La Sabana se encuentra aislada del casco urbano del Corregimiento de la Chorrera (Amazonas), a una distancia de 50 km en línea recta. La única manera de acceder a la comunidad es por vía terrestre, lo que implica un considerable esfuerzo físico y tiene una duración aproximada de dos días.
Equipo de investigación pueblo muinane 2014
En el campamento La Sabana estuvieron los caucheros Ryoryiu, Inciso, García, Granda y Normad.
Ryoryiu era negro y bajito, él era el que no tenía compasión de nosotros, este era el que mandaba a los capataces indígenas para que acabaran a su propia gente, entonces de miedo de este señor ellos tenían que matar, si no lo hacían él los mataba a ellos. Así él hacía con todos los clanes.
Así estábamos, era muy triste en esos tiempos porque a las muchachas, los niños y a las mujeres con hambre a tardes horas de la noche los peruanos los mandaban a trabajar siringa con kugauneryi y algunos se morían de hambre.
Entonces el abuelo Feellɨje reunió a varios ancianos de otras tribus y comenzaron a buscar a las personas que se habían escondidos en la selva de miedo y los hicieron llegar a su maloca. A los que no presentaban resistencia los hacía llegar a la casa, otras veces los buscaban y les cortaban la cabeza junto con los de sus hijos, esto sucedía con los que hacían resistencia. Luego hacían llegar puras cabezas u otras partes del cuerpo como evidencia de que ya fueron castigados, si no lo hacían de esta forma a ellos también los mataban. Así se fue terminando poco a poco la gente.
A nuestra gente los peruanos los mandaban a trabajar durante diez días internados en el monte, después de los diez días los recogían para que pagaran con caucho el exagerado valor de las ropas, objetos y cosas que sacaban de los peruanos. Al que traía poco caucho lo quemaban vivo, en cambio al que traía buena cantidad lo dejaban libre, no le hacían nada.
A los que traían poco caucho le decía: -¡cómo el otro trajo harto y usted trae poco!, luego lo azotaban. Por ese miedo, las otras veces traían buena cantidad de caucho para no ser castigados otra vez. A los que volvían a traer poco caucho los azotaban nuevamente. Después les mandaban a buscar leña para quemarlos a ellos mismos, cuando ya tenían buena cantidad de leña le prendían fuego, después los amarraban y les rociaban petróleo en sus cuerpos, luego los arrojaban al fuego, cuando las personas se quemaban gritaban y gritaban desesperadamente, el fuego los consumía por completo como si fueran animales; cuando no los quemaban les cortaban las cabezas y lo botaban, allí se podrían como animales.
En la Sabana donde está la mata de milpesos es el rastrojo de García, allí estaban ubicadas todas las casas. El puerto donde se bañaban los peruanos y la gente quedaba ubicado en la quebrada Gaaryuhi (quebrada de asado). El caucho lo traían de todos los lugares del río arriba los Nɨfaimɨnajo, del río abajo los Bora y del centro los Andoques.
Mata de milpesos. Equipo de investigación pueblo muinane 2014
Primero cuando el hombre blanco no había llegado, se intercambiaba con la gente, a los huérfanos los hacían llegar donde el abuelo Pekujeafe y luego él lo pasaba donde un personaje Bora llamado Kɨryiɨ, a cambio de esos huérfanos le daban hacha.
Después de esto no se sabe qué clase de blancos pasaron por el territorio, luego en el tiempo de Ryoryiu el clan nabɨmɨjo (gente de palo-sangre de grado) estaban en vísperas de un baile en una loma llamada Kaasiobaɨ a orillas del Cahuinarí a tres horas de la Sabana bajando. Entre tanto en la Sabana estaba un paisano en el cepo castigado y él escuchaba que tocaban maguaré, entonces él pensó engañarlos y les dijo: -ese toque es un anuncio de que ellos van a atacarlos a ustedes, por eso ellos se están reuniendo, vayan y mátenlos. Eso él dijo como para que ellos le dejaran libre y él pudiera ir al baile, entonces los peruanos volvieron a preguntar y él dijo que sí; entonces ellos lo llevaron por la orilla del río y lo amarraron a él en un estantillo de una maloca un poco más arribita de donde se celebraban el baile.
Uno de los dueños de esa maloca donde amarraron al preso que no había ido al baile se dio cuenta de la intención de los peruanos y sabiendo que su hermano ya estaba en el baile, se fue a avisar a los bailarines que los peruanos se fueron a matarlos, pero ellos no le creyeron. Cuando ellos vieron que venían los peruanos uno de los dueños llamado iigo cogió dos piñas, una en cada mano, y con ellas entonó alegremente el maguaré pensando que los blancos que estaban llegando los iban a acompañar en el baile, otro ayudante cogió caguana en una totuma diciendo -“tayoto nagemɨna sahi” (“mi familia, la gente blanca ya vienen”) y se fue a dar de tomar a los que se acercaban y estando justamente a la orilla del patio de la maloca, cuando desde el barranco los peruanos le dispararon, fue el primero de los muertos de esa tragedia.
Luego los peruanos rodearon por todos lados la maloca y como los bailarines no podían escaparse ya que la pared de la maloca era de palo duro y la maloca estaba construida sobre una loma estratégicamente, entre tanto, mi abuela siryaje que aún era una niñita la madrasta la cargaba, se escapó con ella protegiéndose con un colador, después ella se bajó del carguero y salió corriendo por la puerta, allí estaba un peruano que recargaba la escopeta después de hacer un disparo, detrás de ella salió la madrasta a quien le alcanzó disparar en la pierna. Mi abuela se fue y se escondió detrás de un barranco sumergida entre el agua de la quebrada, la madrasta se alcanzó a arrastrar por el suelo un poco más abajo, y lloraba y quejaba de dolor. De allí ella escuchaba todo lo que sucedía en la maloca, la quemazón, los palos que se caían, los disparos y el desespero y gritos de las personas. Después de haberse quemado la maloca, cuando todo estaba en silencio, ella vino a ver si alguien había sobrevivido, pero como no encontró a nadie, solo gente quemada, entonces ella se puso llorar de tristeza. En eso el hermano que alcanzó a huirse y estaba muy cerca en el rancho de una chagra dijo: -será que ya mataron a mi hermana.
-Yo no puedo decir cuántos clanes de nosotros terminaron en ese lugar, solo sé que muchos de los muinane que asistieron al baile murieron disparados y otros quemados en la maloca.
En el tiempo de Ryoryiu se mandaba a sacar caucho y tenían que ser entregado en forma de barra, la medida era desde los pies hasta la mandíbula. A los que no cumplían o completaban la medida indicada los quemaban, en ese tiempo a la gente de venado del clan coco a todos los acabaron echándolos en un hueco, después de haberlo asesinados, así los acabaron.
Fosa a un extremo de La Sabana donde depositaron los restos de todos los representantes del clan coco del tótem venado, actualmente es un tótem desaparecido. Umire, Y. octubre de 2014
Después de eso llegó Inciso y Granda, ellos fueron los que lo remplazaron a Él. Ellos escogieron a sus colaboradores de cada clan, generalmente los más fuertes, que también mandaban a sacar la siringa, ellos mataban a los que se quedaban en las casas, también se castigaban en el cepo algunos sujetados de los pies y otros de la cabeza, a los más débiles los dejaban con las piernas abiertas dejando un espacio entre los huecos del tablón. No sé cuánto tiempo los dejaban ahí, tampoco escuché decir a mi abuela si se morían ahí, seguramente sí se murió mucha gente con estos castigos. Esto era lo que mi abuela me contaba.
En el tiempo de la cauchería mandaban a trabajar las chagras en socola, tumba, siembra y deshierba, así los mantenían, no había descanso. En ese entonces se anunciaba que iba suceder una guerra con los uitoto . Así sucedía allá. Por esos tiempos en nuestro medio el caucho se transportaba con mulas y la misma gente. A los que llevaban de acá el caucho los recibían bien (Sabana – Casa Arana), si un jefe decía que mi gente quiere comer jufaiu (pirarucú o paichi) les servían y si otro decía mi gente quiere comer charapa ellos le daban, después de eso recibían mercancía; así trataban a los que transportaban el caucho pero una vez que regresaban a la Sabana los maltrataban.
Luego empezaron escoger a los más fuertes para llevarlos al Putumayo para que realizaran allá las chagras, cuando la chagra estaba a punto de ser cosechadas los reunieron y los llevaron a todos los pobladores del territorio. Sin embargo, algunos huyeron al monte, del Putumayo algunos se volaron y regresaron después nuevamente se establecieron en el territorio.
Luego llegaron los peruanos nuevamente mandando a hacer buenas casas y chagras para volver a trabajar caucho y los que estaban escondidos en el monte salieron. Una vez reunidos los últimos habitantes con este engaño, los cogieron a todos y los llevaron nuevamente para el Perú. Pero el abuelo niigaɨjoɨ el papá de negedeka y yuaborye no fueron.
De allí Feellɨje se voló para mesae [afluente del yarí] y se encontró con los yucunas en el chorro de masaka. Allí se encontró con Luis Felipe el capataz de los yucuna, entonces, él lo quiso llevar y Feellɨje le dijo que no porque su palabra no tiene peso, sin valor usted me puede dejar o entregar a la comisión. Él se mantuvo en su decisión. Ya que usted dice de esa forma, vaya por la orilla del río, cuando nosotros regresemos de allá en dos meses le vamos a traer comida. Así como dijeron un grupo de uitoto sí bajaron con los yucuna, en la bocana del yarí se encontraron con la comisión que apresó a los uitoto, los amarraron en negehi [afluente del Caquetá, ubicado a una hora subiendo desde la bocana del yarí], afortunadamente uno se soltó y luego soltó a los demás y mataron a todos los de la comisión, luego los uitoto se fueron río abajo.
Como habían dicho los yucunas, le dieron la comida a Feellɨje que bajaba por la orilla del río estando ya en el Caquetá, de ahí ellos se fueron a vivir en medio de los yucunas en capamó [ahora conocido como Mirití]. Así se estableció el clan de los cocos en el territorio de los yucunas.
De la primera vez que llevaron a mi papá Uumirye de allá él se voló, luego lo llevaron por segunda vez y nuevamente se voló, cruzó el Cahuinarí pensando que era el caimo [afluente del Cahuinarí] y llegó al Caquetá, en el territorio de los yucunas donde estaban algunos muinane del clan coco, allí lo recibió Feellɨje.
En la segunda huida de mi papá Uumirye cuando llega donde Feellɨje del clan coco que ya estaba ubicado en territorio yucuna, para que mi papá no se fuera a otro lugar, Feellɨje le entregó la entenada como mujer, mi mamá.
Después de un buen tiempo regresan otra vez; en ese entonces recién se estaba despejando lo que es jeebaojɨ [Araracuara], por este tiempo empezó la guerra [Colombia-Perú]. De ahí empezaron abrir camino hasta la Sabana como para averiguar quiénes estaban en el territorio. Luego regresaron. Al volver nuevamente, encontraron que en la Sabana vivía un andoque llamado Yuupapa. También no se sabía dónde estaba ubicados el papá de los Negedeka, Atyɨbayɨ con ellos estaba uno de los Nɨfaimɨnajo, llamado buryuchigai , también estaba mi abuelo niigaɨjoɨ a orillas de una quebrada llamada noofaijɨmɨhi [quebrada de hierba rabo de zorro].
Para ese mismo tiempo llegó mi abuela Siryaje con Duufaryu, ɨjɨdeka y naamodeka , muchos vinieron. Ellos pasaban de totumo con destino a jeebamɨhi , entonces mi abuelo niigaɨjoɨ vio el rastro de ellos y los siguió, en eso el perro de los que iban adelante cazó un cerrillo a orillas de la quebrada totobahi [quebrada hongo], ahí fue donde él los alcanzó.
Huellas de la cauchería tomadas por el equipo de investigación del pueblo muinane
El territorio del lugar donde aconteció los sucesos en tiempo de la cauchería corresponde al clan fat+m+jo , que está frenetizado por los siguientes clanes: al oriente clan piña killéll+m+jo , al sur con el clan gusano chumojo , al occidente con el clan coco de cumare negegaim+jo, y al norte con el clan churuco cum+jo.
En el lugar llamado Dutui se logró evidenciarel pozo escarbado por los indígenas esclavos por la cauchería makin+d+i . Su área es de aproximadamente 10 metros de largo por 5 metros de ancho sobre la quebradita llamada Totumo. Allí, según las versiones de los mayores, es el lugar donde se lavaba el caucho, actualmente está cubierto de helechos y demás vegetación. La comisión pernotó en el lugar, como es costumbre en las horas de la noche se dispuso para preguntar las narraciones con el respectivo permiso y autorización por parte del anciano.
El pueblo muinane fenem+naa ubicado en el departamento del Amazonas, Resguardo Predio Putumayo, Corregimiento de la Chorrera, cabildo indígena de la Sabana. Localizada a 50 kilómetros de distancia del casco urbano de La Chorrera a orillas del río Cahuinari, afluente del río Caquetá, en el lugar denominado la Sabana garyuije. Territorio ancestral de asentamiento del pueblo muinane, a este pueblo lo integraban diferentes clanes como los coco, churuco, gusano, guara, venado, piña, palo sangre de grado, gente de agua y nury+jo . Esta población así conformada, culturalmente se autodenominan gente de centro. Dentro de la organización social cada clan tenía su territorio, lengua, manejo del espacio y cultura.
El caso del clan guara que tenía su a sentamiento en este lugar [Totumo] sufrió a partir de la llegada del primer hombre peruano con el fin de adquirir la goma del siringa, este personaje llamado Benjamín Larrañaga entre los años 1900.
A partir de ese momento se empieza a invadir estos territorios [muinane] algunos personajes de la compañía cauchera, para el caso de estos lugares se apropió el señor Grando. Con él se empieza el trabajo; en los primeros tiempos de forma pasiva, parecía ser bueno y comprensivo con los nativos dueños de los territorios. Estos hechos perduraron por unos pocos años, posteriormente, al inicio de las construcciones de carreteras hacia los centro de acopio, en el año 1912 aproximadamente, se empieza con los acontecimientos críticos, los hechos lamentosos el auge de la bonanza cauchera por parte de los peruanos afectando sistemáticamente a la población que los conformaba, consistente en trabajos forzosos, mano de obra barata, engaños, maltratos, desapariciones, torturas, violaciones, castigos y especialmente el asesinato (versión de Pablo Umire).
Entrega del caucho
Representación de la entrega y pesado del caucho. Umire, A., agosto 2015
Consiste en coger un grupo de trabajadores y enviarlos al monte sin importar el sexo, edad, ocupación. Al llegar en la tarde, o en un día, semana o mes, todos debían traer la misma cantidad del peso de la goma, porque se medía en una balanza de reloj, de tal forma que el cursor debía indicar siempre el mismo punto, el que no cumplía era sometido a una sanción o castigo.
A las personas que incineraban lo hacían estando indefensos y débiles a causa de los castigos a que eran sometidos. En algunos casos eran arrojados muertos por latigazos al fuego, a otros, entre ellos niños, mujeres y ancianos los echaban vivos hasta que el fuego los consumiese.
Representación de la incineración a nativos muinane en la época de la cauchería. Umire, A., agosto 2015
El fusilamiento de indígenas en muchas ocasiones se realizó por pura y física diversión, practicando el tiro al blanco. En otras ocasiones para crear el temor entre las personas, el fusilamiento de nuestros antepasados se hizo estando indefensos y luego eran quemados.
Representación repertorios de violencia contra los muinane. Umire, A., agosto 2015
Ubicación del campamento Matanza dentro del territorio ancestral del clan piña. Umire, A., 2015.
El caucho se adquiría mediante la mano de obra de los mismos residentes en el lugar, ellos tenían la obligación de cumplir la orden que consistía en entregar determinada cantidad de la goma del caucho a los capataces. El incumplimiento a estas órdenes implicaba castigos, desaparición o la muerte. Así muchos de los barones, niños, ancianos y mujeres de los pueblos fueron desaparecidos.
Armando Norman es el fundador del lugar llamado Matanza, esclavizó, torturó, castigó, violó, maltrató y principalmente dio muerte a muchos nativos del lugar, solo por la urgencia de obtener gran cantidad de la goma del caucho. Él tenía aliados en áreas vecinas como en Sabana, con el jefe José Inocente Fonseca de nacionalidad peruana, en Santa Catalina con Aurelio Rodríguez, otro jefe peruano.
Matanza era un centro de acopio donde los trabajadores hacían llegar la goma del caucho para ser pesado, quien no cumpliera con el peso exigido su destino era la muerte. Desde luego el lugar se convertía en un escenario de terror, miedo, zozobras y esclavitud. En este lugar no había tranquilidad ni espacio para el desarrollo de otras actividades culturales pues no se contaba con el gobierno propio, ni se valoraba, solo se cumplían órdenes. Pero a pesar de cumplir con estos requerimientos las mujeres y niñas eran violadas, torturadas. Fueron muchos los castigos y desapariciones que se ejecutaron, muchas veces, cuando les convenía o cuando deportivamente decidían hacer escarmiento público.
Este lugar es reconocido por los pueblos vecinos como el lugar de la muerte. Llegar a este lugar suponía decir, llegar a la muerte para el aborigen. De igual forma es recordado y ha transcendido el conocimiento a las nuevas generaciones. A pesar de eso hoy en día, transcurridos cien años de recuerdos trágicos, se tienen en cuenta los hechos lamentosos e inolvidables de nuestros antepasados. Podemos decir que las cosas narradas por nuestros antepasados son hechos reales ya que se evidencian y somos testigos de las huellas impregnadas en el territorio, las mentes y las vidas de las personas”.
Dentro de los personajes más destacados de este nuevo escenario de esclavitud en trabajo de siringa son: señor Zumaeta, Ernesto Zumaeta, de nacionalidad peruana y Rufino Ramírez de nacionalidad colombiana. En la extracción de látex del juan soco estuvo Termo Molina, de nacionalidad colombiano. El último personal que intervino en el trabajo del caucho fue Lizardo Zumaeta. Estas personas fueron los que volvieron a esclavizar a la nueva generación, territorio ancestral del pueblo muinane, la población que alcanzó a resistir en la Sabana a orillas del río Cahuinari.
Se afirma que aplicaron el mismo sistema de dominación, sin embargo, se puede decir que esta vez no hubo tanto homicidio. Un aspecto a destacar respecto a la población es que debido al el poco conocimiento obtenido por la llegada de los religiosos a nuestros territorios, ya se conocía el sistema de intercambio ligados al intercambio con el dinero y las medidas del peso en kilos. Pero la población se vio obligado a cumplir con las reglas de trabajos y demás exigencias requeridas para la obtención de la goma del caucho, las personas se esclavizan por obtener sus necesidades básicas personales o comunitarias.
La práctica en la obtención de la goma por esta época consistía en rallar el palo de siringa con una herramienta llamado rajeta, de marca Alemán, y se laminaba con el instrumento denominado laminadora. La gente trabajó para poder pagar los artículos que se obtenían con el blanco, de esta forma sistemáticamente volvieron a trabajar los viejos, los niños y las mujeres.
El señor Pablo Umire anciano y sabedor del clan guara, quien trabajó bajo estas reglas de la cauchería fue testigo de los castigos a que fueron sometidos sus compañeros Lorenzo Yuabore del clan churuco, Neftalí Tenguma del pueblo Uitoto N+pode, Bernardo Suárez del clan piña, Rosendo Andoque del pueblo Andoque. Este último, quien fue golpeado por Lizardo Zumaeta.
Los personajes antes mencionados viven actualmente fuera del territorio ancestral, en diferentes lugares como el corregimiento de Puerto Santander y el corregimiento La Chorrera a excepción del señor Neftalí Tenguama, que en paz descanse. Actualmente, son nuestros ancianos conocedores de la palabra de vida del abuelo tabaco, a diario nos recuerdan a través de sus narraciones buenos y malos recuerdos del devenir de nuestro pueblo.
El caucho que se obtenía en el territorio del pueblo muinane eran llevado desde la Sabana por el río j+gom+i aguas abajo hasta la bocana en el Caquetá, de allí los transportaban aguas arriba del t+emuua+. [Caquetá] hasta el corregimiento de Puerto Santander Jevaoj+ al centro Penal de Araracuara, desde allí luego se transportaba vía aérea a la ciudad de Bogotá.
Estos hechos sucedieron aproximadamente durante unos quince años (versión de Pablo Umire).
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