El nuevo acuerdo habla de sectores LBGT
Rosa Rodríguez es una líder de víctimas en Puerto Boyacá, Boyacá, que ayuda a otras personas de su municipio a buscar la reparación y sobre todo a conocer la verdad de lo que pasó con sus familiares en medio del conflicto armado que afectó de manera particular a esta región, conocida como la “Capital antisubversiva de Colombia”.
El hijo de Rosa, Jorge Armando Cabanzo, fue desaparecido por los paramilitares de Arnubio Triana Mahecha, alias 'Botalón', lo descuartizaron y lo lanzaron al río Magdalena por una razón que, a todas luces, parece inexplicable: él era homosexual. Como el caso del hijo de Rosa, hay miles en Colombia: personas inocentes han sido asesinadas de forma brutal tan solo por pertenecer a sectores sociales LGBT.
Por estos días se habla de la 'ideología de género’ como uno de los puntos que dio fuerza a las posiciones del 'No' en el plebiscito, que conllevaron a su posterior victoria en la refrendación del Acuerdo de Paz entre la guerrilla de las Farc y el Gobierno Nacional. El enfoque de género en el Acuerdo buscaba reconocer la forma particular de victimización de personas como Rosa y su hijo. Por eso, los sectores LGBT han venido alzando la consigna “del Acuerdo no nos sacan”. Y sin embargo, el tema del enfoque diferencial de género fue uno de los puntos cambiados en el nuevo Acuerdo de Paz de la siguiente manera:
En primer lugar, el documento final del nuevo Acuerdo de Paz hace la diferenciación entre un enfoque de género y la necesidad de prevenir la discriminación de ciertos grupos minoritarios. Así, por enfoque diferencial de género, deja claro que se refiere tan solo a las inequidades entre hombre y mujeres a lo largo de la historia del conflicto armado colombiano, argumentando que ellas han sufrido de una forma más impactante las consecuencias del mismo.
El texto propende por el "reconocimiento de las mujeres como ciudadanas autónomas, sujetos de derechos que, independientemente de su estado civil, relación familiar o comunitaria, tienen acceso en condiciones de igualdad con respecto a los hombres a la propiedad de la tierra y proyectos productivos, opciones de financiamiento, infraestructura, servicios técnicos y formación, entre otros; atendiendo las condiciones sociales e institucionales que han impedido a las mujeres acceder a activos productivos y bienes públicos y sociales".
Por otra parte, el tema de los sectores sociales LGBT entra dentro del segundo punto, es decir, el que llama la atención sobre prevenir la discriminación contra ciertos grupos minoritarios, buscando garantizar las condiciones para que esa igualdad sea real y efectiva.
Sin embargo, los sectores sociales LGBT no son los únicos que hacen parte de lo mencionado: "El fin del conflicto constituye la mejor oportunidad para materializar los derechos de las víctimas a la verdad, la justicia, la reparación y la no repetición, y en general asegurar la satisfacción plena de los derechos humanos de todos y todas, incluyendo los de las mujeres, los niños, niñas, adolescentes, jóvenes y adultos mayores, de las personas en situación de discapacidad, los pueblos indígenas, las comunidades campesinas, integrantes de las iglesias, confesiones religiosas, organizaciones basadas en la fe y organizaciones del sector religioso, las poblaciones afrocolombianas, negras, palenqueras y raizales, la población LGBTI, y los defensores y las defensoras de derechos humanos, sindicalistas, periodistas, agricultores y agricultoras, ganaderos y ganaderas, comerciantes y empresarios y empresarias; lo cual implica además la adopción de medidas de acción afirmativa, para garantizar de manera plena los derechos de quienes han sido más afectados por el conflicto".
De igual manera, el nuevo texto del Acuerdo de Paz reconoce a la familia como núcleo fundamental de la sociedad y los derechos de sus integrantes, haciendo énfasis en la necesidad de la igualdad entre todos los ciudadanos y ciudadanas. Así, promueve la no estigmatización de grupos en condiciones de vulnerabilidad o discriminación como las mujeres, las comunidades étnicas, los sectores LGBT, los niños, niñas, adolescentes y personas mayores, personas con discapacidad y las minorías políticas y religiosas.
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El Centro Nacional de Memoria Histórica presentó en 2015 el informe 'Aniquilar la diferencia' sobre las violencias sufridas por lesbianas, gays, bisexuales y transgeneristas en el conflicto armado. Y, en 2016 ha estado presentando el informe en todo el país, buscando crear consciencia sobre la necesidad de reconocer a esta población como víctima del conflicto de una forma diferenciada. 'Aniquilar la diferencia' se ha presentado en Medellín, Cali, Cartagena, Villavicencio, Montería, Armenia, Cúcuta y Sincelejo, entre algunos otros municipios. Las próximas fechas son:
Publicado en Noticias CNMH