Los habitantes de Alejandría, en el Oriente antioqueño, tuvieron la capacidad de sobreponerse al horror del conflicto armado, el dolor y la indiferencia a través de la organización social para dignificar la memoria de las víctimas a través de objetos, relatos y rostros. Lo han hecho en el Salón de la Memoria Vivos por Siempre, una exposición que abrirá sus puertas al público el próximo 9 de abril, Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, a partir de las 10 a.m.
Este salón, que estará ubicado en el Parque Educativo de Alejandría, es un espacio para la divulgación de las expresiones de paz de los habitantes de este municipio antioqueño en su estado más puro, natural y humanista. El Salón de la Memoria Vivos por Siempre retrata y relata tanto la barbarie que produjo la guerra como las formas de resistir a la misma que crearon en el territorio sus habitantes, así como sus decisiones en busca de resignificar las vidas de las víctimas del conflicto y dar a conocer lo que allí sucedió a través de la conservación de piezas que representan la memoria de los habitantes de esta zona del país.
Jacinta Vergara Gil, líder de esta iniciativa de memoria, y quien pertenece a la Asociación Renacientes de Alejandría, asegura que este proyecto “es la construcción del territorio desde las voces de todas las mujeres y hombres, no de una sola persona, es una construcción colectiva. Es para que la gente sepa lo que va a ser a futuro el Salón de la Memoria y lo que allí pueden encontrar. La memoria que cada persona tenía en su casa, sus objetos ahora están acá, cuidados y juntos”.
“Para el Centro Nacional de Memoria es muy significativo poder acompañar, justo en Día Nacional de la Memoria y Solidaridad con las Víctimas, a la comunidad de Alejandría a inaugurar un nuevo lugar de memoria en Colombia. Estos espacios, tanto sociales como físicos, cuentan la historia del conflicto desde quienes lo vivieron. Sus relatos son la mejor forma de no olvidar estos hechos violentos, porque además la memoria es el camino más seguro en la búsqueda de la no repetición”, señaló Darío Acevedo, director general del CNMH.
La historia del conflicto en ‘La Perla del Nare’
“Los actores armados en el Oriente antioqueño empezaron a tener presencia desde 1980”, explica la exposición en su sección ‘Dolor y Resistencia’, pero en Alejandría el conflicto armado se recrudecería a partir del año 1998, cuando se fortaleció el accionar de paramilitares del Bloque Metro. La llegada de este grupo armado cambió la dinámica de ‘La Perla del Nare’, como también es conocido este municipio, propagando el dolor y el sufrimiento entre las familias alejandrinas. “La confrontación por el control territorial desató un desplazamiento del 62 % de la población, múltiples masacres, homicidios selectivos, amenazas a la población civil y la desaparición forzada de cerca de 25 personas”. Según el Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC), citado en la exposición, el año 2000 fue el periodo con más hechos violentos contra la población civil en Antioquia y Alejandría.
Uno de los hechos que se quiso retratar en el Salón de la Memoria Vivos por Siempre fue el que ocurrió el 31 de julio de 2001 en la vereda La Inmaculada, un combate que duró varios días entre grupos guerrilleros y paramilitares, dejando a la población civil en medio de la confrontación armada. “Ningún civil murió -dice la exposición- en el fuego cruzado entre guerrilleros y paramilitares que disputaban el control del territorio; no obstante, el enfrentamiento dejó cerca de 200 combatientes muertos, de los cuales, según el portal web Alejandría: Memoria y Esperanza, cerca de 45 fueron enterrados en una fosa común en la zona. Hoy este lugar es un camposanto custodiado por el árbol del chocho. Después de esta fecha, la violencia en el municipio se incrementó, y a pesar de que ningún civil resultó herido en aquel combate, el suceso ocasionó el desplazamiento masivo y abandono forzado de los habitantes de la vereda. Se estima que cerca de 520 personas tuvieron que salir de sus fincas después de aquel 31 de julio”.
El ejercicio expositivo buscó fortalecer este lugar de memoria con un guion curatorial que facilite a los visitantes del espacio comprender y conocer lo sucedido en Alejandría durante los años en que el conflicto armado dejó una huella imborrable, pero que al mismo tiempo ha visto florecer una comunidad que se ha resignificado desde el trabajo de diferentes organizaciones que le apuestan a la construcción de paz y de memoria histórica.
Después de este paso de consolidación del guion museográfico, las lideresas que han trabajado arduamente por la creación del lugar de memoria tienen claro que la sostenibilidad económica y física del espacio es uno de los grandes retos que ahora tendrá la comunidad.
Buenaventura da un paso más hacia su lugar de memoria
Ese mismo 9 de abril, en Buenaventura, Valle del Cauca, la comunidad dará un paso más hacia la consolidación de su lugar de memoria, tal como en Alejandría. El director técnico para la Construcción de la Memoria Histórica del CNMH, Alberto Moreno, acompañará a la Mesa del Paro Cívico de Buenaventura, a quienes el CNMH apoya desde el 2018 en el proceso de creación social del lugar de memoria.
Desde entonces se ha venido trabajando en un documento con los lineamientos generales del lugar de memoria: qué quiere la comunidad de este espacio, cuáles son los objetivos del lugar, sus características y demás. Y será ese documento el que se firme simbólicamente en el predio que acogerá el lugar de memoria de Buenaventura, en una jornada que incluirá muestras de iniciativas de memoria de danza y teatro, un acto conmemorativo y acciones encaminadas a hacer pedagogía sobre el Acuerdo de Paz y la dignificación de las víctimas.