El recorrido de la exposición itinerante Renacer Bagreño, construida por el Museo de Memoria de Colombia, junto a la alcaldía y la comunidad de El Bagre, Antioquia, llegó a Caucasia, en ese mismo departamento.
Esta es la penúltima parada de la muestra, que desde septiembre ha recorrido seis lugares rurales y urbanos de la región. “Además de estar expuesta en el corredor de la alcaldía, donde la gente pasa a hacer trámites y es un espacio de encuentro de la comunidad, también acompañó al Festival de Cine del Bajo Cauca de viernes a domingo. Fue muy importante hacer parte de este escenario porque el alcance proyectado era de unas 1.500 personas transitando de forma presencial y más de 10 mil de forma virtual”, dijo Lorena García, curadora del equipo del Museo de Memoria de Colombia.
En el marco del festival de cine, Lorena estuvo en un conversatorio con representantes del colectivo Río Abajo, quienes lideran la organización del evento y además participaron en la producción fotográfica de Renacer Bagreño. Allí, el pasado viernes 22 de octubre, se presentó la versión digital de la exposición, que ya está disponible en www.museodememoria.gov.co.
Ángela Eraso, integrante del equipo digital del Museo, explicó que la versión digital “es un desarrollo tecnológico que pone en la virtualidad una exposición fantástica. Es un aporte muy importante del Museo, porque inicialmente sólo iba a ser una puesta en escena en territorio, pero se pensó en la idea de virtualizarla, y el resultado es esta herramienta que la pondrá al alcance de muchísimas personas, no solo en Colombia sino en todo el mundo”.
Renacer Bagreño se centra en la historia de este municipio pesquero, agrícola y barequero a orillas del río Nechí, pero aborda temas que son relevantes para el resto del país, como la explotación minera, la presencia de actores armados y la lucha de comunidades para mantener sus tradiciones y vivir en paz. El especial, que se navega horizontalmente en alusión al río, muestra también las riquezas naturales de la región y exalta su diversidad cultural, que se teje entre las tradiciones de indígenas, afrodescendientes y mestizos.
La elección de los enfoques e historias de la exposición, tanto para la versión física como para la digital, fue hecha de forma concertada entre el equipo curatorial del Museo de Memoria y la comunidad de El Bagre. También fueron sus líderes y lideresas quienes, con el apoyo técnico del equipo educativo del Museo, asumieron el rol de mediadores para llevarla y activarla por el territorio.
Esta iniciativa está relacionada con las dimensiones territorial y virtual del Museo: por un lado, responde a la necesidad de construir colectivamente con las víctimas en sus territorios, y, por otro, trabaja para encontrar nuevas formas de narrar la memoria en la virtualidad.