Con éxito culminó la V Minga de Muralismo Comunitario ‘Los colores de la memoria y la resistencia’, la cual organizó el Centro de Educación Capacitación e Investigación para el Desarrollo Integral de la Comunidad –CECIDIC, y fue acompañada por el Equipo de Apoyo a Iniciativas de Memoria Histórica del Centro Nacional de Memoria Histórica, y hace parte de la agenda del XII Encuentro Sociocultural Nasa Pal Álvaro Ulcué Chocué.
Ulcué fue un reconocido sacerdote e indígena Nasa que promovió la unidad de los tres resguardos de esta región, en el pasado divididos por los partidos políticos. El padre, además, fue responsable de que se avanzara en la recuperación de las tierras y autonomía del pueblo Nasa.
Artistas locales y nacionales, profesores, autoridades tradicionales, estudiantes y padres de familia se encontraron en distintas escuelas del municipio de Toribío, en el Cauca, para escoger qué elementos debían hacer parte de los bocetos definitivos de los murales de la Minga de este año y posteriormente realizarlos.
Esa construcción conjunta es lo que le da un carácter único a la Minga; así lo creen quienes han estado detrás de su organización. “La Minga debería continuar con ese enfoque comunitario, pues no tendría sentido que venga un artista externo o un artista local que pinte la idea de una sola persona en un muro y que la comunidad, que es la que se queda con este, no sepa qué significa ni se vea reflejada ahí. También a través de esos espacios los niños van despertando esos dones artísticos en relación a la pintura y también a la música, porque ellos tocan la flauta mientras que están pintando”, sostiene Lorena Taquinas, coordinadora de la V Minga Muralista Comunitaria.
Los muralistas propusieron talleres artísticos para que la comunidad se involucrara en el trabajo de los murales, no solo en la parte técnica, sino también en las ideas que se necesitaban plasmar. Así mismo, la Minga facilitó que a través de unas “conversas” en las que participan Mayores y Mayoras se recordara a líderes, y se hiciera memoria sobre aspectos políticos y organizativos del pueblo Nasa.
El legado del “’Padre Álvaro” como la lucha de los “Kiwe Thegnas” (Guardia Indígena) fueron algunas de las temáticas que se quisieron destacar en 25 los murales que se pintaron en colegios como La Escuela Vereda López, el Centro Educativo el Trapiche, la Institución Educativa La Playa, la Institución La Tolda, la Institución Educativa Natalá, la Institución Educativa Quintín Lame, el Centro Educativo La Palma, entre otros.
“Estoy muy emocionado de ver cómo el Pueblo Nasa está haciendo diferentes esfuerzos por garantizar que su cosmovisión de mundo perviva. Apoyar esta iniciativa de memoria nos acerca en el cumplimiento del deber de memoria que tenemos con todas las personas, organizaciones o comunidades que han padecido el conflicto”, aseguró Rubén Darío Acevedo, director del CNMH y quien tuvo la oportunidad de acompañar la jornada en Tacueyó.
Así mismo, para los docentes de los colegios, “corazón” además de esta V Minga, los murales se convertirán en potentes herramientas para recordar aquellos elementos principales de la cultura nasa y que se deben apropiar más por las nuevas generaciones.
“Los abuelos ya lo saben, los adultos también, pero con los jóvenes estamos buscando que no se pierdan esos legados a través de unas estrategias artísticas, culturales. Allí transmitimos, memoria, esas luchas que hemos tenido, esa sabiduría y esa memoria histórica”, agrega Taquinas.
A su vez, durante la Minga se promovió la realización de otros espacios encaminados a garantizar que no solo se produjera “Minga adentro”, sino también una “Minga para afuera”. La intención: demostrar que “Toribío no es como lo pintan, sino como lo pintamos”.
Para Breiner Yule, profesor de CECIDIC que ha estado detrás de las Mingas de Muralismo Comunitario desde su primera versión, el muralismo les ha permitido “mostrar nuestra identidad a través de la pintura, marcar el territorio, expresar nuestras simbologías, nuestros sentires, nuestra espiritualidad y nuestro proceso político porque desafortunadamente por el conflicto armado que ha vivido el país y directamente el municipio de Toribío nos conocen por imágenes de guerra que pasan diferentes medios de comunicación, pero no por el proceso que llevábamos como pueblos indígenas en resistencia”.
Entre las actividades que se desarrollaron durante los días de Minga estuvo la conversación alrededor de la Tulpa y en la que se buscó conocer la experiencia particular de cada artista o colectivo, con las diferentes comunidades que los recibieron; la participación en el Cxapucx, uno de los rituales principales del Pueblo Nasa y un recorrido en bus escalera para que todos los artistas pudieran conocer cómo quedaron los murales de sus colegas.
El 2 de noviembre se realizó el acto de cierre de la V Minga de Muralismo Comunitario y con este ya piensa en la organización de la versión del 2022 ¡Queda la sensación de que otros miles de murales nacerán!