En un día como hoy, mientras daba un discurso político por su campaña presidencial para 1990-1994, fue asesinado Luis Carlos Galán. Se dice que si las elecciones hubieran sido ese día, Galán habría sido elegido presidente de Colombia. Después de 26 años, si bien se han señalado y condenado a algunos culpables, aún hay incógnitas sobre los determinadores del crimen.
Ese día por la mañana Galán asistió a un foro sobre educación en la Cámara de Comercio de Bogotá donde se pronunció sobre el asesinato del coronel Valdemar Franklin, ocurrido minutos antes en Medellín. Después acompañó al entonces representante a la Cámara y aspirante al senado, Alfonso López Caballero, a la inauguración de su sede de campaña. Mientras tanto en Soacha no se reportaban peligros para la asistencia del candidato, los organismos de seguridad no reportaron riesgos posibles durante el evento. Las únicas novedades eran el cambio de su escolta del DAS y la gran multitud de gente que lo esperaba en la plaza del municipio de Cundinamarca.
Aquella noche del 18 de agosto de 1989 Galán se bajó de su carro blindado, se montó a un camión y emprendió su desfile hasta las calles principales de Soacha, se subió a la tarima y minutos después de su saludo al público tres ráfagas se escucharon. Ahí empezó la balacera entre los guardaespaldas de Galán, la Policía y los sicarios. El candidato ya estaba en el piso, sus tres escoltadas lo llevaron al carro; él tenía los ojos abiertos, pero no pronunciaba palabras. Fue llevado al hospital de Kennedy demasiado tarde. El candidato había muerto. Miles de personas lloraron y gritaron en su entierro en el Cementerio Central de Bogotá.
Fue el segundo intento por asesinarlo y esta vez lo cumplieron. Según declaraciones de Jhon Jairo Velásquez Vásquez, alias “Popeye”, el Cartel de Medellín se preguntaba constantemente si lo asesinaban o no, pero en vista que su campaña llevaba la bandera de persecución a los narcos, la decisión fue quitarle la vida. Se había pensado asesinar a Galán en la Universidad de Medellín, en una charla política que tenía con los estudiantes, pero el hecho se frustró tras la denuncia de que unos hombres armados estaban en un lote cerca de la universidad.
Durante 25 años se han intentado hallar los responsables del crimen. Se afirma que son muchas las personas que intervinieron en el plan: el narcotráfico, agentes del Estado y paramilitares. En el curso de las investigaciones han sido vinculadas 37 personas, de las cuales 25 fueron dejadas en libertad porque no se les comprobó su participación. Algunos de los presuntos responsables están desaparecidos y otros fueron asesinados.
La investigación y condena
La primera condena en relación a los hechos fue del 19 de agosto de 1999 en contra de José Édgar Téllez Cifuentes, alias “Pantera” y Johan Lozano Rodríguez. En esa misma providencia se dispuso compulsar copias para que se investigara la posible participación del político liberal Alberto Santofimio Botero. En la investigación también fueron involucradas otras personas, como alias “Popeye” y Pablo Escobar, el capo del narcotráfico.
Alias “Popeye” en varias ocasiones ha dado su testimonio sobre el hecho. La Fiscalía señaló que Velásquez Vásquez fue la persona encargada de ejecutar asesinatos y otros crímenes por encargo del Cartel de Medellín, por lo cual podía narrar con detalle las circunstancias alrededor de la muerte de Galán. Su versión fue tomada como legítima y fue corroborada por otros medios de prueba. “Popeye” fue declarado responsable del homicidio del candidato.
El 11 de mayo de 2005 la Fiscalía dispuso apertura formal de investigación en contra de Alberto Santofimio Botero y mediante sentencia del 11 de octubre de 2007, un juez lo declaró coautor del magnicidio de Luis Carlos Galán y le impuso la pena de 24 años de prisión. Sin embargo el exministro recuperó su libertad, pero la sala de casación penal de la Corte Suprema de Justicia (CSJ) revocó la absolución emitida a favor de Santofimio, y ratificó la condena como determinador del crimen.
Por este hecho fue involucrado el general en retiro Miguel Maza Márquez, quien era el director del DAS cuando fue ultimado Galán. Al oficial se le investiga por haber puesto en riesgo la protección del candidato liberal, al cambiar su esquema de seguridad. Maza Márquez encargó a Jacobo Alfonso Torregrosa en la misión de cuidar a uno de los hombres más amenazados del país; también a Torregrosa se le acusa de cometer graves faltas que facilitaron la acción de los sicarios.
Un cuarto de siglo después del fallecimiento del candidato, la Sala Penal de la Corte Suprema en respuesta al recurso de nulidad presentado por la defensa del exdirector del DAS, reiteró que el magnicidio del precandidato presidencial es considerado un crimen de lesa humanidad y por tanto imprescriptible. En esa misma sentencia, la CSJ dejó en firme la sentencia del Tribunal Superior de Bogotá que absolvió al teniente Carlos Humberto Flórez por los hechos imputados, y quien comandaba la red de inteligencia del B-2 de la Brigada XIII. No se hallaron pruebas para concluir que el teniente tenía una alianza con los grupos paramilitares de Magdalena Medio para cometer el acto punible.
La Corte precisó en su sentencia que los crímenes fueron atribuidos al cartel de Medellín, organización privada, responsable de otras acciones delictivas en la historia del país. El principal condenado fue el exsenador Alberto Santofimio. La familia insiste que aún faltan personas por vincular como otros narcotraficantes de Medellín y Cali, los paramilitares del Magdalena Medio, algunos políticos y miembros del Ejército, la Policía y el DAS.
El senador Juan Manuel Galán agradeció a través de las redes sociales los mensajes de solidaridad por el asesinato de su padre. Además trajo a la memoria una de las frases que más recuerda el país de político alguno: "¡Por la libertad, por la justicia, por la paz: Siempre adelante, ni un paso atrás y lo que fuere menester sea!"