El cuarto diálogo MHERI abordó el impacto del estallido social fuera de Colombia

El Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) realizó el cuarto y último diálogo MHERI —Memoria Histórica del Exilio, Retorno e Insilio— de 2025, titulado «El estallido fuera de Colombia: impactos de la protesta en el exterior». Este espacio, desarrollado de manera virtual, reunió a personas jóvenes, investigadoras y defensoras de derechos humanos para reflexionar sobre cómo las movilizaciones ocurridas entre 2019 y 2021 trascendieron las fronteras nacionales y se resignificaron desde los territorios del exilio.

La conversación inició con la presentación y el análisis de una fotografía tomada por el comunicador y periodista Andrés Deaza durante una manifestación en 2019, en la Universidad Nacional de Colombia, en la que un agente del ESMAD apunta directamente a un fotógrafo. La moderadora del encuentro, Claudia Vanesa Cortés Losada —comunicadora social y periodista— utilizó esta imagen como punto de partida para introducir los tres ejes temáticos del diálogo: contextos y experiencias; memoria, justicia y exilio; y acciones de memoria para la paz desde el exterior. En este marco, las y los participantes del encuentro reflexionaron sobre el abuso de autoridad, la vigencia de estas escenas en diferentes países y la necesidad de seguir documentando estas violencias.

Durante el encuentro, Fernanda Espinosa, investigadora del CNMH y coordinadora del informe El pueblo en las calles: memorias de resistencia y represión en el estallido social de 2021, presentó algunos hallazgos clave de esta investigación. Inicialmente, explicó que el informe se construyó a partir de 188 entrevistas, 14 grupos focales, informes de organizaciones de derechos humanos, veedurías internacionales, análisis de redes sociales y seguimiento a medios alternativos. Según señaló, las movilizaciones en el exterior estuvieron marcadas por la angustia, especialmente en escenarios como embajadas y consulados, donde la diáspora expresó su preocupación por el país y demostró su solidaridad con las víctimas en Colombia.

Por su parte, Jeniffer Lisette Melo, psicóloga y defensora de derechos humanos radicada en México, resaltó la importancia de mantener viva la memoria colectiva y reconocer el carácter político de estas prácticas. «Cuatro años después seguimos haciendo este ejercicio de memoria, una memoria viva y una memoria política que nos lleva a pensar nuevas formas de movilización, los criterios que establecen las personas para organizarse y cómo el Estado se estructura, incluso en relación con la migración forzada y el exilio», afirmó. Además, desde su experiencia de acompañamiento jurídico, sociojurídico y pedagógico en el Pacífico colombiano, señaló la urgencia de fortalecer las garantías para las víctimas del estallido social.

Así mismo, Michael Guerrero, artista multidisciplinario radicado en Frankfurt, Alemania, y tío de Nicolás Guerrero —joven asesinado durante el estallido social en Cali— compartió su testimonio sobre las afectaciones familiares, la soledad institucional y la persistencia de los abusos de autoridad, no solo en Colombia sino en otros países. «¿Dónde está la institucionalidad dando declaraciones y esclareciendo todo? Mataron no sé a cuántas personas y al otro día nadie se acuerda; olvidar es lo más cobarde que podemos hacer», dijo, recordando a su sobrino. 

El diálogo concluyó con las palabras del equipo que conforma la Estrategia MHERI, el cual destacó la fuerza y la persistencia de quienes han mantenido viva la memoria del estallido fuera del país. Al respecto, sus integrantes señalaron que el exilio sigue siendo un campo poco investigado y que estos espacios permiten reconocer la labor de familias como la de Laura Guerrero, cuya resistencia ha sostenido procesos de búsqueda de verdad y justicia. 

La jornada cerró con la proyección del documental Mocao: el arte como resistencia, realizado por el Movimiento en Resistencia contra las Agresiones Oculares (Mocao), el cual reafirma el compromiso de continuar visibilizando las voces de la diáspora. Por último, el equipo que conforma la Estrategia MHERI anunció que en 2026 iniciará la planeación de una nueva edición de los diálogos, que mantenga la misión de hacer públicas las memorias de quienes tuvieron que irse del país a causa de la violencia.

 

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