El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH), a través de la Dirección para la Construcción de la Memoria Histórica, acompañó a la Organización Indígena Wiwa Golkushe Tayrona en la entrega del calendario propio del pueblo wiwa, una herramienta ancestral que busca fortalecer la memoria, la espiritualidad y la identidad cultural de esta comunidad indígena, ubicada entre los departamentos de La Guajira y Magdalena.
La iniciativa surgió en 2022 como parte del proceso de reconstrucción del tejido social y cultural del pueblo wiwa, identificado por la Corte Constitucional como una de las comunidades ancestrales en riesgo de extinción física y cultural. Desde entonces, se empezó a llevar a cabo un plan de trabajo con la participación de mamos, autoridades tradicionales y docentes, con quienes se realizaron entrevistas y jornadas de validación sobre los tres ciclos que estructuraron el calendario: Skikus, Ukua y Ukuasiga.
Este calendario propio fue resultado de un trabajo colaborativo basado en la confianza y la reciprocidad entre el CNMH y la Organización Indígena Wiwa Golkushe Tayrona. En esa medida, el proceso permitió recuperar los saberes sobre la relación entre los seres humanos, la naturaleza, y los ciclos de la luna y el sol, consolidando así una herramienta de orientación espiritual que guiará las prácticas cotidianas, la educación propia y la transmisión intergeneracional de los conocimientos ancestrales wiwa.
«El propósito de este calendario fue seguirlo construyendo bajo el ejercicio de la práctica cotidiana del pueblo, teniendo en cuenta que pone como eje central la mama tierra, el padre sol y la madre luna, y que las semillas y semillas humanas puedan ser direccionadas como nuestros padres ancestrales nos lo dejaron», afirmó Nolemako, rector del Centro Etnoeducativo La Laguna.
Por su parte, Inocencio Rafael Coronado Calvo, coordinador de la Institución Etnoeducativa Wiwa, explicó que, desde un comienzo, se ha pensado que el calendario propio tenga fines pedagógicos y que se espera que sea una herramienta para tejer el conocimiento dentro de la comunidad. «Nosotros también trabajábamos con el Gregoriano, que está totalmente desconectado de lo que buscamos como cultura. Este calendario nos permitió revitalizar nuestros derechos y la forma en que entendemos el tiempo desde nuestra propia cosmovisión», manifestó Coronado.
La entrega del calendario propio del pueblo wiwa representa entonces un paso significativo en la protección cultural y espiritual de esta comunidad, y reafirma el compromiso del CNMH de acompañar los procesos de memoria que nacen desde los territorios. A través de esta iniciativa, se reconoce que la palabra, el conocimiento y las prácticas ancestrales también son formas de verdad, sanación y reparación.