Una mirada a la paz

Autor

CNMH

Foto

Daniel Sarmiento

Publicado

05 de junio 2021

Carta a la comunidad ribereña del río Atrato

En el marco de la conmemoración del Día Mundial del Medio Ambiente, que cada 5 de junio se vive alrededor de todo el planeta, desde el Centro Nacional de Memoria Histórica reflexionamos no solo sobre lo que la naturaleza nos proporciona, sino también sobre la relación ancestral que algunas de las comunidades más afectadas por el conflicto armado en Colombia han desarrollado con los territorios que habitan.

Ejemplo de ello son los pueblos étnicos, los cuales se han organizado en colectivos, movimientos y organizaciones para recordar y evidenciar que, tal y como se ha establecido en los Decreto Ley Étnicos 4633, 4634 y 4635, el territorio también ha sido víctima de las múltiples violencias que se han desarrollado en nuestro país.

Además de los productos de memoria que actualmente adelantamos con diferentes comunidades étnicas, algunas Iniciativas de Memoria Histórica responden a esa necesidad de contar la historia del conflicto armado en determinados territorios, y hacer su llamado a la no repetición, desde el paisaje, desde la sabana, desde las montañas, desde los ríos...

Eso precisamente es lo que hace ‘¡Todas y Todos Somos Guardianes del Atrato!’, una iniciativa de memoria histórica que promueve la defensa de un río que lo es todo para su comunidad. A ellas y ellos, a quienes nuestro Equipo de Apoyo a Iniciativas de Memoria Histórica ha podido acompañar desde el año pasado en la construcción de una serie radial, nuestro más sincero reconocimiento.

 

Por Juan Pablo Esterilla Puentes

De camino a mi encuentro con estas personas, pensaba: ¿Qué acaso nadie les ha dicho que es muy difícil cuidar lo que uno no ha descuidado? ¿Acaso nadie les ha dicho que es muy difícil cuidar lo que nunca se vio en plenitud? ¿Acaso nadie les ha dicho que es muy difícil querer algo que, por más que esté allí al levantarse todas las mañanas, no se puede disfrutar?

Pues bien, la duda se desvaneció muy rápido. Allí estaban ellas y ellos: ¡Todas y Todos Guardianes del Atrato!

Estaba doña Georgelina, que con el pasar de los años sigue privilegiando el recuerdo del sonido del tambor como invitación permanente a las fiestas de San Antonio a orillas del “Arenal”, quebrada que alimenta al Atrato. Estaban Yaid y Jeffer, dos ‘pelados’ que reconocen en sus mamás a unas lideresas que los han inspirado para luchar por lo que les es propio, les garantiza su subsistencia y su identidad como chocoanos. Estaban Don Cruz y el señor Valerio, cuyas vidas -al igual que al río- no ha detenido su transitar por más “veneno” que les tiren; estaban Yajaira y Yuly, las que de niñas se la pasaban metidas en el río sin importar la tunda que pudiese venir después. Y estaban doña Modesta y Dora, dos mujeres valientes y respetuosas cuyas voces hablan del río que también está en los quereres de los indígenas y “los mestizos” de por allá por Cerro Plateado, cuna del portentoso Río Atrato, o de Curvarado, lugar en el que se le pierde el rastro.

Quizás este ejercicio de compartirles algunos de los nombres de las personas que conocimos solo busca hacerles saber, a ellas y ellos -Las y Los Guardianes del Atrato- que, para nosotros, quienes les acompañamos estos días desde el Centro Nacional de Memoria Histórica, ya hay algo de ustedes en nosotros y en las manera como queremos desarrollar nuestra misionalidad.

Creemos no estar equivocados cuando el corazón nos dicta que todas esas personas que llegaron a Quibdó, y con las cuales buscábamos avanzar en la construcción de una serie de podcasts que muestren lo que el afluente significa para ellas, son personas que lejos están del hablar solo a título personal.

Las personas que se dieron cita en la capital de Chocó, las que ya se conocían de antes como las que no, muy rápidamente hicieron clic. Lo que cuenta más que cualquier otra cosa es que están juntas en esto y que se reconocen a sí mismas como “instrumento” de todas esas comunidades ribereñas que dan forma a las seis organizaciones vinculadas al Cuerpo Colegiado de Guardianes del Atrato.

Este encuentro, uno de los varios que permiten darle forma a iniciativa de memoria histórica, la cual viene acompañando el Equipo de Apoyo a Iniciativas del Centro Nacional de Memoria Histórica desde el año pasado, significó también la oportunidad de reforzar -ahora de manera presencial-, los talleres virtuales de construcción de memoria y grabación de productos sonoros que ya se habían desarrollado antes con ellos.

Con actividades preparadas por el equipo interdisciplinar de IMH, las y los participantes reconocieron cómo a través de los sentidos se puede transitar por diferentes lugares de la memoria, construyeron líneas de tiempo que consideraron las memorias individuales y las colectivas y reflexionaron sobre la importancia de que jóvenes y personas mayores trabajen de la mano para sacar adelante el río.

Las vivencias, la cultura, la ancestralidad, el conflicto y las afectaciones ambientales son solo algunos de los temas en los que hará énfasis este producto de memoria histórica que espera lanzarse en el segundo semestre de este año.

Desde el CNMH les decimos GRACIAS, seguiremos acompañándolos. Su amor, compromiso y resistencia nos inspira.

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