Este informe, titulado Caquetá: una autopsia sobre la desaparición forzada, no es solo un recuento de una investigación de la Línea de Antropología Forense del Centro Nacional de Memoria Histórica. Es una estación más de un diálogo incesante entre la antropóloga forense Helka Quevedo y los protagonistas de la tragedia de la desaparición forzada de personas en Colombia.
Esta conversación comenzó en 2001, cuando Helka Quevedo fue interpelada por los cuerpos y la vida de 50 víctimas fatales de tortura y desaparición forzada, inhumados en fosas clandestinas en el sur de Caquetá. Como parte del equipo de antropólogos forenses encargados de los casos, ella misma quedó marcada por las huellas del dolor de esos cuerpos, de esas personas, irreconocibles a primera vista, que le hablaron de su experiencia de vida tanto como de su experiencia con la muerte y con el umbral entre una y otra, que es el drama de la desaparición forzada de personas.