¿Cómo reaccionó Guatemala frente a la publicación de este documento?
En Guatemala la publicación del Diario Militar fue una bomba. Fue tan impactante para la gente ver en blanco y negro la evidencia de que el gobierno había planeado y coordinado una política para desaparecer a sus enemigos políticos.
Creo que para muchas de las familias de los desaparecidos el diario tuvo una repercusión muy compleja, no es fácil ver la imagen de un familiar desaparecido en un contexto tan macabro, fue devastador. Lo más doloroso para ellos fue darse cuenta que sus seres queridos habían permanecido retenidos por semanas e incluso meses antes de ser asesinados. Esto implicaba que muchos habían sido torturados antes de sus muertes. Sin embargo, por otro lado, para las familias significó también un doloroso alivio pues era una confirmación de lo que habían sospechado por años, es decir, una confirmación de la muerte de sus seres queridos”.
¿Cuál fue la reacción de las fuerzas militares?
“Las fuerzas militares, en un principio, rechazaron los documentos. Además, declararon que aquel diario era una fabricación del National Security Archive, en un intento de dañar su reputación. Sin embargo, su postura nunca ha sido probada pues quien observe el diario puede darse cuenta de su autenticidad”.
¿Qué significó este hallazgo para usted?
“En términos de mi trabajo en Guatemala, y en otros lugares, creo que publicar ese diario incrementó mi compromiso para luchar por los derechos civiles de los ciudadanos a tener acceso a los documentos de su gobierno. El derecho a la verdad, especialmente después de una época de violencia, es una de las formas más poderosas de ayudar a una sociedad a luchar contra la impunidad, la vergüenza y el silencio. Además incentiva un debate nacional honesto sobre lo sucedido. También convierte a civiles traumatizados por la guerra en miembros valiosos para sus comunidades”.
Fotos: Cortesía del National Security Archive.