El Centro Nacional de Memoria Histórica participó en la Fiesta del Libro de Cúcuta (FliC) 2024 con más de 30 actividades.

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CNMH El Centro Nacional de Memoria Histórica participó en la Fiesta del Libro de Cúcuta (FliC) 2024 con más de 30 actividades.

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2 de septiembre de 2024

La palabra, la verdad y la memoria: tres protagonistas de la Fiesta del Libro de Cúcuta 2024

Entre el 2 y el 7 de septiembre, en el estand del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), se escucharon «Todas las memorias todas», durante más de 30 actividades, en la Fiesta del Libro de Cúcuta (FliC)

Las voces de quienes han sufrido los estragos del conflicto armado encontraron un lugar para ser escuchadas durante la Fiesta del Libro de Cúcuta (FliC) 2024. Entre el 2 y el 7 de septiembre, el estand del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) se convirtió en un espacio para conocer las historias de resistencia y resiliencia de quienes le apostaron a un camino distinto a la guerra y siguen soñando con una Colombia en paz. 

Con el propósito de escuchar a «Todas las memorias todas», el CNMH dispuso una sala de escucha: un lugar rodeado por tubos de cartón, que aislaban el sonido exterior y potenciaban las voces de los participantes. De ese modo, la palabra circuló entre poetas, novelistas, periodistas y estudiantes, quienes reconocieron el verdadero poder del arte. 

«Sanamos leyendo, pintando, cantando, pero nunca lo haremos callando», puntualizó Nartyjulieth Vasquez, contratista de la Biblioteca Especializada del CNMH

Tomar la palabra en medio de las balas

El 2 de septiembre, cuatro periodistas participaron en el conversatorio «Tomar la palabra en medio de las balas» y sus reflexiones hicieron evidente el reto de hacer periodismo de investigación actualmente en nuestro país. En primer lugar, Estefanía Colmenares, exdirectora del diario La Opinión, manifestó que «es difícil mantener la independencia cuando te dicen que te van a matar». 

Al respecto, si bien Colmenares resumió en esa frase las dificultades que enfrentan los miembros de la prensa en la frontera, también señaló que «el periodismo sin investigación no vale mucho la pena». Frente a esto, Cristian Herrera, periodista de los diarios Q’hubo y La Opinión, comentó que, incluso con los riesgos, él sigue escudriñando las historias y, por eso, decidió dejar de firmar sus trabajos: «No tengo autocensura, pero sí autoprotección».

 

 

Por su parte, Jhon Jairo Jácome, miembro del Consejo de Redacción, afirmó que, hace un par de años, decidió que «no hay ninguna nota que valga la vida» y que, si bien eso no lo ha alejado de las salas de prensa, sí le ha permitido decidir lo mejor para su bienestar. «Quisiera saber cuál es la fórmula para que el periodismo sea rentable sin perder su independencia», agregó. 

Finalmente, Nicolás Sánchez, periodista de Vorágine, indicó que esos miedos son recurrentes en su oficio y cuestionó los poderes detrás del silenciamiento a los periodistas. «Hay actores políticos, armados y de la mafia en las cárceles», reflexionó Sánchez, y mencionó que existe un eslabón perdido en la historia: el factor económico. «¿Qué pasó con los empresarios que pusieron a funcionar este entramado ilegal?, —cuestionó Sánchez ante el público—. Eso es algo que hace falta contar y va a ser muy difícil hacerlo».

 

Un micrófono para «Todas las memorias todas»

  • Martha Mora, poetisa del Catatumbo, durante el micrófono abierto del CNMH.

    Martha Mora, poetisa del Catatumbo, durante el micrófono abierto del CNMH.

  • Carmen García, poetisa del Catatumbo, durante el micrófono abierto del CNMH.

    Carmen García, poetisa del Catatumbo, durante el micrófono abierto del CNMH.

  • Melfides Gulloso, exmilitar y autor del libro Bajo sangre y fuego, durante el micrófono abierto del CNMH.

    Melfides Gulloso, exmilitar y autor del libro Bajo sangre y fuego, durante el micrófono abierto del CNMH.

  • Isaías Romero, autor del libro El abuelo rojo, durante el micrófono abierto del CNMH.

    Isaías Romero, autor del libro El abuelo rojo, durante el micrófono abierto del CNMH.

  • Luis Darío Bernal, poeta y autor del libro El placer del desahogo, durante el micrófono abierto del CNMH.

    Luis Darío Bernal, poeta y autor del libro El placer del desahogo, durante el micrófono abierto del CNMH.

  • El micrófono abierto del CNMH escuchando a «Todas las memorias todas».

    El micrófono abierto del CNMH escuchando a «Todas las memorias todas».

     

    Cada día, sobre las 4:00 p. m., las y los asistentes cumplían la cita programada con el CNMH para participar en su micrófono abierto. A la «Sala de escucha» llegaron poetas y poetisas del Catatumbo, reconocidos escritores/as latinoamericanos/as y personas interesadas en escuchar la palabra de quienes han vivido la guerra.

    «Yo soy una cifra más del conflicto, que dio un salto para hacer algo diferente», dijo Martha Lucía Mora, una poetisa de Norte de Santander que ha narrado su historia a través de los versos. La escritora de El cáliz de mi sangre y coautora de Entre plumas y espadas manifestó cómo el arte le permitió hacer catarsis tras haber enviudado en medio de la guerra. «Hoy les hago esa invitación: denle alas al arte, a la risa y a las plumas», añadió.

    El CNMH también está presente en la Fiesta del Libro y la Cultura de Medellín, te invitamos a conocer la programación.

    Como en el caso de Martha, la escritura también fue una herramienta para contar la historia de Melfides Gulloso, un poeta que hizo parte del Ejército Nacional. «Me retiré porque, siendo militar, protegiendo a otras familias, no pude proteger la mía», contó este escritor, quien cambió los fusiles por los lápices y terminó lanzando su libro Bajo sangre y fuego. «Nunca pensé que terminaría escribiendo —comentó Gulloso—. Al final, las fuerzas militares se componen de hombres comunes y corrientes que también tienen sueños».

     

     

    El 4 de septiembre, escritores de literatura infantil llegaron al micrófono abierto, junto con un grupo de estudiantes. Inicialmente, Isaías Romero, autor de El abuelo rojo, habló sobre el impacto que tuvo el asesinato de Jorge Eliécer Gaitán en la historia de Colombia: «Ese fue el legado más triste, pues se demostró que se podía asesinar a otros por pensar diferente».

    Por su parte, Luis Darío Bernal, poeta y escritor con una trayectoria de más de 30 años, compartió con los más jóvenes algunos poemas de su libro El placer del desahogo. En uno de sus versos, manifestó que en el país de Macondo somos «adictos al inquebrantable vicio de sobrevivir» y cautivó la atención de los alumnos y alumnas con otros fragmentos de su obra. 

     

    Los impactos psicosociales del conflicto armado

    Cúcuta no solo fue la ciudad escogida para las actividades ya mencionadas, sino que también se convirtió en el espacio para conocer con mayor profundidad las huellas psicosociales del conflicto armado en Colombia. El 4 de septiembre, el equipo de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV) llegó a la capital de Norte de Santander para realizar el prelanzamiento del informe psicosocial «¿Qué le digo yo? Ya no se sabía qué dolía más»

    «Este informe da cuenta de las violencias e impactos psicosociales de las acciones de las estructuras paramilitares», explicó Carlos Mario López, director técnico de la DAV. De ese modo, lo que se cuenta en el ejemplar tiene el propósito de dignificar la memoria de quienes vivieron los estragos de la guerra. 

     

     

    López explicó que, para realizar el informe, fue necesario contrastar diversas fuentes. En este sentido, se tuvieron en cuenta las voces de los paramilitares desmovilizados que aportaron su versión al Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad, la información documental y de expertos en el conflicto armado, y los testimonios de las víctimas y sobrevivientes.

    Al respecto, Maritza Villarreal, investigadora del informe, señaló que el objetivo de la investigación no recaía en buscar cifras. «Fue una estrategia documental y cualitativa —expuso la integrante de la DAV—. Nos enfocamos más en las historias que hay detrás».

    Conoce también cómo la memoria también fue protagonista en la Feria del Libro de Barrancabermeja (FELIBAR)

    Durante el conversatorio, alrededor de 30 personas escucharon cómo el conflicto armado generó afectaciones de manera individual, familiar, colectiva y diferencial. «Incluso, nos dimos cuenta de que el daño psicosocial tiene la capacidad de trasladarse a segundas y terceras generaciones, heredando las angustias», agregó Villarreal. 

    Frente a esto, Carlos Mario López comentó que, a pesar de los daños ocasionados, también se registraron los afrontamientos y resistencias de las poblaciones. «A través del arte y del tejido, por ejemplo, han logrado hacer sus procesos de memoria histórica», precisó el director de la DAV. 

    El informe psicosocial «¿Qué le digo yo? Ya no se sabía qué dolía más» estará disponible de manera virtual a mediados de octubre y su lanzamiento oficial se realizará en Barranquilla (Atlántico). Mientras tanto, el CNMH continúa abriendo espacios —como en esta Fiesta del Libro de Cúcuta— para seguir escuchando a «Todas las memorias todas».

     

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