Los ciudadanos de la capital del país lograron conocer durante un mes, las experiencias de las memorias vivas de los pueblos indigenas Wiwa, Uitoto-Mɨnɨka, Ɨvhuuza (Okaina), Gaigoomɨjo (Muinane), Pɨɨneemuunáá (Bora), Barí, Nasa, Pasto, Kamëntšá y Awá. Esta exposición denominada “Sanaciones, Caminos de Resistencia”, es fruto del proceso concertado con estas 10 comunidades indigenas y los equipos de Museografía, Curaduría, Pedagogía, Laboratorio Digital y Comunicaciones, del Centro Nacional de Memoria Histórica. Una itinerancia que empezo a viajar en los departamentos de Nariño y Putumayo y que ya se hizo realidad en Bogotá.
Al respecto, Juan Ricardo Barragán, profesional especializado y líder del equipo de pedagogía y extensión cultural comentó «Esperamos que Sanaciones: Caminos de resistencia, continué su viaje por los territorios del país, que siga sumando historias, testimonios, vivencias, llevando un mensaje de estos pueblos indígenas en el marco del conflicto armado, ojalá que se puedan integrar más pueblos indígenas y desde el CNMH se pueda seguir tejiendo y reivindicando el lugar diferencial que tienen los pueblos étnicos, en el relato de nación que nos constituye como colombianos».
Miles de bogotanos y visitantes de todas las regiones del país pudieron observar, los cinco ejes de la exposición: 1) resistencias históricas de los pueblos indígenas, 2) territorios, 3) disposición al diálogo, 4) la fuerza de lo colectivo y 5) naciones.
Con la participación de los profesionales de la dirección técnica del Museo de la Memoria de Colombia y los mediadores preparados en temas curatoriales y museísticos, se logró presentar a más de 2.100 personas los saberes y prácticas de las comunidades nativas, como inspiración para estimular procesos de sanación colectiva y territorial. De igual forma se destacó, especialmente, la búsqueda de los pueblos indígenas, siempre inacabada, por sobreponerse a la violencia y pervivir en medio de un conflicto activo. Alba Nelly Mina, vocalista y líder del grupo EchembeleK, quien amenizó con su baile el concierto de finalización, aseguró que «la sanación está dentro de cada uno de nosotros, si sanamos de diferentes maneras, donde estemos, aquí o en territorio, por medio de la poesía, la música y el arte, seremos mejores seres humanos y habrá paz en los corazones».
La oferta artística y cultural fue prolífica en actos culturales, literarios, teatrales, performance con enfoque diferencial, franja audiovisual, sonoridades, audioguías, contenidos con códigos QR y acciones de memoria, como las armonizaciones que fueron dirigidas por las autoridades indígenas. Grupos de universitarios, estudiantes de colegio y colectivos de personas víctimas y organizaciones defensoras de derechos humanos también participaron de la mediación realizada por 13 jóvenes conocedores del contenido presentado con enfoque diferencial, curaduría, museografía y educación.