Del territorio al centro: la caravana que sembró memoria colectiva
En la FILBo 2025, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) abrió un espacio para escuchar las voces de quienes, desde los territorios, han tejido procesos de memoria, dignidad y resistencia. El conversatorio «Del territorio al centro» reunió a liderazgos comunitarios que recorrieron la Caravana por la Memoria reafirmando así la importancia de construir país desde la verdad compartida.
En la FILBo 2025, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) abrió un espacio para escuchar las voces de quienes, desde los territorios, han tejido procesos de memoria, dignidad y resistencia. El conversatorio «Del territorio al centro» reunió a liderazgos comunitarios que recorrieron la Caravana por la Memoria reafirmando así la importancia de construir país desde la verdad compartida.
En el marco de la FILBo 2025, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) realizó el conversatorio «Del territorio al centro: estrategias comunitarias de memoria y el rol del CNMH», un espacio de encuentro con líderes comunitarios y organizaciones sociales de distintas regiones del país. La actividad revivió el espíritu de la Caravana por la Memoria, una experiencia transformadora que recorrió el país para reconocer procesos de dignificación, resistencia y verdad en los territorios.
Fue una jornada testimonial en la que se compartieron distintos efectos de esta experiencia, como escucha real, visibilidad institucional y fortalecimiento de procesos locales de memoria histórica. Desde el auditorio del Pabellón Colombia, se reafirmó que la memoria se construye desde el territorio, con quienes han cargado el dolor, la esperanza y la fuerza de seguir adelante.
Durante el conversatorio, líderes y lideresas de distintas regiones del país compartieron cómo la Caravana por la Memoria les permitió visibilizar historias silenciadas y sembrar procesos de dignificación y resistencia colectiva. Adiluz Cárdenas, desde la finca La Europa, en Ovejas (Sucre); Carolina Hernández Camargo, indígena zenú del cabildo Los Suárez; Francisco Javier Osorio Contreras, de San Juan Nepomuceno (Bolívar); Lina Marquesa Rodríguez Meléndez, docente en San Onofre de Torobé (Sucre); Rosember Barón Berrío, de la vereda La Pelona, y Yurleidis Tapia, de las comunidades de Tapón y Los Guáimaros, en San Juan Nepomuceno, reafirmaron que «el Centro sembró una semilla de esperanza». «La memoria no solo se escribe, también se canta, se borda, se cocina y se conversa». «En los territorios, la palabra se convirtió en nuestro refugio, nuestra forma de resistir y sanar», agregaron.
Las Sábanas de sueño fueron también parte esencial de este encuentro. Como lo expresó Rosember Barón Berrío, se trata de piezas textiles, creadas por las comunidades, reúnen recuerdos, testimonios y resistencias: «Queremos que cada comunidad tenga su sábana de sueño, donde pueda pegar lo que piensa, lo que duele y lo que espera». Este ejercicio de memoria desde el arte y el afecto se convierte en una forma de terapia, de resistencia y de apuesta por la vida digna.
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Lina Marquesa Rodríguez Meléndez, docente en San Onofre de Torobé (Sucre) entrega a la directora del CNMH, María Gaitán Valencia, la pintura del sancocho sanador como símbolo de los aprendizajes territoriales en la construcción de paz.
En el marco del conversatorio, lideresas y líderes comunitarios entregaron a María Gaitán Valencia, directora del CNMH, una pintura representativa del sancocho sanador, una práctica ancestral de resolución de conflictos. Como lo expresó Lina Marquesa Rodríguez Meléndez, esta imagen colectiva refleja cómo en sus comunidades la comida, el arte y el diálogo se han convertido en herramientas de reconciliación, de transmisión de valores y de construcción de paz con sentido territorial:
«Ese sancocho lo usaban nuestros abuelos para resolver los problemas sin violencia. Hoy lo convertimos en comida, teatro y cultura para enseñar a las nuevas generaciones a convivir en paz», afirmó.
Representantes de comunidades campesinas, afro e indígenas posan con la pintura del sancocho sanador, símbolo de reconciliación y memoria.
Este conversatorio fue impulsado por las estrategias de Territorialización y Transversalización del (CNMH) y reafirmó que la memoria histórica no nace en los escritorios, sino en los territorios, en las cocinas, en los caminos y en los afectos. Acompañar esas voces, fortalecer sus apuestas y caminar al ritmo de sus procesos es el compromiso que el CNMH continúa honrando.
Dichas voces provenientes de rincones olvidados por décadas, recordaron que la memoria también se cocina en un sancocho colectivo, se borda en una sábana compartida y se canta con gaita y tambor. El legado de la Caravana por la Memoria no solo unió territorios, sino que tejió confianza, impulsó nuevas búsquedas y dejó sembrada una certeza: Colombia se transforma cuando escucha lo que tienen que decir sus pueblos.
Revive el conversatorio completo aquí: