En la capital del Guainía, la ciudad de Inírida, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) acompañó un nuevo proceso de acercamiento a la memoria histórica en el marco del conflicto armado. En conjunto con bibliotecarias y bibliotecarios de la biblioteca departamental, la biblioteca municipal y las bibliotecas escolares, se desarrolló un trabajo articulado y mancomunado de diálogo, conversación y escucha, donde la palabra permitió transitar temas que el conflicto ha dejado en el territorio.

Este encuentro, realizado en la Biblioteca Pública Departamental Gabriel García Márquez, marcó el cierre de un año de trabajo en el marco del Convenio Interadministrativo 4472, una alianza entre el CNMH, el Ministerio de las Culturas, las Artes y los Saberes, la Biblioteca Nacional de Colombia y la Red Nacional de Bibliotecas Públicas, que busca fortalecer el uso social de la memoria histórica a través de la lectura, la escritura y la oralidad.

Sembrar memoria y reconocer el territorio

Durante la jornada, se realizaron talleres de cartografía social, centros de interés en memoria histórica y recorridos por los acervos de memoria, en los que las y los participantes reflexionaron sobre el papel de las bibliotecas como espacios vivos de encuentro, mediación y construcción de paz.

En el taller de cartografía social, las y los bibliotecarios mapearon los lugares donde las bibliotecas —departamental, municipal y escolares— generan incidencia y fortalecen el diálogo con las comunidades. Es así como en grandes mapas elaborados colectivamente, señalaron las zonas rurales, veredas y comunidades indígenas del río Inírida y el Guaviare donde realizan clubes de lectura, visitas guiadas, talleres de escritura y actividades culturales.

Este ejercicio permitió reconocer espacios significativos, identificar las huellas del conflicto armado y visibilizar la presencia de las bibliotecas como agentes de cambio social. Cada grupo expuso sus mapas, compartiendo las experiencias y los retos que diariamente enfrentan para llegar a comunidades apartadas por vía fluvial o terrestre, y cómo desde la lectura, la oralidad y la escucha se han tejido vínculos de memoria viva en el territorio amazónico.

El cierre del encuentro estuvo marcado por la elaboración del «Rollo de la memoria», un ejercicio simbólico en el que las y los participantes plasmaron dibujos y palabras de agradecimiento al CNMH y a la Biblioteca Nacional de Colombia por propiciar estos espacios de reflexión.

Este gesto de memoria y reconocimiento colectivo reafirmó el valor de la palabra, la escucha y la construcción compartida de paz. 

Centros de interés: un nuevo camino para sanar desde la palabra

Uno de los momentos más significativos fue el taller de «Centros de interés en memoria histórica», una estrategia pedagógica que promueve la mediación y exhibición de contenidos sobre hechos del conflicto armado. A partir de este espacio, la Biblioteca Pública Municipal Princesa Inírida proyectará la creación de su propio «centro de interés en memoria histórica», un lugar para reunir experiencias, saberes y vivencias de las comunidades, así como para fortalecer el diálogo y la sanación colectiva.

«Este tema reúne muchas experiencias y refleja lo que hemos vivido a lo largo de la historia en nuestro municipio. Aprendimos cómo llegar hasta los hogares, las familias y nuestros usuarios para entablar una conversación y sanar algunas heridas que han quedado abiertas», afirmó Laura Curvelo Ortega, coordinadora de la biblioteca municipal.

La Biblioteca Pública Municipal Princesa Inírida fue reconocida en 2024 con el Premio Nacional de Bibliotecas Públicas Daniel Samper Ortega, en la categoría de Estrategia Innovadora, por su trabajo de alfabetización con personas mayores indígenas y su compromiso con la inclusión y el aprendizaje comunitario.

«Nos presentamos faltando tres horas para el cierre de la convocatoria, sin imaginar que estaríamos entre los finalistas. Ganar este premio fue una sorpresa y un orgullo para el Guainía. Nos ha abierto muchas puertas y nos motiva a seguir fortaleciendo nuestros programas y la infraestructura de la biblioteca», destacó Curvelo.

Un cierre que abre nuevos caminos

Gracias a esta alianza, el CNMH y la Biblioteca Nacional de Colombia han llegado a más de siete departamentos del país con acciones de memoria que fortalecen el papel de las bibliotecas como escenarios de encuentro y reflexión.

Y aunque este ciclo llega a su fin, el trabajo continúa: aún queda un año más para seguir sembrando memoria en los territorios, fortaleciendo los lazos entre lectura, palabra y verdad.