La Estrategia de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) ha diseñado un dispositivo lúdico pedagógico de memoria intercultural que consiste en recorrer y compartir la memoria de las luchas, resistencias, red vital y actos de mala muerte de las comunidades indígenas. Esto se encuentra en varios documentos, tales como el informe titulado Tiempos de vida y muerte, memorias y luchas de los pueblos indígenas en Colombia (CNMH, 2020); el informe de esclarecimiento en el Urabá Antioqueño, sur de Córdoba, bajo Atrato y Darién Estrategias de guerra y trasfondos del paramilitarismo (CNMH, 2022); el plan especial de salvaguardia de la manifestación gualíes, alabaos y levantamientos de tumba, ritos mortuorios de las comunidades afro del municipio del Medio San Juan (Ministerio de Cultura), entre otros documentos.
La Estrategia de Pedagogía del CNMH ha compartido este dispositivo con la comunidad afrodescendiente, en este caso, con la Asociación Kombilesa, la cual está comprometida en la lucha contra el racismo, la discriminación racial, las formas conexas de intolerancia y erradicación de violencias de género, así como la defensa de los derechos de los pueblos étnicos y las acciones afirmativas en la educación superior.
Kombilesa es una expresión de la lengua palenquera que significa ‘mis amigos’. La asociación le ha apostado a la generación de liderazgos étnicos, críticos y transformadores, los cuales, a su sentir, merecen tener un informe que va desde sus raíces a la actualidad.
Para Mateo Barney, diseñador pedagógico del CNMH y autor del dispositivo: «es un gran paso para los pueblos afrocolombianos, palenqueros, raizales y las comunidades negras, puesto que su historia merece ser documentada. El conflicto parte desde cuando llegan como esclavos al puerto de Cartagena —en ese momento de propiedad de la Corona de Castilla y Aragón— donde se les sometía al palmeo. Es decir, las autoridades de la colonia los revisaban, junto con un médico, el comprador y el vendedor. Al momento de ser revisados, se les procedía a marcar con un hierro caliente sobre su pecho, cara o espalda; esta cicatriz representa que el esclavo tiene un dueño. Este era el primer acto administrativo de la Colonia para indicar que la mercancía cumplía con todos los requisitos legales para ingresar a lo que hoy es Colombia».
La construcción del informe que aspira a tener la población afrodescendiente aporta al bienestar de las comunidades étnicas y la protección de sus derechos colectivos, por tal motivo, «el propósito del dispositivo lúdico es, por medio de la gamificación, recorrer la memoria a través de la espiral indígena y el Ubuntu afrocolombiano. Así que se desarrolló una serie de talleres en la Asociación Kombilesa para conocer, identificar y lograr nuevos hechos emblemáticos de los pueblos negros, raizales, palenqueros y afrocolombianos», señaló Mateo.
Diana Montaño, gerente de la Asociación Kombilesa, afirmó: «Hoy, gratamente, recibimos al CNMH en nuestra sede, con la oportunidad de conocer su dispositivo lúdico, lo que nos permitió pensar y reflexionar sobre los hechos históricos de los pueblos étnicos, especialmente los pueblos afrodescendientes. Es fundamental esta apuesta pedagógica para la asociación, pues hemos trabajado desde hace más de 15 años por el empoderamiento y transformación de nuestro pueblo afro y, con esta estrategia, tendremos las narrativas de nuestros pueblos para hacer una contribución a la construcción de la memoria desde la perspectiva étnica».
¿En qué consiste este dispositivo? Mateo Barney resaltó que «esta es una herramienta para socializar, sensibilizar y recolectar nuevos elementos propios para elaborar una propuesta de informe de esclarecimiento de la verdad a partir de estas comunidades». Explicó que «el dispositivo es un tablero en forma de Pachamama o Ubuntu, compuesto por diferentes casillas, las cuales son transitadas por medio de fichas, cartas y un par de dados. En este recorrido no hay ganadores ni perdedores, los participantes deberán recoger la memoria y sabiduría dada por los viejos, taitas, thë’ wala, payés, jaibanás, sabedores, caciques y mayores, lo cual se logra recorriendo el espiral indígena y el Ubuntu afrocolombiano».
Al momento de terminar de jugar, los estudiantes y docentes deberán reflexionar y decidir qué elementos faltan, no son adecuados o se podrían complementar en la espiral, desde sus experiencias y saberes. El fin del juego no es necesariamente llegar al final porque no hay una meta. El principio es atesorar la mayor cantidad de cartas de la red vital y la mala muerte por parte de cada participante. En los talleres con Kombilesa se identificaron interesantes hechos, como el primer Congreso de la Cultura Negra de las Américas (12 al 15 de octubre de 1977), Casilda Cundumí, el libro Changó el gran putas de Manuel Zapata Olivella, el genocidio del DANE, la Masacre de los niños del Cañaduzal en Cali en el 2020, entre otros muchos más.
El dispositivo lúdico nació como una propuesta para la socialización del informe de los pueblos indígenas, cuya intención es traspasar lo escrito y dirigirse a comunidades orales. Esto fue acordado con la Organización Nacional Indígena de Colombia (ONIC), en mesas de trabajo. Se espera contar con un universo más amplio de las lógicas del país, con elementos propios de las comunidades afrocolombianas y campesinas, que apuestan por el bienestar colectivo de las comunidades étnicas y a la protección de sus derechos colectivos, ambientales, sociales y culturales en torno a la pedagogía y la apropiación social de la memoria histórica en procura de la paz total.