Cine y memoria colombiana en Chile
Más de una decena de productos audiovisuales del CNMH rodarán del 14 al 18 de febrero en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos
Entre el martes 14 y el sábado 18 de febrero se estará presentando el ciclo de cine colombiano Mirada al sur en el Museo de la Memoria y los Derechos Humanos en Chile. “Mirada al sur. Relatos audiovisuales de memoria” es un proyecto que, desde el Museo Nacional de la Memoria del Centro Nacional de Memoria Histórica, propone un intercambio de contenidos audiovisuales sobre memoria y derechos humanos en el sur del continente.
La primera fase del proyecto parte del material audiovisual producido por el Centro Nacional de Memoria Histórica. En Chile se presentarán siete productos y una serie de cortometrajes que narran tanto episodios de violencia e historia del conflicto como muestras de resistencia de las comunidades.
Para Francisco Estévez, director ejecutivo del Museo de la Memoria y los Derechos Humanos de Chile, la importancia de proyectar memoria audiovisual colombiana radica en que “tenemos una historia que compartimos, la historia de América Latina, y cómo los derechos humanos de sus pueblos han sido mancillados o reprimidos o violentados, y cómo la sociedad civil, los movimientos ciudadanos, el mundo del arte y la cultura, se han organizado para defender los derechos de las personas y construir una sociedad donde prime la no violencia”. Conocer las experiencias similares, dice, hace que nos apropiemos más de ellas y las comprendamos de manera más profunda.
Aunque el camino recorrido por Chile en términos de memoria ha sido más largo, Estévez cree que las enseñanzas son recíprocas. “Hemos aprendido mucho de lo que están haciendo en Colombia y nos sentimos muy comprometidos. Y en esta iniciativa, Mirada al sur, coincidimos. Siempre hemos sabido que en los sitios de memoria o en los museos, además del acercamiento formal y los procesos de capacitación y el trabajo político por la no violencia, el acercamiento estético permite que las personas entiendan una dimensión diferente respecto al valor de la humanidad, y cómo esta se defiende de los crímenes que violentan el espíritu humano”.
No hubo tiempo para la tristeza (14 de febrero)
¿Por qué Colombia ha sido escenario de un conflicto armado durante más de 50 años? ¿Cómo han sobrevivido a este largo periodo de violencia distintas comunidades? Este documental parte de los hallazgos que relata de manera exhaustiva el informe ¡Basta ya!, hecho por el Centro Nacional de Memoria Histórica. No hubo tiempo para la tristeza cuenta las historias de hombres y mujeres de La Chorrera, Bojayá, San Carlos, las orillas del río Carare, Valle Encantado y Medellín. Ellos narran con su propia voz las atrocidades que sufrieron y vieron, y reflexionan sobre por qué no se debería repetir.
Memoria latente (15 de febrero)
Han pasado 17 años desde que la comunidad de Las Brisas, en Bolívar, padeció a los paramilitares de las Autodefensas Unidas de Colombia quienes masacraron a doce de sus integrantes. Y han pasado 16 desde que campesinos de Tabaco, en La Guajira, tuvieron que abandonar su territorio por presiones del ESMAD y la empresa minera Cerrejón. Memoria latente recoge los testimonios de dos pueblos que han resistido y luchado por alcanzar verdad y justicia. Ambas experiencias son el resultado Impreso en la Memoria, liderado por la Coordinación de Prácticas Artísticas de la Dirección del Museo Nacional de la Memoria.
Pueblo sin tierra (16 de febrero)
“Abandone nuestras tierras, tiene 24 horas para recojer lo qe pueda y largarce”, dice una nota dejada por un hombre en moto junto a la puerta de una casa. Es ficción, hace parte del corto animado Pueblo sin tierra, pero es un escenario calcado de los incontables relatos de las víctimas del conflicto. Hay más de 7 millones de desplazados en Colombia. Una población cercana a la de Bogotá entera. Son millones de familias que por un comunicado, una llamada, un hostigamiento o una matanza no tuvieron más opción que salir huyendo de sus casas sin saber adónde ir.
Cuerpo 36 (16 de febrero)
Varios años después de que paramilitares del Frente Sur de los Andaquíes se tomaran una inspección llamada Puerto Torres, en Caquetá, investigadores del CNMH fueron a investigar sobre la exhumación de 36 cuerpos de víctimas de paramilitares que hizo la Fiscalía en 2002. El último de esos cuerpos, tras ser trasladado al igual que los demás al cementerio de Florencia, desapareció. Doce años más tarde sigue faltando. “Cuerpo 36” cuenta la historia de esa búsqueda, reflexiona sobre el drama de los familiares de los desaparecidos y explica el contexto de la violencia en Caquetá.
Los hijos del pueblo del agua (16 de febrero)
En noviembre de 2016 se cumplieron 16 años de una de las masacres más terribles que ha sufrido el país. Entre el 21 y el 22 de noviembre de 2000, 37 personas fueron asesinadas en el corregimiento de Nueva Venecia, en Sitio Nuevo, Magdalena. Este documental recorre los palafitos a los que, aún después de la masacre, los pobladores decidieron volver. “Los hijos del pueblo del agua” recorre los caminos de violencia y resistencia de la comunidad de Nueva Venecia.
Rostros de las memorias (17 de febrero)
Este documental presenta algunas de las iniciativas de memoria hechas por comunidades y organizaciones de víctimas en todo el país. Hace énfasis en las experiencias del Graffitour de la Comuna 13, en Medellín; los cantos de alabaos de Pogue, en Bojayá, Chocó; el Parque Monumento en Trujillo, Valle del Cauca, y el Salón del Nunca Más, en Granada, Antioquia. Rostros de las Memorias recoge una muestra de la creatividad de las víctimas a la hora de relatar sus historias de resistencia a través de las artes, la cultura y la transformación de espacios.
El Garzal, una comunidad que resiste desde la fe (17 de febrero)
La comunidad del corregimiento El Garzal, un corregimiento de Simití, Bolívar, sufrió la violencia de narcotraficantes y paramilitares. Ese pueblo se alineó en torno a la fe y a la no violencia para alejar la guerra de su territorio. Este documental muestra cómo la organización alrededor de un mismo objetivo los ayudó a sacar la violencia de su territorio y a consolidar una cultura de paz.
Serie de cortometrajes: Tocó Cantar (18 de febrero)
Tras una convocatoria que buscaba encontrar compositores en todo el país que escribieran letras relacionadas con el conflicto armado, el Centro Nacional de Memoria Histórica acompañó a 45 de ellos a producir su música. Sus canciones describen la cotidianidad de sus comunidades, recuerdan los episodios del horror y reflexionan sobre la resistencia pacífica. El proyecto, además de las canciones, incluye una serie de perfiles audiovisuales que cuentan las historias de algunos de los participantes, explican los contextos de violencia, desnudan el proceso de producción musical y dan voz a los personajes para que compartan su visión de paz.
Enlace a programación del Museo en Chile: http://bit.ly/2lAtB3e
Publicado en Noticias CNMH