Ante un nutrido público dispuesto en el estand del Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), el director general de la entidad, Darío Acevedo Carmona, dialogó con el arquitecto Felipe González-Pacheco, uno de los diseñadores del Museo de Memoria de Colombia (MMC).
Al conversatorio se unieron Jorge Echávez y Carlos Arturo Bustamante, profesionales especializados del equipo de infraestructura del CNMH. El eje temático de este encuentro fue la inspiración que tuvo el equipo de arquitectos —entre los que se encuentran María Hurtado de Mendoza y César Jiménez de Tejada— para lograr el diseño del MMC y cómo se está cumpliendo el objetivo principal de crear un espacio ideal de memoria y recordación para las víctimas del conflicto armado colombiano.
El director Acevedo Carmona expresó durante la charla que «el visitante debe sentir un impacto profundo cuando ingrese al museo, debe crearle una conciencia de no repetición sobre lo sucedido con las personas víctimas de la violencia». A su vez, el arquitecto González-Pacheco manifestó que «El recorrido ascendente del diseño con veinticuatro picos en la cubierta, desde el plano de la ciudad hasta la relación directa con los cerros y el cielo, transporta al visitante a través del conjunto de salas para alcanzar el horizonte. Entre los picos del suelo y los picos del cielo están las salas de la memoria».
Entre tanto, Jorge Echávez se sumó a esta experiencia sobre la construcción del MMC: «ha sido emocionante ver cómo se levanta una estructura diseñada pensando en lo que ocurrió durante años en nuestro país, y en lo que no podemos repetir». Por su parte, Carlos Bustamante aseguró que «este trabajo ha sido de mucha responsabilidad y compromiso, estamos construyendo un museo que durará siglos y que debe recordar el dolor, pero también la esperanza de una sociedad cansada de la violencia».
Los cuatro participantes en este conversatorio coincidieron en que el MMC será un eje fundamental en la construcción de la memoria colectiva, está dentro de un eje urbano de cultura y representa millones de historias de personas y familias que tendrán un lugar para honrar a sus seres queridos y, para los visitantes, será un espacio de reflexión, comprensión y, sobre todo, de no repetición.