El legado de Guadalupe Salcedo y Dumar Aljure: resistencia y lucha en los Llanos Orientales
Exploramos la vida y legado de dos figuras emblemáticas que desafiaron la adversidad en una región marcada por la violencia y la injusticia, en un momento histórico para Colombia: la década de los 50.
Las tierras llaneras del oriente colombiano están impregnadas de historias de héroes y leyendas. Dos destacados personajes surgieron durante la época de violencia que siguió al asesinato de Jorge Eliécer Gaitán y la Gran Violencia de los años 50: Guadalupe Salcedo, conocido como el comandante de los Llanos, y Dumar Aljure, también llamado capitán Aljure. Juntos establecieron lo que se conoció como «territorios autónomos» mediante levantamientos armados en apoyo de los ideales del Partido Liberal.
A pesar de su cercanía política y su actividad en el territorio, sus historias son distintas. Guadalupe Salcedo, nacido en Tame (Arauca) en 1924, inicialmente se dedicó al trabajo ganadero, pero atrajo la atención del Partido Liberal después de ser acusado de robo de ganado, lo que resultó en su pronta liberación. Sin embargo, fue durante el periodo de 1951 a 1952 cuando su legado se consolidó, gracias a sus acciones ofensivas contra el ejército nacional y a la promulgación de la primera Ley del Llano:
«[...]organizar a la población civil, de darle una organización militar a la resistencia y de señalar, por lo menos de manera inicial, la necesidad de adelantar actividades de planificación de la producción en las zonas donde actuaban los frentes guerrilleros» (11 de septiembre de 1952, Comando Guerrillero de los Llanos Orientales).
Por otra parte, Dumar Aljure, nacido en Girardot en 1928, tuvo un perfil militar, pero desertó del Ejército Nacional en 1950 para unirse a las guerrillas liberales. Con este conocimiento, Guadalupe le confió el mando de las operaciones en el Meta, donde dirigieron ataques contra las fuerzas estatales conservadoras. Ambos personajes se desmovilizaron en 1953.
Guadalupe Salcedo, aunque recibió amnistía por los delitos cometidos durante La Violencia, fue asesinado en 1957, en medio de un tiroteo generado por la Policía Nacional en Bogotá. En contraste, Dulmar Aljure, a pesar de recibir 24 años de cárcel por acciones contra la población civil, mantuvo su influencia política, trabajando clandestinamente para el partido. Finalmente, fue asesinado en su casa por la Séptima Brigada del Ejército y la Policía Nacional, bajo la Operación Bolívar.
El dolor compartido por las familias y compañeros de Guadalupe y Dumar encuentra su unión en la búsqueda de justicia y la lucha contra la impunidad. A pesar de más de 60 años de espera, ninguno de los dos hechos ha sido esclarecido; sin embargo, su legado ha trascendido, convirtiéndose en leyenda para el pueblo llanero.