Ceder es más terrible que la muerte
Compartimos con nuestros lectores las palabras que expresaron Sara y Natalia Giraldo Duarte, hijas de Josué Giraldo asesinado el 13 de octubre de 1996, en el lanzamiento del documental “Ceder es más terrible que la muerte” que trata sobre la vida de este líder de la Unión Patriótica y defensor de derechos humanos. Josué Giraldo Cardona se encontraba jugando cerca a su hogar en Villavicencio con sus hijas cuando recibió varios disparos que acabaron con su vida. Varios meses atrás Josué había informado al Comandante de la IV División del Ejército, al Comandante de la Policía del Meta y al Director Seccional del Das -Departamento Administrativo de Seguridad- sobre las amenazas que estaba recibiendo y del peligro que corría su vida. Es por ello que la Sección Tercera del Consejo de Estado, señala que “el asesinato de Josué Giraldo Cardona es un crimen de lesa humanidad y una afrenta al ejercicio de los derechos de oposición política que degrada la confianza que las personas deben tener en las instituciones del Estado”.
“Ya son veinte años de tu partida, el tiempo pasa frágil e imparable. Hoy queremos recordarte como aquel hombre cuyo planteamiento central era responder al llamado de defender la vida y el trabajo con amor por la unidad y la sensibilización de una sociedad que comparte un denominador común: LA VIOLENCIA.
Para nuestro padre, Josué Giraldo, la vida y el amor iban estrechamente unidas como concepto y como sentimiento. Tenía claro que no se podía defender la vida sin amar y nadie podía amar sin realmente defender la vida. De ahí radica la importancia de lo que él realizaba, más allá de conceptualizar el amor como un sentimiento debemos entender la lógica que contiene este sentimiento como valor supremo.
El amor no es más que una virtud de orden superior inherente a la vida, que en realidad en la práctica es solo AMAR... tan intangible, dinámico e importante a la vez que sin el amor, la vida carecería de sentido.
AMOR por una sociedad próspera, AMOR por la sensibilidad a compartir el sufrimiento ajeno, AMOR por la transformación de un pueblo que ha sufrido décadas en conflicto, AMOR a su lucha y a un ideal que a pesar de las adversidades e incluso la muerte sigue vivo en nuestras memorias, como la frase del ilustre escritor Héctor Abad: "No es la muerte la que se nos lleva a los que amamos, al contrario, los guarda y los fija en su juventud adorable. No es la muerte la que disuelve el amor, es la vida la que disuelve el amor".
Sara y Natalia Giraldo Duarte
Publicado en Noticias CNMH