Administrador de empresas y promotor incansable del sector del transporte. En las pruebas de supervivencia insistió en que “la solidaridad nos compromete con la vida y con la libertad”.
“Hice todo lo posible para que liberaran a mi hijo”, aseguró Carlos Hernán Barragán, padre del diputado del Valle del Cauca Carlos Alberto Barragán, secuestrado y asesinado por la guerrilla de las FARC. “Con el único que no hablé fue con el ‘Mono Jojoy’. Anduvimos muchas veces en la montaña, dormimos en campamentos, pero no fue posible encontrarlo, no estaba escrito en la historia. Una vez el presidente me dijo que iban a despejar Pradera y Florida. Y yo creo que si hubieran despejado esos municipios los habrían liberado”, recordó con nostalgia el padre del diputado. Felipe, hermano de Carlos, también afirmó que lo intentó todo: “les ofrecí plata, canjearme, seguir articulando con el Gobierno... todo... pero no había voluntad de las partes”.
Cuando ocurrió el secuestro, el 11 de abril del 2002, Carlos Alberto Barragán López apenas estaba empezando su carrera política. Lo motivaba la intención de mantener vivo el legado político de su padre. Por eso aceptó la propuesta del movimiento Amigos del futuro, para hacer parte de su lista para la Asamblea Departamental en el 2000. Sin embargo, como lo recuerdan sus amigos más cercanos, “el corazón de Carlos Alberto estaba en el transporte”.
Su instinto de solidaridad, le permitieron construir una enorme red de cariño entre amigos y empleados de la empresa de transporte de su padre. Lo recuerdan con bolsas de pan y gaseosa para compartir. O guardando juguetes en el carro para repartir en navidad. Ese amor por los demás surgía desde su familia: sus hijos recuerdan a un padre juguetón y cómplice con el que compartieron muchos momentos felices.
“Hijos: crecer en mi ausencia es triste, pero crecer sin olvidarme es lo más importante”
Cuando las FARC secuestraron a su papá, Carlos Andrés solo tenía cuatro días de vida. Por eso, tuvo que construir una imagen de él a partir de los recuerdos de la familia y de las pruebas de supervivencia: “Yo me acuerdo mucho de esos videos. En uno decía que le gustaba el color azul, el Deportivo Cali, los perros y las personas que tenían buena energía. También decía que le parecían muy bacanos los deportes, y que tenía una colección de carritos”.
Para la familia Barragán el perdón no es un tema fácil, como lo dijo Carlos Hernán: “con perdonar no se me va a quitar el dolor; con perdonar no se borra esta historia”. Sin embargo, siempre tratan de volver a las palabras que Carlos Alberto les dedicó en su última prueba de supervivencia: “hijos: crecer en mi ausencia es triste, pero crecer sin olvidarme es lo más importante”.
Conozca la historia completa de Carlos Alberto Barragán López descargando el libro “El caso de la Asamblea del Valle: tragedia y reconciliación” y siguiendo la serie documental “Somos más que 11”.