El Festival
El Festival Internacional Audiovisual MAMBE es organizado por una fundación que lleva su mismo nombre. Ésta ha tenido una evolución, pues empezó con un cine club que fue fundado por un grupo de docentes de la Universidad de la Amazonia y posteriormente es tomado por un cuerpo estudiantil quienes se encargaron de darle vida. “Se hizo un esfuerzo por armar un colectivo. Ya no solo se iban a proyectar películas semanalmente, sino que empezamos a realizar un proceso de acompañamiento a las comunidades que iba a desembocar en un festival de cine”, cuenta Jesús Rivera, representante legal de la fundación.
El nombre del Festival se escogió para resignificar el papel que juega la planta de coca en la cultura ancestral y en la cultura de Colombia. “Nosotros en el Caquetá, al ser puerta de la Amazonía colombiana, tenemos un fuerte contacto con pueblos indígenas y en ese contacto hemos aprendido la historia del mambe”, señala Jesús. Dice que es una analogía que se hace con lo audiovisual, ya que la coca y el mambe sirven para contar historias y sanar el territorio.
Según sus organizadores, el Festival se diferencia a los del resto del país ya que éste es comunitario. Por eso surge la necesidad de dirigirse a las comunidades y brindarles unas herramientas básicas de producción, dirección, creación de guion, actuación, iluminación, edición; para que a partir de ahí creen historias propias que puedan ser contadas y además para que se asuman como sujetos de derechos.
Todo esto se hace directamente porque las personas lo piden y lo permiten. Por esto trabajan durante todo el año tratando que la población adolescente y juvenil se vincule a procesos audiovisuales. Precisamente el Festival es un espacio donde se muestra el resultado de ese proceso, donde lo audiovisual entonces es una herramienta para que la comunidad pueda hablar.
El Festival y la Fundación quieren construir identidad, identidad de comunidades que han sido vulneradas por el conflicto armado. “Lo que queremos es darles poder a través de una herramienta audiovisual. Es decirles que ellos también cuentan en un país, es visibilizar a los invisibles, y cuando hacemos esto estamos haciendo paz”, cuenta Andrés Cardona, presidente de la junta directiva.
Versión 2015
En el desarrollo del festival hay talleres para los jóvenes: de fotografía, de manejo de cámara, de actuación y producción. Además este año habrá un curso de cine recursivo con la intención de que se ruede un documental durante los días del evento.
También hay una proyección de cortos nacionales e internacionales acordes a los cuatro enfoques del Festival (genero, población infantil, medio ambiente y enfoque étnico) y una selección de cortos regionales donde se presentan todos los cortos que se han grabado en el territorio.
Así mismo se realiza una exposición de largometrajes que tengan un tema importante a tratar, pues según sus organizadores es cine para pensar y reflexionar. Este año se presentarán: La tierra y la sombra, El abrazo de la serpiente, Gente de bien y las Tetas de mi Madre.
Entre las novedades de esta versión, es que se por primera vez el Festival se va a descentralizar, pues contará con actividades en el municipio de Doncello, al norte del departamento y en Belén de los Andaquíes, en el sur. La otra, es el concurso de fotografía, el cual es una apuesta para visibilizar a las víctimas, como una estrategia para enaltecer a las personas que han padecido el conflicto armado. También habrá una conferencia con Cesar Oliveros quien presentará su libro: Niños, niñas, conflicto y cine en Colombia.