“Los estigmas y señalamientos también han sido colectivos, es decir,
han afectado a pueblos y comunidades enteras. Sus agresores los han
calificado como guerrilleros o colaboradores de los paramilitares o del
Ejército. Comunidades como las de Remedios, Segovia, El Salado, El
Tigre, San Carlos, y la Comuna 13, por ejemplo, fueron señaladas por
los victimarios como comunidades de guerrilleros o de paramilitares.
Por mucho tiempo, el riesgo y el rechazo que produjo esta estigmatiza-
ción les impidió circular libremente por el territorio, emplearse cuando
se desplazaron, matricular a sus hijos e hijas en los centros educativos
e, incluso, asentarse en nuevos barrios o municipios”.
¡BASTA YA! Colombia: Memorias de guerra y dignidad (CNRR-GMH,
2013)
La noche del 9 de enero de 1999, el casco urbano de la inspección de Policía de El Tigre,
ubicado a menos de treinta minutos de La Hormiga (Valle del Guamuez), fue escenario de
un acto de barbarie, cuando un grupo de hombres armados que se identificó como inte-
grantes de las Autodefensas Unidas de Colombia (AUC) asesinó a 28 hombres, desapare-
ció a un número no determinado de personas e incineró los bienes y enseres de algunos
habitantes.