Esta cartilla se realiza como resultado de un ejercicio de reconstrucción de memoria histórica en diferentes regiones del país con diversas comunidades afectadas por el conflicto armado. Allí las víctimas tuvieron la oportunidad de hablar sobre las pérdidas, los daños y las situaciones que debieron enfrentar en algún momento.
Fue gracias a este ejercicio de memoria colectivo que se logró ubicar los hechos violentos, los contextos en que éstos ocurrieron, reconstruir las acciones de los actores armados y evocar los padecimientos y las transformaciones por las que atravesaron las víctimas.
De esta manera, esta cartilla se constituye como un inventario de daños sobre los que las víctimas demandan acciones de reparación. La identificación de los daños contribuye a que las víctimas procesen sus experiencias, encuentran respuestas y otorguen sentido a sus vivencias. Además, aporta para que la sociedad y el Estado entiendan lo que significa y cuesta reparar, y asuman la responsabilidad de llevar a cabo acciones y políticas para lograrlo.
Ronald Villamil, investigador del CNMH, explica que “se trata de un instrumento metodológico que recoge la experiencia y postura que desde la entidad se le da a la relación entre memoria histórica y daño. La cartilla aporta en dos dimensiones: 1) fortalece el debate sobre los procesos de identificación de daño desde una perspectiva de exigibilidad de derechos y reparación y 2) ofrece una propuesta metodológica que va dirigida a aquellas entidades, instituciones o personas que deseen fortalecer sus procesos de valoración de los daños y esa relación entre memoria histórica y daño.”