«El segundo»: la memoria audiovisual como puente hacia la transformación en la Cinemateca de Bogotá

 

Bogotá, D. C., Colombia. La Sala 2 de la Cinemateca de Bogotá fue el escenario de una profunda jornada de reflexión y diálogo en torno al cortometraje «El segundo», presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) en el marco de sus iniciativas de difusión y construcción de memoria. Este evento no fue solo la proyección de una pieza audiovisual, sino un espacio vital que demostró cómo el cine puede convertirse en un catalizador para la verdad, la empatía y la reparación simbólica.

El cortometraje «El segundo» ilustra de manera conmovedora el encuentro entre una víctima del conflicto armado y un miembro de la fuerza pública, una narrativa que, al poner frente a frente a quienes encarnan polos opuestos del conflicto, no busca la confrontación sino la comprensión mutua, abriendo grietas de humanidad en medio de la herida histórica.

Tras la proyección, se llevó a cabo un foro que contó con la participación de Jackeline Castillo Peña, representante de Mafapo; Felipe Andrés Ramírez, exmilitar compareciente ante la JEP; Pedro Miguel Rozo, guionista y director del cortometraje; Ariel Merchán, productor general del cortometraje, y la directora del CNMH, María Gaitán, quienes profundizaron en las complejas dinámicas de la memoria y la transformación en Colombia. En esa medida, la conversación destacó el poder de las narrativas audiovisuales como herramientas para ir más allá de las cifras y los informes, conectando a la sociedad con las historias personales del conflicto.

Los panelistas enfatizaron en que estos ejercicios de encuentro son fundamentales para la sociedad, pues permiten a la ciudadanía acercarse a realidades que, a menudo, resultan ajenas o distantes, promoviendo un ejercicio de responsabilidad colectiva frente al pasado. Al respecto, en un momento emotivo del conversatorio, uno de los participantes afirmó: «El cine de la memoria nos obliga a mirarnos, a reconocer al otro incluso en el dolor. “El segundo” es una evidencia de que, incluso en el dolor más profundo, se puede gestar un futuro distinto, un camino donde la verdad es el cimiento de una paz duradera».

Por su parte, la directora del CNMH, María Gaitán, fue enfática al señalar la responsabilidad de la entidad y de la sociedad de mantener vigente el legado de la memoria: «Depende de nosotros, los que hacemos parte hoy del Centro Nacional de Memoria Histórica, que la memoria siga presente como uno de los componentes más importantes para tener verdad, y una verdad que sí transforma [...]». De igual manera, Gaitán hizo un llamado a la acción colectiva para seguir construyendo el país que Colombia merece, resaltando la importancia de la escucha activa: «Nos toca a todos; nosotros estaremos también desde este lado trabajando y a ustedes también les dejo la responsabilidad de seguir manteniendo la escucha y seguir avanzando en la transformación del país».

 

La reflexión sobre la no repetición y la verdad estructural

En el conversatorio, la directora del CNMH también invitó al público a reflexionar sobre cómo se expresan las realidades del conflicto, y a ser críticos con el concepto de la no repetición, al cual describió no como la ausencia de nuevos hechos, sino como el arrastre de violencias históricas: «Entonces, yo también los invito a que reflexionemos no solo en lo que sentimos, sino en cómo expresamos lo que está sucediendo, y frente a la frase “La no repetición”, desde la experiencia, les comparto que, a lo largo y ancho del país, y hemos recorrido bastante en estos años del Gobierno del Cambio, ha sido muy interesante escuchar sobre todo a las mujeres, que son las que más lideramos la memoria y la verdad y la justicia, donde, en efecto, no estamos repitiendo; en 75 años de este conflicto, no estamos repitiendo, porque lo que se vivió en los años 40 no es lo mismo lo que se vivió en los años 60, ni en los años 80, ni en los 2000, ni en lo que estamos viviendo hoy. No estamos repitiendo, estamos arrastrando violencias estructurales [...]». 

Finalmente, al profundizar en esta idea, María Gaitán vinculó la violencia con la desigualdad histórica del país: «[...] que, entonces, eso nos hace como una cortina de humo para no estar entendiendo lo que nos está pasando y que tenemos que irnos bien atrás para entender, que nosotros no podemos sentirnos orgullosos de Gobiernos que han transitado por años de un Estado donde nos mantiene en el tercer país más desigual del mundo».

Estos encuentros refuerzan el objetivo central del CNMH: construir una memoria histórica incluyente que dignifique a las víctimas y que, a través de la verdad, contribuya al proceso ineludible de la reparación simbólica. Es así como el foro sobre «El segundo» deja una lección clara: la memoria no es un destino final, sino un proceso continuo de diálogo y confrontación honesta con nuestro pasado. El Centro Nacional de Memoria Histórica reitera así su compromiso con el desarrollo de estas plataformas de difusión que acercan la verdad y la historia a todos los colombianos.

 

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