Consideraciones sobre la Comisión de la Verdad, el Informe Final y su legado

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Publicado

11 abril 2023

Consideraciones sobre la Comisión de la Verdad, el Informe Final y su legado

  • Reconocemos que el Legado de la CEV lo conforman el Informe Final y las herramientas transmedia que se diseñaron, pero también su archivo, que contiene más de 1.600 informes de esclarecimiento entregados por diversos actores.
  • Recoger, impulsar y continuar este legado es parte de la tarea del CNMH, por lo que la entidad asume el Informe Final como un punto de partida para seguir con esta inacabada labor, y recoge el mandato de la CEV de esclarecer el origen del conflicto armado, incluso yendo más atrás de 1958, fecha que la CEV fijó como el inicio del esclarecimiento.

Sobre el legado de la CEV

La Comisión para el Esclarecimiento de la Verdad, la Convivencia y la No Repetición fue una entidad parte del Sistema Integral de Verdad, Justicia, Reparación y No Repetición creada por el decreto 588 de 2017 con un carácter transitorio de 3 años que fue ampliado por nueve meses más por la Corte Constitucional. Sus objetivos fueron: (i) contribuir al esclarecimiento de la verdad de lo ocurrido durante el conflicto armado de acuerdo con su mandato, (ii) promover y contribuir al reconocimiento de lo ocurrido, de cara a las víctimas, por parte de responsables, así como al reconocimiento por parte de la sociedad de lo ocurrido y (iii) promover la convivencia en los territorios a través de la superación de conflictos a través del diálogo.

La Comisión de la Verdad (CEV) en términos generales cumplió sus objetivos y su mandato, y ha dejado a la sociedad colombiano un Informe Final, un legado y una serie de lecciones aprendidas y de contribuciones al entendimiento del conflicto armado y a la construcción de la paz.

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) está comprometido con recoger y continuar este legado, que junto a lo realizado por esta misma entidad y otras similares de carácter estatal, así como por cientos de académicos, organizaciones sociales y de víctimas, y comunidades en general, constituye un enorme acumulado de reflexiones, análisis, narrativas y explicaciones sobre la historia del conflicto armado y la violencia sociopolítica en Colombia.

El legado de la CEV está también en los procesos de reconocimiento a la dignidad de las víctimas, y reconocimientos públicos por parte de responsables de la violencia, en los procesos sociales de resolución de conflictos que se impulsaron, así como ejercicios de memoria que se dieron a nivel territorial. El enfoque territorial y los enfoques diferenciales en la CEV también dejaron un legado de aprendizajes, lecciones aprendidas y múltiples diálogos en territorio. Todos estos procesos sociales y de memoria, en la medida de las posibilidades, podrían seguir siendo acompañados por el CNMH, en particular los relacionados directamente con construcción de memoria histórica.

Pero el legado de la CEV va mucho más allá del Informe Final y de los procesos que acompañó directamente la entidad. Está sobre todo en los más de 1.600 informes de esclarecimiento que le fueron entregados por individuos, organizaciones sociales, centros de pensamiento, entre otros. Está en la verdad contenida en los más de 27 mil testimonios que recogió la CEV, en el enorme archivo que deja la Comisión, el cual aún nos invita a seguir explorándolo a profundidad para continuar la tarea del esclarecimiento. La verdad está en las preguntas que la sociedad hizo y sigue haciendo sobre el porqué del conflicto en Colombia, sobre las causas y responsabilidades.

Así pues, comprendiendo el legado como el conjunto de lo que dejó la CEV en cuanto a su Informe Final, los procesos sociales de reconocimiento y diálogo que acompañó y promovió, y los testimonios, informes y documentos que alberga su archivo, el CNMH misionalmente está comprometido a recoger, analizar, continuar y aportar a la apropiación de este legado.

 

Sobre el Informe Final

Los 11 tomos que componen el Informe Final de la CEV constituyen un avance significativo e insumo central en el entendimiento del conflicto armado en Colombia, sus dinámicas, los impactos, las formas como las víctimas padecieron y afrontaron la guerra, las variaciones territoriales del mismo, así como muchas de las resistencias que desde 1958 se han dado en Colombia.

Como dijo el presidente de la CEV, Francisco de Roux, en la ceremonia de entrega de este Informe Final, el esclarecimiento de la verdad es un proceso inacabado, el cual hace también parte hace 11 años de la misión del CNMH y lo continuará siendo ahora que el país cuenta con un invaluable insumo como es el Informe Final de la CEV. El CNMH, en el marco de la administración actual, ha iniciado un proceso de lectura crítica y detallada del Informe Final, tomándolo como punto de partida, junto a otras fuentes, para los 12 procesos investigativos de esclarecimiento de la verdad que ha emprendido el CNMH este año.

El punto 6 del mandato de la CEV (artículo 11, decreto 588 de 2017) habla de esclarecer “el contexto histórico, los orígenes y múltiples causas del conflicto, teniendo en cuenta como insumo los informes de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas[1], entre otros.”[2]  Al decidir el plenario de comisionados que la fecha inicial del esclarecimiento era 1958, se perdió la oportunidad de ir más atrás en el entendimiento de las causas y orígenes del conflicto armado, en los antecedentes directos de una violencia que desangró el país antes de la llegada del Frente Nacional y cuyas heridas abiertas dieron pie al conflicto que siguió en la década de 1960. El CNMH ha decidido en la actual administración continuar el esclarecimiento en este sentido, yendo de forma rigurosa al análisis de las causas y el origen del conflicto armado.

Así mismo, en el contexto de una guerra que aún no termina, y una paz que sigue buscando ser total y completa, el esclarecimiento del presente, de las dinámicas actuales del conflicto que vive el país, así como las dinámicas sociales, la represión estatal violenta de la protesta social, la afectación a los pueblos étnicos, entre otros, siguen siendo parte del análisis y el esclarecimiento de la verdad que continuará haciendo el CNMH.

 

 

Sobre las recomendaciones

Las 67 recomendaciones consignadas en el tomo «Hallazgos y Recomendaciones» del Informe Final de la CEV constituyen en general un aporte fundamental al debate de los cambios necesarios en Colombia, tanto en la sociedad como en la institucionalidad. En particular, el CNMH considera necesario que se discuta más a fondo la recomendación número 12 sobre memoria, en la cual se plantea la necesidad de que se constituya el museo como una entidad autónoma e independiente, así como lo expresado en el pie de página 1209: “A nuestro juicio, el Museo debería asumir varias de las funciones del CNMH, que entonces debería suprimirse, así como recibir y asumir el legado del Grupo de Memoria Histórica y de la Comisión de la Verdad”. Por un lado, consideramos que el Museo de la Memoria no podría asumir todas las tareas que actualmente hace el CNMH tales como el Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad, o continuar parte del proceso investigativo para el esclarecimiento de la verdad. Por otro lado, consideramos que el deber de memoria del Estado es permanente y no transitorio y, por lo tanto, en lugar de suprimir el CNMH, este debería fortalecerse y dársele carácter permanente, más allá de la vigencia de la ley 1448 de 2011.

 

Sobre la exposición basada en el Informe Final para el Museo Nacional de Memoria

El numeral 8 del artículo 13 sobre las funciones de la CEV habla de la estrategia de difusión que debe dársele al Informe Final, y formula que “en todo caso, las conclusiones de la CEV deberán ser tenidas en cuenta por el Museo Nacional de la Memoria”. En ese sentido, es claro que el CNMH debe tener en cuenta las conclusiones de la CEV en el Museo Nacional de la Memoria. El CNMH mantiene una actitud abierta y constructiva para poder incluir en sus exposiciones, entre otras, el contenido del Informe Final, así como en particular con el guion que se construyó con financiación de la GIZ, basado en el Informe Final. Consideramos que así, como el esclarecimiento no está cerrado ni el Informe final es completamente conclusivo, se debe activar la escucha a las víctimas, la lectura rigurosa del documento y las reflexiones técnicas museográficas para lograr exponer en el Museo Nacional de la Memoria el contenido de dicho informe. 

[1] Dentro de este documento, ensayos como el de Alfredo Molano, el de Darío Fajardo, el de Jairo Estrata o el de Sergio de Zubiría o el de Renán Vega, inicial el análisis entre las décadas de 1920 y 1930.

[2] El artículo 12 del decreto 588/2017 profundiza en este tema “ARTÍCULO 12. Período objeto de estudio. Para abordar los distintos elementos de su mandato, la CEV tendrá como período objeto de estudio el del conflicto. Como ello supone un marco temporal extenso, será necesario que la CEV establezca dentro de éste prioridades en su investigación. No obstante, para efectos de cumplir con el propósito de esclarecer plenamente los orígenes y múltiples causas del conflicto, la CEV podrá explorar eventos históricos anteriores a éste, teniendo en cuenta como insumo básico, entre otros, los informes de la Comisión Histórica del Conflicto y sus Víctimas.” (negrilla añadida)

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