El Centro Nacional de Memoria Histórica —CNMH— acompañará a la comunidad de Bojayá este 2 de mayo, en la conmemoración de los 20 años de la masacre cometida por la guerrilla de las Farc en el antiguo Bellavista, la cabecera municipal. Esta fecha, en la que los pobladores de este municipio chocoano se reunirán para rendir homenaje a sus víctimas, será la oportunidad para el reencuentro presencial en un vínculo que busca fortalecer la construcción de memoria histórica como medio para la reparación integral y la no repetición de los hechos del conflicto armado.
El CNMH apoya y acompaña las actividades conmemorativas, que incluyen la presentación, el domingo 1º de mayo, del libro «Los muertos de Bojayá son nuestros muertos», a cargo del Comité por los Derechos de las Víctimas de Bojayá; la Noche de la luz —un recorrido con el Cristo Mutilado por las calles de Bellavista—; la presentación teatral de la asociación de Mujeres Guayacán y el grupo de Teatro Champa, así como la proyección del documental Proceso de Murales, de la Comisión de la Verdad. El lunes 2 de mayo, Día de las Víctimas de Bojayá, se realizará una peregrinación hacia el antiguo Bellavista y una eucaristía en recuerdo de las personas que fallecieron en este hecho bélico.
El Observatorio de Memoria y Conflicto (OMC) del CNMH ha registrado la muerte de 81 personas por el lanzamiento de un cilindro bomba que destruyó la iglesia de San Pablo Apóstol, en Bellavista,, el 2 de mayo de 2002. Entre las víctimas mortales identificadas plenamente se encontraban 47 niños, niñas y adolescentes.
La masacre de Bojayá ocurrió en un contexto de 18 días en los que las comunidades de Bojayá y Vigía del Fuerte vivieron en medio del fuego cruzado por los enfrentamientos entre guerrilleros del Frente José María Córdoba de las Farc y paramilitares del Bloque Élmer Cárdenas. En ese período, el OMC registra 94 víctimas de 3 acciones bélicas (incluida la del 2 de mayo), 3 casos de asesinatos selectivos, 5 casos de desaparición forzada y 2 de violencia sexual. Desde 1958, los registros dan cuenta de 275 víctimas en 167 hechos de violencia perpetrados en Bojayá. Estas cifras se pueden consultar en este tablero conmemorativo sobre estos hechos.
Un vínculo por la reparación integral de Bojayá
El CNMH acompañó desde 2017 las diligencias de identificación e individualización de las víctimas, a cargo de la Fiscalía General de la Nación y el Instituto de Medicina Legal, que fueron parte de los acuerdos de La Habana, luego de que la guerrilla de las FARC reconociera su responsabilidad en la masacre. El trabajo del Enfoque Étnico del CNMH permitió reconstruir con relatos los roles de vida y el árbol de cada familia, buscando dignificar y hacer homenaje a las víctimas. Se elaboraron 40 álbumes familiares que fueron entregados en el acto de despedida espiritual e inhumación Bojayá honra a los sagrados espíritus, el 17 de noviembre de 2019, y se convirtieron en un modo para sanar el dolor y un tesoro íntimo y privado que representa el recuerdo de sus familiares muertos en la masacre.
El acompañamiento para la reparación simbólica en Bojayá inició en 2009, cuando el Grupo de Memoria Histórica de la Comisión Nacional de Reparación y Reconciliación (que pasó a ser parte del CNMH con la Ley 1448 de 2011 —ley de víctimas—), produjo el informe Bojayá. La guerra sin límites, que precisó la magnitud de los daños que el conflicto ha provocado a las comunidades afro e indígenas del Medio Atrato.
El Enfoque Étnico del CNMH ha promovido el fortalecimiento del grupo de cantadoras del Consejo Comunitario de Pogue, proceso que derivó en la producción, publicación y divulgación de la cartilla Pogue: un pueblo, una familia, un río, del cancionero El oficio de cantar memoria y el documental Las musas de Pogue, en alianzas con la Corporación Pasolini de Medellín, la Universidad de Columbia y la Organización Internacional para las Migraciones. El trabajo con la comunidad ha servido además para comprender el significado de los procesos mortuorios, afectados por la violencia y la mala muerte que representa para ellos el crimen del 2 de mayo de 2002.