Noticia

Autor

Movimiento Ríos Vivos

Fotografía

Movimiento Ríos Vivos

Publicado

11 May 2018

CNMH rechaza violencia contra líderes sociales

Cuatro personas vinculadas a movimientos sociales han sido asesinadas en lo últimos ocho días: Hugo Albeiro George Pérez y Luis Alberto Torres Montoya, líderes sociales del movimiento Ríos Vivos Antioquia; Duvián Andrés Correa Sánchez, familiar de este último, y Juan Vicente Carvajal Isidro, excombatiente en proceso de reincorporación en la ETCR Martín Villa, donde también hay un colectivo artístico y cultural con el mismo nombre. Las dos organizaciones trabajan con el CNMH en proyectos de memoria y reconciliación.


Desde el CNMH queremos reconocer el trabajo de liderazgo y defensa de derechos humanos y ambientales que ejercen los líderes, lideresas e integrantes de los colectivo Ríos Vivos Antioquia, la Asociación de desplazados del medio Catatumbo (Asodesamec) y la Junta de Acción Comunal en Norte de Santander, así como el esfuerzo y el compromiso retributivo de los excombatientes del Colectivo Artístico y Cultural Martín Villa en Arauca, y los procesos en las demás regiones comprometidos con la construcción de paz territorial, la defensa de la vida y el territorio, y que han venido siendo víctimas por medio de asesinatos selectivos que cada semana cobran la vida de líderes, lideresas, agricultores, barequeros y pescadores.

Hace dos días, el 8 de mayo de 2018, asesinaron a otro integrante de RÍOS VIVOS ANTIOQUIA, Luis Alberto Torres Montoya de 35 años de edad, quien pertenecía a la Asociación de pequeños mineros y Pesqueros de Puerto Valdivia - AMPA articulada al Movimiento Ríos Vivos, junto con un familiar, un joven de 20 años, Duvián Andrés Correa Sánchez, mientras ejercían su labor de barequeo en el sector de El Pescado, Puerto Valdivia, Antioquia. Esto sucede menos de ocho días después del asesinato de otro líder de este movimiento, Hugo Albeiro George Pérez, en jurisdicción de ese mismo municipio.

El Movimiento Ríos Vivos está compuesto por diferentes organizaciones de pescadores, campesinos y mineros artesanales de Santander, Antioquia, Caldas, Huila, Cauca y el Bajo Sinú. Desde hace meses los miembros de esta organización en el Norte de Antioquia, que defiende los derechos humanos y ambientales de las comunidades a lo largo del río Cauca en esa región, han venido denunciando fuertes impactos ambientales y sociales negativos, producto de las crecientes inusuales en el río Cauca que han tapado puentes e inundado viviendas y tierras, así como la sequía por completo de algunos afluentes que ni siquiera en épocas de verano se habían visto tan afectados. Igualmente se han pronunciado y han solicitado ayuda evidenciando la tala irregular de árboles y los derrumbes y taponamientos en diferentes zonas que han sido inundadas, todo esto a raíz de las obras del proyecto de generación eléctrica Hidroituango.

Una de las denuncias más graves que ha hecho Ríos Vivos consiste en que las inundaciones de la represa inhabilitarán definitivamente el acceso a sitios donde hay fosas comunes con cuerpos sin identificar y que se perderá esa memoria tan importante para la comunidad y las víctimas, quitándole a muchas familias la posibilidad de encontrar a sus seres queridos desaparecidos. Su denuncia ha repercutido incluso en el Parlamento Europeo, donde varios parlamentarios abogaron por los desaparecidos que estarían en los predios de Hidroituango y pidieron al gobierno colombiano, en una carta firmada por representantes de 11 países, proteger los derechos de las víctimas del conflicto armado, especialmente las de desaparición forzada, y de las comunidades afectadas por la construcción de la Hidroeléctrica.

El CNMH apoya un proceso de memoria con Ríos Vivos en ese sentido, con el cual se quiere hacer frente a este inminente riesgo de que quede sepultada la memoria del territorio, y acompaña a la organización en su propuesta de hacer recorridos de reconstrucción de la memoria por lugares emblemáticos, rescatándolos como hitos de memoria, haciendo marcaciones territoriales y conmemoraciones en homenaje a las víctimas de la región. A pesar de los esfuerzos de paz y de no repetición, el asesinato de líderes sociales va en aumento y la situación de vulneración de derechos fundamentales en el Bajo Cauca ha llegado a un punto de alerta máxima.

Estos asesinatos se dan en un momento de zozobra para la comunidad que se encuentra preparando una nueva jornada de movilizaciones de protesta a partir de la reducción drástica de las aguas abajo del muro de la represa, tras los derrumbes.

De igual manera, el señor Juan Vicente Carvajal Isidro, excombatiente de las Farc en proceso de reincorporación en el Espacio Territoriales de Capacitación y Reincorporación Martín Villa en Arauca, fue asesinado el 7 de mayo de 2018 cerca del ETCR. Con esta ya son 19 las denuncias de personas acogidas al proceso de reincorporación que han sido asesinadas y un número mucho más grande las que han sido amenazadas. Envíamos un mensaje de rechazo contra estos hechos y reiteramos nuestro compromiso de acompañar procesos como el que se lleva a cabo con el Colectivo Artístico y Cultural Martín Villa, que reafirma la buena voluntad para construir paz en los territorios y contribuir al esclarecimiento y la reconciliación.

Por último, también expresamos nuestra solidaridad con los miembros de la Asociación de desplazados del medio Catatumbo (Asodesamec) y la Junta de Acción Comunal quienes adelantan una iniciativa para construir la Casa de la Memoria de El Aserrío, en el municipio de Teorama, Catatumbo. El CNMH acompaña la consolidación de un espacio de memoria a partir de la implementación de acciones diversas de construcción de memoria que recojan el trabajo que el CNMH adelanta con la comunidad del Catatumbo desde 2016, garantizando la participación de diversos actores, ampliando el universo de expresiones en torno a la memoria y buscando la apropiación social con cobertura territorial, fundamental para la construcción de la paz en la región del Catatumbo.

Los líderes de esta iniciativa se han visto forzados a desplazarse en el último mes hacia otros lugares debido al paro armado impuesto por  actores armados ilegales. Esto no solo ha perjudicado el avance del proyecto de construcción de memoria sino que pone en peligro la vida de quienes impulsan esta iniciativa: “Estamos secuestrados en nuestras propias casas”, expresa uno de los miembros del proyecto.

El Centro Nacional de Memoria Histórica hace un reconocimiento al trabajo de todas estas organizaciones y personas con las cuales además trabajamos en iniciativas de memoria como institución, reafirmando nuestro compromiso de continuar acompañándolos en sus procesos de memoria y esclarecimiento y expresamos nuestra solidaridad y preocupación ante la situación.

¡No están solos!


Publicado en Noticias CNMH

Volver arriba