas del conflicto armado en el departamento. Además, los testimonios entregados por los familiares no solo fueron palabras escritas, sino también objetos representativos: una máquina de escribir, un radio, una cachucha. Todos, elementos que mantenían viva la memoria de un familiar o amigo.

En aquél momento la labor de William apenas comenzaba. En ese trasegar de memoria histórica, conoció a alias ‘Roberto’, Pablo Beltrán Polanía, diputado y excomandante del M-19, quien le contó muchas historias sobre este grupo guerrillero, desde el inicio de las operaciones, pasando por el proceso de la toma de Florencia, el 14 de marzo de 1984, y de otras poblaciones, hasta el asalto a algunos bancos.

Si bien el M-19 era una guerrilla urbana que operaba esencialmente en Bogotá y otras ciudades principales del país, fue en Caquetá que nació su estructura militar. Personajes públicos como docentes y comerciantes hicieron parte de sus filas, incluyendo a Pablo Beltrán Polanía. Este le explicó a William Wilches que una vez firmado el acuerdo de paz, algunos integrantes comenzaron a construir un archivo, sobre el cual la Corporación Andaki, conformada por algunos desmovilizados, era la propietaria. William y Pablo tardaron tres años en convencerlos de donar el archivo que se encontraba abandonado.

57 cajas con más de cinco mil documentos componen este fondo de archivos que recopilan la historia del M-19 desde su creación en 1974, hace 44 años, hasta la posteriorfirma del acuerdo de paz y su disolución. La mayoría de esta información fue emitida en la clandestinidad y contiene actas de reunión y de acercamiento con autoridades locales y nacionales, comunicados de prensa, piezas de difusión de su pensamiento político emitidas de manera periódica, boletines, documentos de análisis político y académico, comunicaciones internas oficiales y personales entre los miembros de la organización, como la carta de Carlos Pizarro a su hija.

Aquí un extracto:


     

    También incluye entrevistas a miembros de la guerrilla, como Álvaro Fayad; crónicas periodísticas; reportajes y artículos noticiosos que se publicaron en diferentes medios de comunicación escritos en el marco de las actividades ilegales y proselitistas desarrolladas por esta organización, como la agencia de prensa Oiga Hermano.

    La lucha armada del M-19 se desenvolvió después de los años 70 de diversas maneras, caracterizada por hechos de impacto simbólico como las tomas de la embajada de República Dominicana en 1980, así como el robo de armas del Cantón Norte en Bogotá en 1978. La vida y desmovilización de este grupo guerrillero en 1990 marcaron hitos políticos como los procesos posteriores de participación política de su partido y de muchos de sus líderes en otros movimientos y partidos políticos. (Puede leer: “15 lecciones del proceso de paz con el M19”)

    Hoy en día, el fondo “Corporación para el Fomento de la Investigación y el Desarrollo Comunitario – Museo Caquetá”, que recoge la historia del M-19, puede consultarse físicamente en las instalaciones del Museo Caquetá o bien sea digitalmente por medio de nuestro Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto Armado: www.archivodelosddhh.gov.co


    Publicado en Noticias CNMH

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