Escuche la entrevista al director del CNMH en UNRadio

Publicado 06 Dic 2019
Modificado por última vez en 06 Dic 2019

Escuche a el director del CNMH, Darío Acevedo, quien habla de los retos y desafíos de esta entidad y las diferentes controversias que se han generado desde su llegada a esta institución encargada de recuperar, procesar y publicar la memoria de las víctimas del conflicto armado con fines de sanación y reconciliación.


Nuestra Semana por la Memoria reunió las miradas plurales

Publicado 06 Dic 2019
Modificado por última vez en 06 Dic 2019

  • • Lanzamientos, conversatorios y más de 2.000 publicaciones entregadas hicieron parte de esta conmemoración.

  • • Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

Un ritual del Pueblo Nasa dio apertura un acto sin precedentes. En el teatro Colón, el pasado 18 de noviembre, en Bogotá, más de 700 personas fueron testigos del lanzamiento del informe Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, resultado de una investigación del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), con la Organización Nacional Indígena de Colombia.

Este multitudinario evento, el cual fue acompañado por nuestro director, Rubén Darío Acevedo, también marcó el inicio de la decimosegunda Semana por la Memoria, en la que visibilizamos los trabajos que demuestran la pluralidad y diversidad en todas las voces de las víctimas y la participación de las poblaciones.

En total, a las 10 actividades desarrolladas en Bogotá, Medellín, Valledupar, Timbiquí (Cauca) y La Hormiga (Putumayo) asistieron más de 2.500 personas y entregamos 2.100 publicaciones.

Fotografía: Alexander Castellanos/CNMH

¿Qué sabemos del paramilitarismo en Colombia?, 10 años de la Ley 1424, fue el foro, encabezado por  la directora de la Dirección de Acuerdos de la Verdad (DAV), Jenny Lopera, en el que investigadores, representantes de entidades gubernamentales y expertos académicos conversaron sobre los hallazgos del Mecanismo no Judicial de Contribución a la Verdad.

Así mismo, la DAV presentó ante la opinión pública el “Análisis Cuantitativo del Paramilitarismo en Colombia”, en el que el CNMH expone los resultados de la investigación sobre las 39 estructuras paramilitares identificadas por el Mecanismo No Judicial de Contribución a la Verdad. Es el estudio de mayor representatividad estadística para la comprensión del fenómeno paramilitar en Colombia.

Otro evento de gran acogida, con más de 600 asistentes, fue el lanzamiento de “Ser Marica en medio del conflicto armado, memorias de sectores LGBT en el Magdalena Medio”, un trabajo que se da como respuesta a la primera sentencia contra Autodefensas Campesinas de Puerto Boyacá (ACPB), por crímenes cometidos contra esta población.

La Semana por la Memoria también tuvo el lanzamiento de Empresarios, memorias y guerra. “Testimonios desde el Pacífico Colombiano”, en el Museo de Arte Moderno de Bogotá. Esta publicación reúne relatos y testimonios de emprendedores y empresarios del Pacífico colombiano sobre sus experiencias durante el conflicto armado en la región.

El director del CNMH, Rubén Darío Acevedo, expresó que las memorias de empresarios como otras publicaciones de la entidad presentada muestran que “hay una historia que registrar y recuperar para que el país tenga una visión más completa y clara de las memorias de todas las víctimas, una visión plural y diversa, de que la memoria no es única, no es homogénea, y vale la pena contar que cada sector de la sociedad expresa de diversas maneras el sufrimiento a manos de distintos victimarios”.

Publicado en Noticias CNMH


No olvidarlos, una manera de rendir homenaje a víctimas de la toma de las Farc a la Asamblea del Valle

Publicado 21 Oct 2019

  • •Familiares recordaron a los miembros de la Asamblea, los empleados de RCN y al subintendente de la policía, acribillados durante los hechos que hicieron parte de un secuestro colectivo.

  • •El CNMH presentó en Cali un memorial en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia del Museo de Memoria de Colombia.

Los globos blancos se esparcieron sobre el Museo la Tertulia de Cali. Aquella noche del pasado 4 de octubre el recuerdo se hizo aplausos y la memoria sonrisas. ¡Siguen vivos! es el clamor que aún se escucha tras 17 años del secuestro y posterior asesinato de los 11 diputados del Valle, así como los homicidios de un policía y dos empleados de RCN, a manos de la exguerrilla de las Farc.

El memorial presentado por el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) esa cálida noche en el oeste de la capital del Valle del Cauca, en el marco de la exposición Voces para Transformar a Colombia, fue un motivo más para que familiares de las víctimas se abrazaran y expresaran sentimientos de reconciliación y el anhelo de no repetición.

Alrededor de la ofrenda floral y una placa en homenaje a los políticos, el subintendente y los periodistas, instalada en la plazoleta central del Museo La Tertulia, parientes, amigos y público en general  conversaron sobre aspectos como la importancia de hacer memoria y el por qué los diputados de la Asamblea asesinados “son más que 11”.

“Somos más que 11, porque las víctimas son millones de colombianos desde el momento en que se cercenó la democracia con el secuestro, el 11 de abril de 2002 (…) No podemos dejarlos en el olvido. Son mártires de la democracia y tenemos que luchar por renovar, a partir de eso, los pasos que nos dejaron”, exclamó, Juan Sebastián Pérez, hijo del diputado Édison Pérez.

Las heridas pueden no haber cerrado del todo, pero, coinciden varios familiares de los diputados, el ánimo de un país que transite caminos de reconciliación, el recuerdo vivo de sus seres queridos y sus aportes a la paz son aliciente para nunca olvidarlos y relatar, una y otra vez, sus historias.

A  Laura Charry, hija del corporado Carlos Alberto Charry, aún se le quiebra la voz. Afirma con vehemencia que “al secuestrarlos a ellos también secuestraron a sus familias, a sus hogares, sus sueños, proyectos de vida. Atentaron (las Farc) contra una institución como la Asamblea del Valle (…)” y añade que  “no solo es contarlos a ellos (los diputados), sino a las familias que por más de 5 años se echaron al hombro las marchas para solicitar una salida del cautiverio”.

No olvidarlos

Para Fabiola Perdomo, esposa del asesinado, Juan Carlos Narváez, “los diputados representan la entrega, sacrificio y lucha, y así quiero que los recuerden, más que una cifra, como aquellos que dieron sus vidas para que otros pudieran recobrar su libertad, para que el Gobierno y la guerrilla de las Farc se sentaran a dialogar y construir un acuerdo de fin al conflicto”.

Los relatos sobre lo sucedido no deben escatimar la barbarie de la que fueron víctimas su esposo y compañeros, considera, Luz Helena Grajales, quien acota que “toda Colombia se debe enterar de lo que sucedió durante el transcurso del secuestro hasta la muerte de los diputados, de cómo fueron los maltratos que recibieron, lo que les tocó padecer mientras estuvieron secuestrados, porque muchas veces ellos no solamente sufrían por lo que les hacía la guerrilla, sino también los familiares”.

Con “el Caso de la Asamblea tragedia y reconciliación”, el informe que hizo parte de la serie documental del mismo nombre, el CNMH, de tiempo atrás,  ha venido trabajando un proceso de memoria con las víctimas de la toma de la Asamblea y el asesinato de los secuestrados por parte de las Farc.

De igual manera, en abril pasado, la entidad presentó la exposición “Suenan por ti”, instalada en la sede de la Asamblea del Valle, en tributo a los diputados asesinados, Rufino Varela, Carlos Barragán, Jairo Javier Hoyos, Alberto Quintero, Juan Carlos Narváez, Edinson Pérez, Nacianceno Orozco, Carlos Charry, Francisco Giraldo, Ramiro Echeverry y Héctor Arismendy.

Así mismo, en la muestra se rinde homenaje al subintendente de la Policía, Carlos Alberto Cendales, así como a Walter López y Héctor Sandoval, conductor y camarógrafo de la cadena RCN, también víctimas en el hecho perpetrado por el grupo guerrillero.

Darío Acevedo, director del Centro Nacional de Memoria Histórica, apunta que “los diputados de la Asamblea del Valle asesinados son mártires de la democracia” y añade que “los colombianos no merecimos nunca tanto daño, tantas tragedias, tanto dolor, tanto sufrimiento, tantos millones de viudas, huérfanos y de hogares destruidos. “Terminamos siendo víctimas de paramilitares y guerrilleros que se solazaron con la tragedia”.

 

Palabras del director del CNMH, en apertura del Seminario de Archivos de DDHH, Memoria Histórica y Transparencia

Publicado 10 Oct 2019
Modificado por última vez en 10 Oct 2019

Apreciadas Señoras y Señores

Representantes del Gobierno Central, demás ramas Y organismos autónomos
Invitados internacionales
Entidades de La Rama Ejecutiva
Víctimas, organizaciones sociales Y sociedad civil.

Les damos la bienvenida al Primer Seminario de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Transparencia realizado por el CNMH

En primer lugar, quiero hacer un reconocimiento muy especial a la Doctora MARCELA INÉS RODRÍGUEZ, directora técnica de la unidad de Archivos y Derechos Humanos del CNMH, por su liderazgo y capacidad organizativa sin las cuales este evento no habría tenido lugar.

De igual manera, quiero agradecer a todas dependencias, directivos y funcionarios del CNMH que aportaron su esfuerzo a este proyecto.

Señoras y señores, Colombia es un país afectado por violencias de diversa naturaleza que han perjudicado su desarrollo económico, el bienestar y la seguridad de sus habitantes e incluso han puesto en entredicho sus tradiciones democráticas.

Sin embargo, nuestro país ha demostrado con creces una inmensa capacidad de resistencia y de superación frente a las desgracias vividas. A pesar de la gravedad innegable de acontecimientos trágicos ocurridos en las últimas décadas, nuestras gentes prosiguen sus vidas, encaran el dolor, realizan sus duelos y son capaces de seguir adelante. El nuestro, aunque no lo parezca, es un pueblo trabajador, honrado y emprendedor que no se arredra ante las dificultades.

Aunque no podemos negar que las violencias desatadas en el marco del conflicto armado entre el Estado y grupos armados ilegales, como guerrillas de inspiración comunista y socialista, paramilitares o autodefensas, bandas criminales y de narcotraficantes, dan la imagen de un país al borde del caos, en guerra civil, en el que sus habitantes se agreden por cualquier motivo, y del que hasta ciertos intelectuales dicen que “este un país de asesinos, edificado sobre la violencia”, lo cierto del caso es que las violencias que sufrimos no han involucrado a la mayor parte de la sociedad, no estamos divididos entre guerreristas o violentos y pacifistas pues la inmensa mayoría es pacífica, no ha militado en favor de unos u otros grupos armados ilegales.

Vale la pena que se tenga en cuenta y se reconozca que el estado colombiano habiendo reinstaurado la democracia en 1958 después de 5 años de interrupción, ha seguido un derrotero reformista y ajeno a experiencias dictatoriales o militaristas. Por ejemplo, el Frente Nacional durante el cual hubo algunas restricciones de tipo electoral fue útil en el restablecimiento de la paz y la convivencia entre liberales y conservadores, tuvo, además, una vigencia limitada a 16 años. Al final de este, el país inició un período de aperturas que refrescó la vida política y enriqueció los certámenes electorales.

Hacia fines de los años ochenta y comienzos de los noventa Colombia cambió su constitución política por una que aún nos rige y que fue bautizada como progresista y reconocedora de derechos fundamentales, así como la constitución de la paz. De manera casi simultánea se dio comienzo a una experiencia que incrementó el interés y la participación ciudadana en los destinos de sus localidades, me refiero a las elecciones para alcaldes y gobernadores.

Pero, este camino, que presento de modo muy ajustado, no estuvo exento de conflictos sociales, contradicciones profundas, enfrentamientos armados, surgimiento de grupos guerrilleros y paramilitares, cuestionamientos de la democracia. No es la ocasión para brindar interpretaciones acerca de una situación tan contradictoria que nos deja ver dos caras opuestas de una sociedad, por un lado, pujante, con niveles de crecimiento aceptables, sin grandes crisis financieras, con oportunidades y reformas, y de otra parte, el nacimiento y auge de organizaciones que pretendían la toma del poder por la vía de las armas.

Sin duda, el narcotráfico que surgió en los años setenta del siglo pasado y posteriormente tuvo un auge inusitado, se puede considerar como el factor más desestructurante del país, de los lazos sociales, de la institucionalidad, de la política, de la economía y de la cultura. Los opíparos recursos del dinero maldito circularon por todos los poros de la sociedad y cumplieron el papel de gasolina para el surgimiento y consolidación de los grupos armados ilegales de todo tipo.

El Estado colombiano que en principio prestó poca atención al fenómeno guerrillero corrigió esa actitud hacia fines de los años setenta cuando fue creada la primera Comisión de Paz. Luego, bajo la presidencia de Belisario Betancur se dio inicio a la búsqueda de una solución negociada del conflicto armado entre el Estado y los grupos guerrilleros. Desde entonces, todos los presidentes han proseguido en esta política, unos con mayor éxito que otros. La estrategia negociadora del estado colombiana no ha sido, en mi parecer, suficientemente reconocida por organismos y agencias multilaterales y de derechos humanos.

Los gobiernos colombianos no han negado la existencia de una realidad que ha motivado la mirada de organismos internacionales. Me refiero al problema que hoy nos sigue preocupando y que es, en parte, motivo de este evento, la violación en materia grave de los derechos humanos por parte de agentes del estado. El asunto estuvo y aún lo está, orientado a ubicar como único o principal responsable al estado colombiano no obstante que la mayor parte de la culpa de las atrocidades ha corrido por cuenta de los grupos armados ilegales.

Desde los años ochenta y hasta el presente, el Estado colombiano ha respondido al clamor justificado de la opinión nacional e internacional por el respeto de los Derechos Humanos creando entidades que incorporan en sus misiones la defensa, promoción y respeto de los Derechos Humanos. También ha aceptado, a pesar de muchos fallos injustos, las sanciones de cortes internacionales y ha procedido a reparar a las víctimas y a sus familiares por las violaciones.

Quiero resaltar, en síntesis, dos hechos positivos del estado colombiano que hablan bien de su proceder en el contexto de este conflicto armado y de tantas atrocidades sufridas por diversos sectores de la población. De un lado, la persistencia en la política de buscar una solución negociada con grupos armados ilegales, aún al precio de sacrificar una buena dosis de justicia, y de otro, la implantación de políticas en materia de derechos humanos que cruzan distintas instancias y entidades de la vida nacional como la escuela, las Fuerzas Militares, los Medios, los órganos de la Justicia, el Congreso, los partidos políticas, las iglesias. No nos hemos librado totalmente de los males de las violencias y de la violación de los derechos fundamentales por parte de los grupos ilegales, pero nuestra sociedad, nuestro estado y los distintos gobiernos han ido fortaleciendo, legitimando y posicionando los derechos humanos como fundamento esencial de nuestra convivencia.

Ahora bien, el Centro Nacional de Memoria Histórica creado en 2011 por la Ley de Víctimas 1448 tiene como una de sus misiones la de recuperar, acopiar, clasificar, resguardar y proteger los archivos de las organizaciones de víctimas que les han sido entregados en calidad de préstamo o donación y con dicho material forjar una política de derechos humanos en interrelación con otras entidades estatales.

En el marco normativo vigente, los denominados archivos de derechos humanos, comprenden agrupaciones documentales de diversas naturaleza, fechas y soportes materiales, reunidas o preservadas por personas, entidades públicas o privadas, del ámbito nacional e internacional, y cuyos documentos testimonian y contribuyen a caracterizar las graves violaciones a los Derechos Humanos, las infracciones al Derecho Internacional Humanitario y los hechos relativos al conflicto armado interno, así como sus contextos, referidos a:

  1. Graves violaciones a los derechos humanos e infracciones el Derecho Internacional Humanitario.
  2. Acciones institucionales derivadas de la denuncia de tales violaciones o de la reclamación de medidas de atención humanitaria y de las reparaciones materiales y simbólicas.
  3. El contexto local, regional o nacional, del desarrollo del conflicto y sus impactos diferenciados en la población.
  4. Perpetradores de las violaciones a los Derechos Humanos e Infracciones al DIH y su modus operandi.
  5. Acciones de exigibilidad de garantía a los derechos humanos de parte de la sociedad y de las víctimas.
  6. Respuestas institucionales frente a las violaciones a los derechos humanos o de la reclamación de las reparaciones.
  7. Modos de vida, proyectos familiares, sociales, políticos y comunitarios afectados por la dinámica del conflicto armado interno.

En este contexto, el archivo personal de un líder social desaparecido, el archivo de una ONG que busca cooperar con la paz del país, los archivos de las entidades públicas o privadas que tienen en su función el ejercicio de los derechos humanos, son fundamentales para reconstruir la memoria histórica del conflicto armado interno de Colombia.

Por lo anterior, en el marco de la construcción participativa que se viene trabajando en el Centro Nacional de Memoria Histórica y, en particular desde la Dirección de Archivo de los Derechos Humanos, en cumplimiento de las disposiciones de la Ley 1448 de 2011 y decretos reglamentarios y complementarios, se han creado instrumentos que reconocen la importancia de los archivos de Derechos Humanos en el país, como lo son el Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, el Protocolo de Gestión Documental y el Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto, encargados de reconocerles la importancia a estos archivos como herramienta fundamental contra la impunidad y la garantía de derechos para las víctimas.

Para llevar a cabo el desarrollo de estos instrumentos, el Centro Nacional de Memoria Histórica, reafirma su interés de trabajar en acciones para el fortalecimiento de la Gestión documental en materia de archivos de derechos humanos, memoria histórica y transparencia, para dar cumplimiento a la ley de víctimas y a sus decretos reglamentarios y, de esta manera, dar continuidad a las acciones programadas, entre ellas, la jornada que hoy nos convoca.

Realizar el Primer Seminario de Archivos de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Transparencia es de gran importancia para todos los participantes en este evento, por cuanto permitirá interpretar y comprender criterios, normas técnicas, jurídicas y la metodología requeridas para hacer efectiva la creación, organización, transferencia, conservación de los archivos de derechos humanos basados en la  correcta aplicación de las normas y el cumplimiento de la Ley de Víctimas (1448 de 2011) y la Ley General de Archivos (594 de 2000).

De la misma forma, es importante enunciar que en lo concerniente al Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, el Protocolo de Gestión Documental y el Archivo Virtual de Derechos Humanos, Memoria Histórica y Conflicto, en el Centro Nacional Memoria Histórica esperamos contar con su apoyo para su fortalecimiento y actualización.

En relación con el Registro Especial de Archivos de derechos Humanos y Memoria Histórica, que inició su implementación el año 2015, al día de hoy, se han elaborado más de 2.546 registros de archivos, en 26 departamentos y 342 municipios, lo cual muestra un universo incipiente frente a la meta fijada como país.

Sobre el Protocolo de Gestión Documental, oficializado a través de la Resolución 031, del 6 de febrero de 2017, es un documento de vital importancia por cuanto cumple con las disposiciones de la Ley 1448 de 2011, que establece los criterios y las medidas que se deben seguir para la identificación, protección, y garantías de acceso a la información de archivos de derechos humanos, memoria histórica y conflicto armado.

Finalmente, para dar inicio a la presentación de los expositores, desde el CNMH queremos comunicarles que continuamos trabajando en la perspectiva de proteger, preservar y poner al servicio de la sociedad los diferentes documentos, archivos, testimonios y, en general, todos los documentos e informaciones que integran el Archivo de Derechos Humanos con el que hoy cuenta el CNMH y con el objeto de avanzar en la garantía del derecho a la verdad, del que son titulares las víctimas. Continuamos nuestra labor de registro, acopio, custodia, preservación y protección de los diferentes documentos que puedan aportar a la comprensión de lo que nos ha pasado como sociedad en estos más de 50 años de conflicto.

A ustedes, todo nuestro agradecimiento por acompañarnos en esta jornada y cuenten con nuestra asistencia en pro de fines comunes como son la protección y salvaguarda de los archivos y de aquellos relacionados con los derechos humanos.

DARÍO ACEVEDO CARMONA
Director General
Centro Nacional de Memoria Histórica
Bogotá, D.C., 9 de octubre de 2019

Para mayor información, lo invitamos a visitar el micrositio del Seminario de Archivos de Derechos Humanos: Memoria histórica y transparencia.
 

El Museo de Memoria de Colombia llega a Cúcuta

Publicado 27 Sep 2019
Modificado por última vez en 27 Sep 2019

  • • Cúcuta recibe la instalación del Museo de Memoria de Colombia en el marco de Juntos Aparte, la segunda versión del encuentro internacional de arte, pensamiento y fronteras.

  • • Con esta apuesta, el Museo de Memoria de Colombia busca unirse a una gran conversación sobre tránsito y migraciones en la frontera colombo-venezolana.

  • • La exposición estará abierta del 28 de septiembre al 16 de noviembre, de lunes a viernes de 8 am a 12 pm y de 2pm a 7pm. Sábados hasta el mediodía. Entrada gratis.

Desde el 28 de septiembre al 16 de noviembre, el Museo de Memoria de Colombia abre sus puertas en Cúcuta para recordar las historias de vida de quienes han tenido que migrar por la frontera colombo-venezolana. Esta instalación busca ser un escenario para el encuentro, en donde todos podamos plasmar nuestros recuerdos a través del dibujo, la costura y la pintura. Queremos conocer las memorias detrás de un plato, las preparaciones gastronómicas que han pasado de generación en generación, rescatar aquellos platos que nos hacen sentir en casa. ¿Qué plato te recuerda tu hogar? ¿Cuáles son los ingredientes y los pasos para prepararlo? ¿Qué emociones te evoca? La instalación será una casa que entre todos podremos construir con nuestros recuerdos.

La biblioteca Julio Pérez Ferrero será la sede principal. Con otros edificios y lugares emblemáticos, la biblioteca complementa el circuito de arte creado para la segunda edición de Juntos Aparte, la versión en Colombia de la Bienal Internacional de Arte Contemporáneo de América del Sur (Bienalsur).

Al ser Cúcuta la frontera más dinámica de América Latina y ante la crisis migratoria vista con mayor intensidad en los últimos años, se hace necesario compartir las historias de violencia y dolor, pero ante todo de dignidad y fortaleza que ha dejado el conflicto armado.El eje central son las millones de víctimas, personas y comunidades que han sido vulneradas durante muchos años, pero que aún en silencio han construido caminos de paz y esperanza.

Rafael Tamayo, director del Museo de Memoria de Colombia, resalta la importancia de participar en este tipo de eventos: “Es una oportunidad para que las personas comprendan y apropien las acciones culturales, artísticas y de memoria como expresiones de paz. Es la primera vez que el Museo llega a Cúcuta y esperamos sea el inicio de un intercambio permanente con las iniciativas y proyectos de una ciudad tan importante para nuestro país”.

Dos actividades marcarán el paso del Museo por Cúcuta: la primera será la Caravana Juntos Aparte, que inicia el sábado 28 de septiembre a las 6:00am desde el Puente Internacional Simón Bolívar hasta el Centro Cultural Quinta Teresa, donde tendrá lugar un acto poético. Se harán varios performances a lo largo del trayecto y el Museo de Memoria de Colombia estará acompañado por una obra artística, hecha por el artista local Jeider Sánchez, que será posteriormente instalada en la Biblioteca.

La segunda se tratará de un evento el día 2 de octubre a las 6:30 pm en la biblioteca Julio Pérez Ferrero que buscará acercarse a la memoria sensorial más íntima de los participantes a través de la música y la comida. Una memoria que cambia cuando debemos migrar a otro lugar por un mejor futuro. “Vivir en la frontera: arte y gastronomía” quiere ser un espacio en el que reconozcamos las tensiones, miedos, anhelos y nostalgias que guardan los alimentos, pero que al tiempo nos unen con las demás personas.

Durante esta última experiencia multisensorial, Jacobo Sharon, quien viene del Catatumbo, participará con la preparación de un postre típico de la región elaborado con ingredientes que se han ido perdiendo por la expansión de los monocultivos en la zona. Laura Sierra, cucuteña de nacimiento pero venezolana de corazón, compartirá el plato con el que  ha unido a su familia en los momentos más difíciles. Finalmente, nos acompañará Camila Rangel, líder de los talleres de costura y tejido en Villa del Rosario, para compartir la experiencia del tejido en la frontera. El inicio estará a cargo de la agrupación 5ta con 5ta Crew, que a través del hip hop, el grafiti y el breakdance le ha apostado a la convivencia y al desarrollo comunitario en la región de Norte de Santander.

El Museo de Memoria de Colombia es un escenario vivo, abierto, incluyente y participativo para las víctimas y la sociedad en general, que aporta a la consolidación del papel de la memoria histórica como derecho y patrimonio público, reconociendo la pluralidad de las memorias del conflicto armado y promoviendo una cultura democrática para la no repetición.


Para mayor información

Laura Angélica Cerón
Comunicaciones Museo de Memoria de Colombia
301 706 3841
laura.ceron@cnmh.gov.co

 

Lanzamiento: “Detrás del uniforme”

Publicado 05 Nov 2019
Modificado por última vez en 07 Nov 2019

  • ¿Qué se siente ser parte del conflicto? ¿Por qué muchos militares no se atreven a relatar sus memorias? ¿Cuáles son los sueños y anhelos de los soldados en medio de la violencia? A estas preguntas responde el especial transmedia, del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), “Detrás del uniforme”, un trabajo basado en las narrativas y memorias de aquellos soldados que nos compartieron sus experiencias de gratitud por el Ejército, pero también de esos momentos difíciles.

“Detrás del uniforme” hace parte de la serie de trabajos hechos desde 2014 por el CNMH con víctimas de la fuerza pública y surge como respuesta a esas historias de recuerdos íntimos de soldados, suboficiales y oficiales fuera y dentro de sus áreas de operaciones.

Este es un especial que nos permitió conocer desde distintas conversaciones, en los batallones de Villavicencio (Meta), de Florencia (Caquetá) y Tolemaida, que para estos militares era la primera vez que hablaban de sus vivencias. Por ejemplo, la vida de Elizabeth Vélez, oficial herida en combate.

De igual forma es el reconocimiento a las memorias de los hombres y mujeres que están detrás del uniforme, como Wilson Roa quien fue abandonado por su mamá en San José del Guaviare cuando tenía 5 años de edad (ella lo arrojó a un río); a los 7 –porque su madrastra lo humillaba y lo golpeaba con objetos– huyó de la casa y comenzó una travesía que terminó una década después, cuando un amigo le propuso prestar servicio militar.

“Yo sentía que mi vida iba a medias en todo y pensé que siendo soldado algo podría cambiar”, dice el soldado profesional hoy pensionado de la fuerza pública.

Estas son historias que reflejan las marcas de la violencia, vista desde los integrantes de la fuerza pública. Una oportunidad para tejer caminos más allá de las cifras, para construir, por medio de sus relatos, la humanización del conflicto.

“Detrás del uniforme resume el corazón del conflicto en Colombia. Se habla de la soledad y del silencio ante la muerte, de los recuerdos antes de empuñar un fusil, del honor de vestir el camuflado y de los anhelos por volver a casa”, explica el especial que estará disponible en la web del CNMH y en una cartilla impresa.

El evento de lanzamiento contará con la presentación de varios militares, sus historias de vida y la explicación de cómo se forjó la construcción de este trabajo. Además presentaremos apartes de la multimedia.

Lanzamiento Detrás del uniforme

Hora: 5:00 p.m.
Fecha: 6 de noviembre
Lugar: HotelTequendama, salón Monserrate, Carrera 10 #26 - 21, Bogotá
* Entrega gratuita hasta llenar aforo - Entrada libre

 

Bogotá y Medellín se unen por la memoria histórica como elemento de estudio en las escuelas

Publicado 12 Nov 2019
Modificado por última vez en 19 Nov 2019

  • Estudiantes y docentes de grados décimo y once de ambas ciudades presentarán los resultados de iniciativas escolares interdisciplinarias que han venido desarrollando durante el 2019.

Las iniciativas escolares de memoria histórica serán el puente que entre el 14 y el 16 de noviembre unirá a Bogotá y Medellín. En ambas ciudades se realizarán muestras destinadas a presentar los resultados de trabajos escolares de estudiantes de grados décimo y once que han incorporado a sus ejercicios de clase la Caja de Herramientas: un viaje por la memoria histórica, diseñada por el Equipo de Pedagogía del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH).

La actividad de Medellín, denominada Segunda muestra creativa de experiencias en pedagogía de la memoria, se realizará el jueves 14 de noviembre en las instalaciones del Centro de Innovación del Maestro (MOVA), mientras que la Muestra de iniciativas escolares de memoria histórica de Bogotá será el sábado 16 del mismo mes en el Hotel Tequendama.

“Estas muestras darán cuenta de las reflexiones de los estudiantes sobre la memoria histórica del conflicto armado desde distintos lenguajes, mostrando cómo el análisis sobre el pasado adquiere relevancia y significado en contextos puntuales”, afirmó María Andrea Rocha, Líder del Equipo de Pedagogía CNMH, quien además explicó que “cada ciudad, e incluso cada institución educativa, vivió procesos y recorrió caminos diferentes aunque todas hayan trabajado con la Caja de Herramientas: un viaje por la memoria histórica como un referente”.

Las iniciativas escolares de memoria son el resultado del trabajo interdisciplinario y transversal que hacen estudiantes y docentes de los grados décimo y once del país, quienes incorporan la memoria histórica, a partir de los casos puntuales de Portete y El Salado, en clases como ciencias sociales, ética, danza, artes plásticas, música, deportes y filosofía.

Según expresó el profesor Elkin Ospina, de la Institución Educativa Juan de la Cruz Posada de Medellín “esa transversalidad es la que permite resultados tan diversos, pues los estudiantes no solo aprenden los conceptos en clases de democracia, derechos humanos y ciudadanía, sino que se ven obligados a reinterpretar, analizar y empatizar con el conflicto armado y sus víctimas a través de distintas formas de expresión como la pintura, fotografía, video, poesía, artes plásticas y el performance, la danza y cualquier otro medio artístico”.

En el caso de Bogotá una de las iniciativas que llama la atención es el Museo Escolar de Memoria Histórica del Colegio La Giralda, ubicado en el barrio de Las Cruces, donde los estudiantes y docentes llevan varios “años explorando estrategias que les permitan expresar, sensibilizar y transformar a partir de las experiencias propias de los estudiantes y sus interacciones con la comunidad, pues existen muchos estigmas y barreras invisibles frente a quienes viven en este barrio”, dijo la profesora Nydia Pérez.

De hecho, desde La Giralda y su Museo Escolar van a presentar iniciativas que fusionan la tecnología mediante el uso de dispositivos móviles con las reflexiones de los estudiantes a través del performance. En palabras de la profesora de danzas Laura Alejandra Suárez, “se trata de una pieza de baile en tres actos inspirada en las comunidades Wayuu de Portete y la forma en que fueron victimizadas: utilizaremos elementos de la danza contemporánea para despertar en los estudiantes sensaciones que los llevarán a reflexionar acerca de estos sucesos y su aporte como colombianos para la construcción de paz”.

En total, las dos ciudades presentarán más de 30 iniciativas escolares, que en el caso de Medellín integrarán a municipios como Carepa, Rionegro, Abejorral, Heliconia, San Vicente, Itagüi y Bello; mientras en Bogotá la actividad se realizará con los colegios de la Alianza Educativa.

 

Álbumes familiares de Bojayá: para siempre recordar a las víctimas

Publicado 18 Nov 2019

  • •El Centro Nacional de Memoria Histórica, entregó 40 piezas que compendian información genealógica de núcleos y parentescos de las personas que murieron en la masacre de mayo de 2002, a partir de relatos familiares.  Estas piezas se produjeron con el apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación (PAR) de ACDI VOCA / USAID, quienes, además apoyaron la realización del mural en homenaje a los niños y niñas víctimas del hecho violento.

  • •Este proceso, en el que se trabajó durante más de dos años con las comunidades, es un componente de reparación simbólica y es emblemático dentro de la reconstrucción de memoria en el país.

Tal y como lo solicitó la comunidad de Bojayá, dentro del proceso de reparación simbólica, componente adicional al compromiso de exhumación que se adelantaba desde 2015 con Fiscalía y con Medicina Legal, el Centro Nacional de Memoria Histórica, CNMH, entregó a habitantes de ese municipio del Chocó colombiano, este domingo, 17 de noviembre, 40 álbumes familiares.

Los álbumes, que fueron entregados a las familias en cajas de madera, contienen imágenes y relatos de cada una de las víctimas de la masacre, y fueron producidos con apoyo del Programa de Alianzas para la Reconciliación de ACDI VOCA / USAID y se trabajaron con la metodología de encuentros familiares, encuentros permanentes de investigadores, gestores locales de memoria, diseñadores y parientes, un trabajo mancomunado.

En la construcción de las piezas, que se constituyen en un nodo para tramitar el dolor de la comunidad, se destaca la labor del Comité por los Derechos de las Víctimas, gestores locales de memoria y el equipo local de Comunucaciones.

Según Tania Helena Gómez, del equipo de Enfoque Étnico del CNMH, estas piezas permiten recordar a los familiares fallecidos, reconstruir sus historias de vida, el árbol familiar, genialógico de madres, abuelos, tíos, historias de vida conmemorativas en homenaje a las personas que fallecieron en la masacre.

“Los álbumes se vuelven un referente para las nuevas generaciones de bojaceños que no conocieron a sus padres, abuelos, tíos. Es la forma de darles a conocer a las nuevas generaciones, lo sucedido”, explica.

El CNMH se comprometió con la elaboración de las Historias de Vida y Albumes Familiares como parte de todo el Sistema Nacional de Atención y Reparación a las víctimas, para ser, también, parte de este proceso en lo que tiene que ver con la repacion simbólica de las víctimas de Bojayá.

Gómez, añade que “la comunidad de Bojayá había enterrado los muertos, en su momento, en fosas comunes, pero tenía la necesidad de darles cristiana sepultura con el ritual mortorio propio de la comunidad afro del Atrato y por eso  inició este proceso de exhumación y reconocimiento de familiares fallecidos, el cual terminaría en la posterior entrega digna de los cuerpos, inhumación y despedida espiritual de las víctimas de la masacre del 2 de mayo de 2002 en la iglesia”.

Igualmente, el CNMH respondiendo a las solicitudes de la comunidad y a los compromisos asumidos en las Asambleas, realizó recientemente junto con habitantes de Bellavista y Pogue, un mural en homenaje a los niñas y niños fallecidos en la masacre, y reconstruyó un mural de la memoria muy significativo para la comunidad elaborado en el 2004 en la Escuela de Bellavista viejo.

 

¡Que cese la violencia contra los pueblos indígenas!

Publicado 18 Nov 2019
Modificado por última vez en 26 Nov 2019

  • • Según la Organización Nacional Indígena, 136 indígenas han sido asesinados en el último año y medio. Los pueblos Nasa, Awá, Senú, Kamëntsá, Emberá y los pertenecientes a la Sierra Nevada de Santa Marta, son algunos de los que se han visto más amenazados por acciones violentas e intimidaciones.

  • • Desde el pasado 29 de octubre hasta la fecha, se ha registrado el asesinato de 20 hombres y mujeres indígenas.

  • • Además de asesinatos, los pueblos indígenas hoy se enfrentan a dinámicas de confinamiento, desplazamiento y desaparición que han sido advertidas por diferentes entidades como la Defensoría del Pueblo y la Procuraduría General de la Nación.

A propósito de los recientes hechos contra integrantes de los pueblos indígenas, el Centro Nacional de Memoria Histórica expresa:

Tal y como lo hemos aprendido de autoridades tradicionales como Gil Farekatde, del pueblo Murui, es importante que “endulcemos la palabra”, es decir, que todo lo hagamos con el corazón dulce y con estimación al otro. Consideramos que este es el camino oportuno para que entre todos construyamos un país en paz que reconoce su diversidad.

Reiteramos la necesidad de que se respete el rol que ejercen líderes, lideresas y autoridades tradicionales, ya que ellos -en especial-, son primordiales en la preservación de los saberes y principios propios de los pueblos indígenas: unidad, territorio, cosmogonía, autonomía y cultura.

De esta forma, hacemos un llamado a las entidades del Estado respectivas para que cada uno de estos casos sean investigados con el mayor rigor posible, se identifique a los responsables y se tomen los correctivos necesarios para que líderes y lideresas de derechos humanos no se vean sometidos a ninguna clase de intimidación y violencia por la labor que realizan.

También llamamos a los organismos y organizaciones de Derechos Humanos para que, en trabajo conjunto con las entidades del gobierno, acompañen a estas poblaciones para garantizar su protección, seguridad y su derecho a la vida.

La Organización Nacional Indígena de Colombia y el CNMH están próximos a lanzar el informe “Tiempos de Vida y Muerte: Memorias y Luchas de los Pueblos Indígenas en Colombia”, el primer informe nacional de memoria histórica de los diversos pueblos indígenas del país, que recoge sus experiencias, memorias y afectaciones sufridas en la larga duración de conflicto, y que surgió con el objetivo -entre otros- de que las violencias contra sus pueblos cesen.

Proteger la vida de los pueblos indígenas, nuestros más antiguos ancestros, es un deber urgente, ellos no tendrían por qué estar sometidos a las lógicas y conflictividades ajenas a sus cosmogonías.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

Gran acogida tuvo durante la Semana las presentaciones los informes de Pueblos indígenas, Cuantitativo del paramilitarismo y Ser marica en medio del conflicto.

 Lizeth Sanabria


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