Tres momentos en los que la memoria fue protagonista en la FELIBAR 2024

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CNMH

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CNMH Las actividades del diplomado se cumplieron en la sede principal de la Universidad de Antioquia en Medellín y en el municipio de Dabeiba, en el Urabá antioqueño.

Publicado

20 de agosto 2024

CNMH acompañó a firmantes de paz, víctimas y campesinos que aprobaron diplomado sobre construcción de paz territorial

A inicios de agosto, finalizó el diplomado «Construcción de paz territorial y reconstrucción de tejido social», en Medellín, el cual contó con la participación del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH)

Un grupo de 39 personas, firmantes de paz, víctimas del conflicto y campesinos de Antioquia, Córdoba y Chocó, se certificaron en el diplomado «Construcción de paz territorial y reconstrucción de tejido social». El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) participó de este programa académico de la Universidad de Antioquia y la Universidad de Barcelona, junto con la Misión de Verificación de Naciones Unidas en Colombia, la Agencia Nacional para la Reincorporación y la Normalización (ARN) y la Jurisdicción Especial para la Paz (JEP).

«Las y los colombianos se han encontrado con relatos muy dolorosos, pero también con las resistencias más inspiradoras sobre el conflicto armado que jamás haya visto la humanidad», señaló María Carolina Cárdenas, del equipo de Pedagogía para la territorialización y transversalización del enfoque de género del CNMH, quien participó como docente del diplomado. 

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Durante la ceremonia de cierre, se reiteró la voluntad de la entidad por seguir acompañando este tipo de estrategias de construcción de paz desde los territorios. «Les agradezco, como colombiana, que mantengan su compromiso de paz. Estamos del lado de esa Colombia profunda y comprometidos con las aspiraciones de que no vamos a abandonar ser un territorio de paz». 

El diplomado tuvo sus jornadas de inicio y cierre en el campus de la Ciudad Universitaria de la Universidad de Antioquia, en Medellín, y sus módulos intermedios en la vereda Llano Grande, de Dabeiba, en el Urabá antioqueño, donde se ubica el Espacio Territorial de Capacitación y Reincorporación Jacobo Arango. 

«Para eso firmamos el acuerdo de paz y este es un escalón más para conocer cómo se construye paz en los territorios. Los y las firmantes estamos muy comprometidos por aportarle a la paz», señaló Gustavo López Alcaraz, presidente de la Federación de Economía Solidaria Efraín Guzmán, organización que surgió del antiguo bloque homónimo de las FARC-EP tras la firma del acuerdo de paz con el Gobierno.

Hacer la paz es más que hablar de paz

  Además del Centro Nacional de Memoria Histórica, se aliaron alrededor de este espacio académico las Naciones Unidas, la Agencia Nacional para la Reincorporación y la Normalización y la Jurisdicción Especial para la Paz.

«No hubo un módulo en el que no se tratara el papel fundamental que tienen las víctimas en el proceso de la paz», anotó Yair Moreno Salgado, participante del diplomado, del municipio de Anorí. Desde su apreciación, hacer la paz no es tan fácil como lo es hablar de ella. «Uno escucha a gente hablar de paz, pero sale a la calle y se quiere llevar al peatón con el carro, maltratar a una persona en situación de calle… no estamos en paz con nosotros mismos. Lo que hay es que buscar, de alguna manera, solucionar el conflicto armado que vivimos en nuestro país, que es de todos los colombianos», agregó.

Para Juan Bailarín Pernía, indígena embera eyabida y firmante de paz del municipio de Dabeiba, «la enseñanza fue haber compartido ideas para las nuevas generaciones. Que tengan una esperanza allí construida para seguir generando conocimiento y ajustar para lograr la paz total». 

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El profesor Manuel Hurtado, docente de la Unidad Especial de Paz de la Universidad de Antioquia, destacó que a lo largo de este programa académico los participantes del diplomado convivieron, intercambiaron ideas y trabajaron juntos en el desarrollo de proyectos para la construcción de paz. «Este espacio ha servido para que diferentes actores, como víctimas del conflicto armado, firmantes de paz y campesinos y campesinas, se encuentren en un espacio académico que propicia el diálogo de saberes. Ellos van a ser multiplicadores de este saber en sus territorios». 

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