El CNMH realizó el Segundo Diálogo MHERI: Exilio, Insilio, Retorno y Reexilio con un llamado a la acción y la inclusión

 

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) llevó a cabo el Segundo Diálogo MHERI: Exilio, Insilio, Retorno y Reexilio. Dinámicas y Trayectorias Múltiples. El evento, realizado desde el territorio ancestral muisca, reunió a destacadas voces para abordar las complejas realidades de las colombianas y los colombianos fuera de su territorio, con un enfoque en la paz, la reparación y la construcción de políticas inclusivas.

 

 

La jornada de Memoria Histórica del Exilio, Retorno e Insilio (MHERI)  comenzó con una armonización a cargo de Yidid Romero, integrante del equipo de la estrategia SaNaciones del CNMH, quien, con un mensaje de paz e iluminación, invocó la sabiduría de la madre naturaleza para guiar las palabras y pensamientos de los participantes, y así abrir los brazos a las y los colombianos que se encuentran lejos de su tierra. La moderación del diálogo estuvo a cargo de Lorena Urrea, de la Red de Diplomacia Feminista (RDF), quien aseguró un espacio de reflexión inclusivo y profundo; en esa medida, Urrea invitó a pensar la migración desde una perspectiva de género, aportando desde el trabajo colectivo que adelanta la red en torno al enfoque interseccional que impulsa la diplomacia feminista.

 

Voces y aportes destacados

 

Gloria Cuartas, directora de la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz, destacó que el acuerdo de paz ha sido fundamental para empezar a sanar una Colombia marcada por múltiples violencias. Al respecto, resaltó que los seis puntos acordados comprometen a todas las entidades del Estado y a la cooperación internacional con la reparación a las víctimas. 

Por otra parte, Cuartas mencionó el interés de países como Ecuador y Argentina en conocer alternativas reales para quienes han sido exiliados, especialmente frente a temas como la pensión. Además, aseguró que la Unidad de Implementación del Acuerdo de Paz trabaja bajo una organización institucional que no solo ofrece atención virtual, sino también inmersión para las víctimas retornadas, con el respaldo de recursos gubernamentales y de un equipo de acompañamiento permanente.

Posteriormente, en una segunda ronda de preguntas, Cuartas reafirmó el compromiso de su equipo de dialogar con la Cancillería y sus equipos internos para debatir ante el Congreso de la República la importancia del fortalecimiento de los movimientos sociales de víctimas en el exterior, buscando así dar un giro internacional a la violación sistemática de los derechos humanos en el marco del conflicto armado y asegurar la protección lograda por hombres y mujeres en el exilio. 

Por último, hizo un llamado a la revisión e implementación de políticas reales para el retorno, como la Ley 2136 de 2021; asimismo, invitó a organizaciones como la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP) y la Unidad de Búsqueda de Personas dadas por Desaparecidas (UBPD) a unirse para exigir un rol para las y los colombianos expulsados por el conflicto armado en futuras negociaciones políticas. «Hagamos un pacto político desde afuera y dentro, que no nos maten por pensar distinto, por regresar a nuestra tierra, que no me estigmaticen porque regresé del exilio», puntualizó.

Por su parte, José Gamboa, vocero del Encuentro Amplio del Exilio (EAE), explicó las dinámicas cambiantes del exilio y cómo las regulaciones normativas en Estados Unidos y Europa impactan la vida de los migrantes. En esta vía, reflexionó sobre el abordaje académico del tema e hizo un llamado al Gobierno nacional para concretar una política de protección para la «Colombia fuera de Colombia». 

Gamboa también expresó la necesidad de revisar los conceptos en torno al tema con el fin de establecer nuevas narrativas que combatan la discriminación semántica y política; en esa medida, es imperativo cuestionar las definiciones jurídicas de «exiliados», «refugiados», «migrantes forzosos» y «víctimas en el exterior», ya que, según él, no abarcan al considerable número de desplazados que ha dejado el conflicto en el país. Por último, en su intervención final, Gamboa, en representación de los exiliados, afirmó lo siguiente: «La Colombia fuera de Colombia le apuesta a la paz, pero nos tienen que permitir participar», enfatizando que la paz es un pacto colectivo que requiere responsabilidad, escucha activa a las víctimas y una apuesta decidida por la vida digna y la democracia.

Finalmente, Indira Murillo, directora de proyectos del Instituto Capaz, ofreció una mirada académica sobre la evolución del exilio y la migración forzada de colombianos debido al conflicto armado, el narcotráfico y la ausencia del Estado. Al respecto, señaló cómo estos factores conducen a migraciones precarias a través de zonas fronterizas y selváticas como el Darién, problemática que afecta no solo a los colombianos sino a personas de la región e intercontinentales. 

Adicionalmente, Murillo abordó los retos del marco normativo, al destacar la brecha existente entre la aprobación de normas para beneficiar a exiliados y refugiados, y su ejecución material, a menudo limitada por la falta de presupuesto y recursos humanos. Frente a esto, subrayó la importancia de pasar de una mirada consultiva permanente a los exiliados a incluirlos en espacios decisorios. 

Finalmente, concluyó que la academia puede contribuir al diseño y monitoreo de políticas públicas de atención a las víctimas en el exterior mediante su caracterización, y alertó sobre la tendencia a abordar la atención migratoria como un tema macroeconómico y no como asistencia humanitaria.

 

Visibilización y protección: un compromiso ineludible

 

Este evento no solo buscó visibilizar y comprender diversas experiencias frente al exilio, sino que también buscó reflexionar sobre las medidas de protección internacional que deben garantizarse a las víctimas del conflicto armado. Además, se discutió su participación efectiva en los procesos de memoria histórica y esclarecimiento de la verdad, lo cual es una responsabilidad ineludible del Estado colombiano.

El Segundo Diálogo MHERI reafirmó el compromiso del CNMH y las entidades participantes con la visibilización y el acompañamiento a las colombianas y los colombianos en el exilio, buscando construir caminos de retorno y reparación integral.

El CNMH extiende su agradecimiento especial a Heidi Margarita Beleño y John Jairo Romero, representantes de víctimas en el exterior, por su acompañamiento y compromiso. Asimismo, reconoce el riguroso trabajo de la Pontificia Universidad Católica del Ecuador en el desarrollo de estas relatorías.

Volver arriba