Bibliotecarias y bibliotecarios del Vaupés realizan acciones de memoria histórica con el apoyo del CNMH y la Red Nacional de Bibliotecas Públicas 

El CNMH realizó en Mitú un proceso formativo en memoria histórica con bibliotecarios, promotores y mediadores de lectura, en el marco del Convenio Interadministrativo 4472, firmado entre el CNMH, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y la Biblioteca Nacional de Colombia.

Entre libros, voces y saberes, la memoria floreció en el corazón del Vaupés.

Del 21 al 25 de octubre, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) adelantó en Mitú una serie de jornadas de formación y apropiación social de la memoria histórica con bibliotecarios, promotores y mediadores de lectura del departamento. Las actividades se desarrollaron en la Biblioteca Pública Departamental José Eustasio Rivera, donde, a través de la lectura, la escritura y la oralidad, se fortalecieron las capacidades para acercar a las comunidades al reconocimiento de su historia reciente.

Durante estos cinco días, el equipo del CNMH acompañó a los bibliotecarios de la Red Departamental de Bibliotecas Públicas del Vaupés en un proceso participativo que promueve la reflexión sobre el papel de las bibliotecas como espacios de reparación simbólica, diálogo social y construcción de paz. 

Los talleres incluyeron ejercicios como el «Rollo de la memoria» y el «Jardín de las semillas», donde los y las participantes expresaron sus memorias personales y colectivas, reconociendo cómo estos ejercicios simbólicos se convierten en formas de sanación y mediación comunitaria.

Gracias al Convenio Interadministrativo 4472, el CNMH, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes y la Biblioteca Nacional de Colombia articulan esfuerzos para implementar acciones pedagógicas y desarrollar colecciones de memoria histórica en las bibliotecas del país, consolidando así una red de mediadores comprometidos con la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición.

Formación para reconstruir memorias en el territorio

Estas jornadas incluyeron talleres de cartografía social, así como recorridos por centros de interés y acervos de memoria histórica, orientados a fortalecer las colecciones, la mediación y la apropiación comunitaria de los contenidos del CNMH.

En cada uno de estos espacios se resaltó la importancia de promover la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición, pilares fundamentales de la ley de víctimas y restitución de tierras (Ley 1448 de 2011) y de la labor institucional del Centro Nacional de Memoria Histórica.

«Estos talleres nos dan herramientas y materiales para llevarlos a campo. Lo que aprendemos aquí lo aplicamos con nuestras comunidades, de manera lúdica y expresiva, dependiendo del contexto», destacó Nelsy Muñoz Da Silva, promotora cultural y responsable del programa Lancha Biblioteca de la Alcaldía de Mitú.

Adicionalmente, en el taller de recorridos por los acervos de la memoria histórica, los y las participantes exploraron publicaciones, documentales y recursos digitales del CNMH disponibles en físico y en línea mediante catálogos y códigos QR. Este ejercicio permitió ampliar el acceso a las fuentes de información y fortalecer el conocimiento sobre las memorias del conflicto armado, contribuyendo a su circulación en los territorios.

Memoria y pedagogía: centros de interés en acción 

El taller de «Centros de interés en memoria histórica» fue uno de los espacios más destacados. En esa medida, a partir del cortometraje Desolvido, dirigido por Andrés Roa y musicalizado por Edson Velandia, los y las asistentes reflexionaron sobre la historia de una familia campesina marcada por el desplazamiento, la violencia y la falta de acceso a servicios básicos. Desde allí identificaron problemáticas como la violencia intrafamiliar, las ejecuciones extrajudiciales y las desigualdades sociales, reconociendo en ellas temas urgentes para el trabajo bibliotecario en sus comunidades y escuelas.

Posteriormente, los y las participantes diseñaron propuestas de «centros de interés», definiendo temáticas, públicos y estrategias pedagógicas para dinamizar estos contenidos en sus territorios. Este ejercicio permitió vincular la memoria histórica con la acción educativa, generando herramientas para promover la reflexión y el diálogo en espacios escolares, bibliotecas comunitarias y procesos culturales.

 

 

Cartografía y memoria: reconocer el territorio

En el taller de cartografía social, los bibliotecarios y mediadores de lectura trazaron los territorios donde las bibliotecas tienen presencia e incidencia, reconociendo los lugares que guardan huellas, historias y memorias del Vaupés. Este ejercicio permitió reflexionar sobre la importancia de narrar el pasado desde las voces locales y reafirmar el papel de las bibliotecas como escenarios de memoria viva.

El rollo de la memoria: cuando las palabras se vuelven sanación 

La jornada concluyó con la elaboración del «Rollo de la memoria», un ejercicio simbólico en el que los y las participantes plasmaron, mediante dibujos y palabras, recuerdos y vivencias marcados por el conflicto armado.

Este espacio, que despertó emociones y generó reflexión colectiva, dio paso al «Jardín de las semillas», una propuesta simbólica que invita a transformar el dolor en propósitos individuales para sembrar nuevas formas de narrar la memoria desde la palabra, la escucha y la acción colectiva.

Este proceso también resaltó la importancia del autocuidado y la responsabilidad ética en los ejercicios de memoria. En esa vía, al abordar experiencias relacionadas con el conflicto armado, los bibliotecarios reconocieron la necesidad de crear espacios seguros de escucha, contención emocional y acompañamiento, donde la palabra se convierta en un acto reparador y la memoria en una herramienta para la no repetición.

 
 
 
 
 
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