La guerra en Colombia ha dejado más de nueve millones de víctimas, de las cuales 288.421 son militares pertenecientes al Ejército Nacional, en su mayoría afectados por las guerrillas de las FARC y ELN. Sus memorias quedaron plasmadas en el más reciente documental «Contar para reparar», una iniciativa de memoria impulsada por el Ejército Nacional que ha sido acompañada por el Centro Nacional de Memoria Histórica -CNMH- desde el año 2021.
Escuchar todas las voces y sus relatos es lo que hace que la memoria sea un camino para la reconciliación, y es con ese anhelo que el CNMH y el Ejército Nacional presentan este contenido audiovisual. El lanzamiento de «Contar para reparar», donde se narran historias de vida, supervivencia y resiliencia de integrantes que pertenecieron al ejército nacional y sus familias víctimas del conflicto armado interno, será este sábado 24 de septiembre en el Teatro Patria, en Bogotá, a partir de las 10 a.m., con entrada libre.
“Esta iniciativa nace con el fin de visibilizar y dignificar la memoria de los miembros del Ejército Nacional y sus familias, quienes han sufrido diferentes victimizaciones en el marco del conflicto armado colombiano y cuyos impactos psicosociales pasan por la desestructuración familiar, cambios en las dinámicas y roles familiares, afectaciones en el cuerpo, amputación de miembros, pérdida de visión, discapacidades físicas, motoras entre otras”, aseguró Ana María Trujillo, directora (e) del Centro Nacional de Memoria Histórica.
Esta pieza audiovisual da cuenta del dolor vivido por la violencia que trae consigo hechos como la desaparición forzada, el secuestro o la utilización de minas antipersonal en medio de los enfrentamientos o como estrategia para derrotar, debilitar al adversario. Precisamente, para entender las verdaderas dimensiones del conflicto armado, este documental propone escuchar, sin recelo y con humanismo, todas las voces que se han visto afectadas por este, el más largo de América Latina. Busca visibilizar y dignificar la memoria de los miembros del Ejército Nacional y sus familias, quienes han sufrido diferentes victimizaciones en el marco del conflicto armado colombiano.
El audiovisual, narrado desde la imagen y los testimonios de forma poética, resalta el espíritu de vida promovido por sus protagonistas. “Todos los participantes están en un sinfín blanco y desaturado, con un objeto personal sobre el que están narrando su memoria. Es un minimalismo, una nada donde las cosas que se narran son las que van apareciendo, como la memoria misma”, dice Edwin Eliud Ramírez, profesional audiovisual del CNMH que acompañó este proceso. A lo que complementa: “Lo que no contamos, no existe o deja de hacerlo. El epílogo resume cómo muchos de los participantes salen adelante enfocándose en un ¿para qué? y no en un ¿por qué?, por eso va adquiriendo color y otros códigos semiológicos propios de la imagen”.
Algunos de los objetos sobre los que se abre la memoria son un radio que un soldado intercambió con un guerrillero por un uniforme viejo y roto; un pergamino hecho con papel, y puesto a secar en cautiverio, donde firmaron 36 secuestrados; un balón de fútbol, que representa el volver a vivir y ser parte de un equipo de hombres que perdieron alguna de sus extremidades a causa de minas antipersonal. Este hecho, por ejemplo, ha dejado 6.068 víctimas en Colombia, según cifras de la Unidad para las Víctimas citadas en el documental.
Este ejercicio de memoria se suma a otros realizados y acompañados por el CNMH con víctimas del conflicto armado del Ejército Nacional, Fuerza Aérea Colombiana y Armada Nacional desde 2014: Esa mina llevaba mi nombre, la serie radial Los pasos rotos, el informe de esclarecimiento La guerra escondida. Minas Antipersonal y Remanentes Explosivos en Colombia, el especial transmedia Recuerdos de selva, la agenda Los retoños del árbol truncado, así como el documental que estuvo nominado a los premios India Catalina, Víctimas Anónimas, y el más reciente multimedia Nuestra memoria cuenta.