Noticia

Autor

Sanadra Riveros, periodista CNMH.a

Fotografía

Harold García, CNMH

Publicado

07 Mar 2018

Justicia para las víctimas

El lanzamiento del nuevo informe del CNMH “El derecho a la justicia como garantía de no repetición” tuvo lugar el pasado 17 de mayo en las instalaciones de la Universidad Externado de Colombia. La presentación del libro contó con la participación de las víctimas que fueron parte del proceso de investigación.


El Director del Centro Nacional de Memoria Histórica, Gonzalo Sánchez, y la Directora del Departamento de Derecho Constitucional de la Universidad Externado de Colombia, Magdalena Correa, dieron apertura a este evento. Cada uno de ellos resaltó la relevancia que tiene la publicación de este informe en la actualidad del país, pues en él no solo se exponen los obstáculos y dificultades que han tenido las víctimas para acceder a la justicia, también sus luchas que los han convertido en verdaderos agentes de construcción de caminos de búsqueda de justicia. “Las víctimas son sujetos transformadores de la ciudad, invitan a que la sociedad se movilice para que el aparato judicial funcione”, destacó Gonzalo Sánchez.

Luz Marina Monzón, coordinadora de la investigación, recalcó que es importante no seguir justificando a los victimarios. “Frases como: ‘por algo le pasó lo que le pasó’, ‘algo tuvo que haber hecho’ o ‘quién lo mandó a hacer lo que hizo’ sólo empoderan la violencia, a sus actores y garantizan la repetición”, insistió.

Al finalizar su intervención, se proyectó el documental “Matachines de Buenaventura”. Allí se muestra lo que les sucedió a doce jóvenes en el barrio Punta del Este en Buenaventura el 19 de abril de 2005. Dos de las madres de estos jóvenes presentes en el evento, Regina Valencia y Bolivia Aramburo, recitaron un poema al terminar el documental en el que narraron los terribles hechos en los que sus hijos perdieron la vida.



Seguidamente se dio inicio al conversatorio moderado por Henry Molina, víctima de tortura y protagonista de uno de los 6 relatos contenidos en el volumen 2 del informe. Los otros cinco panelistas del conversatorio fueron: William Vargas, hijo de Lisandro Vargas; Magda Correa de Andreis, hermana de Alfredo Correa de Andreis (tanto William como Alfredo eran profesores de la Universidad del Atlántico y fueron perseguidos y asesinados); Bolivia Aramburo, madre de uno de los 12 jóvenes asesinados en Buenaventura; Paola Medina Charry, hermana de Tarcicio Medina Charry quien era estudiante de la Universidad Surcolombiana y fue desaparecido en 1988 por la Policía Nacional a causa de su militancia en la Unión Patriótica y líder estudiantil; y Nora Pantoja, víctima de violencia sexual por parte de grupos paramilitares en el Putumayo.

Durante el conversatorio los panelistas dieron a conocer los hechos por los cuales reclaman justicia, las fortalezas que adquirieron al enfrentarse a este proceso de búsqueda de la justicia y los obstáculos con los que se han encontrado durante ese largo y desgastante camino. Destacaron que la búsqueda incansable  de explicaciones y respuestas los ha mantenido en la lucha, les ha quitado el miedo y les ha permitido resistir frente a aquellos que han querido silenciarlos.

Asimismo, insistieron en lo que sintieron cuando buscaron ayuda por parte del Estado, pues muchas veces se encontraron con que eran los mismos organismos de control quienes les ponían obstáculos para acceder a la justicia. La indiferencia de estos organismos ante sus casos, y de la misma sociedad, los llevó a encontrar aliados diferentes que les aportaron las herramientas necesarias para salir adelante. Organizaciones como La Fundación Nydia Erika Bautista, la Asociación de Familiares de Detenidos Desaparecidos, entre otras instituciones de derechos humanos, han sido indispensables en el proceso que ha llevado cada uno de ellos.

 

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    Henry Molina destacó que en su caso fue la SIJIN la que cometió la vulneración de derechos y desde entonces no ha podido recibir ningún acompañamiento estatal. “La Fiscalía no me dejó entrar a poner la denuncia, Medicina Legal emitió un informe que decía que a mí no me había pasado nada, el Ministerio del Interior tampoco me dejó acceder a las reparaciones a las que tenía derecho y la Universidad me retuvo los papeles durante 3 años porque pertenecía a una ideología que era inconveniente para ellos”, afirmó.

    También mencionó que siente que la justicia es un mito pero que considera, al igual que sus compañeros de panel, que este tipo de informes sirven para sentar un precedente y aportar para que en adelante los organismos judiciales se transformen y empiecen a cumplir su función.

    El evento finalizó con un acto emotivo en el que los panelistas invitaron al público a unirse al coro de la canción “Con la gente que me gusta”. Con el fin de cambiar esa sensación de que las víctimas deben estar apartadas de la sociedad que las ve, Tania Rodríguez invitó a los asistentes a acercarse, a saludarse y abrazarse entre todos para romper con la indiferencia.

     
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