En la FILBo continuó la conversación sobre los orígenes del conflicto

  • Desde la historia, el periodismo y la investigación, el CNMH dio continuidad al diálogo sobre las causas de la violencia en el tercer Foro Orígenes del Conflicto en Colombia.

 

Comprender nuestro pasado es esencial para construir un futuro sin violencia. A través del tercer Foro Orígenes del Conflicto en Colombia, el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH) abrió, en el escenario de la Feria Internacional del Libro de Bogotá (FILBo), un espacio para continuar el diálogo sobre las causas históricas del conflicto y su impacto en la sociedad. 

El historiador Adolfo Atehortúa y las periodistas Constanza Vieira y Marta Ruiz, con la moderación de Javier Benavides, investigador del CNMH, analizaron este jueves las raíces del conflicto y reflexionaron sobre la importancia de la memoria histórica en la construcción de paz en Colombia. El contexto social y económico en que ha surgido la violencia histórica en Colombia, el rol que ha tenido la fuerza pública y las responsabilidades éticas y políticas de los partidos en el conflicto armado fueron temas de la conversación. 

«La marca de 1958 fue construida única y políticamente como un punto de quiebre, como borrón y cuenta nueva. Una suerte de jubileo por los jefes de los partidos políticos y los medios de comunicación que tendió a despolitizar lo sucedido y a diluir la pregunta por las responsabilidades», apuntó el director técnico para la Construcción de la Memoria Histórica, Luis Carlos Sánchez, en la presentación del encuentro. «Este foro reaviva una discusión que cíclicamente emerge sobre la memoria, en espacios sociales y políticos, sobré cómo se incubó la guerra en Colombia», explicó Javier Benavides, moderador.

Adolfo Atehortúa, autor de numerosos libros, ensayos y artículos sobre los conflictos socioeconómicos y la historia política contemporánea de Colombia y América Latina, hizo un recuento por las guerras civiles del siglo XIX por diferencias en la construcción de la nación, la lucha por el poder desde el anarquismo francés en 1893, la guerra de los Mil Días, el surgimiento de las primeras guerrillas y la planeación de una insurrección socialista que derivó en la Masacre de las Bananeras. «A raíz del asesinato de Gaitán, viejos guerrilleros de la guerra de los Mil Días desentierran sus fusiles y los ponen, poco después, al servicio de las guerrillas comunistas», señaló el historiador, ubicando el origen de la violencia reciente en el surgimiento, por esa conexión, del EPL, las FARC, el M-19 y ELN. «Los dirigentes de estas guerrillas tienen todos raíces en el 9 de abril del 48».

«La guerra de Villarrica marca el inicio de la guerra anticomunista en Colombia», señaló, por su parte, Constanza Vieira, que, junto a otros periodistas de medios extranjeros en Colombia, escribió un libro sobre este conflicto en la región del Tolima en 1955. «Me llama la atención que este sea el tercer foro sobre los orígenes de la guerra y no nos planteamos cuándo terminó la guerra anticomunista —¿tal vez en el acuerdo con las FARC? ¿O acaso es que va a volver?— y ¿quién la comenzó?». A su juicio, las guerras también comienzan con discursos incendiarios. «El señor Laureano Gómez publicaba en El Nuevo Siglo los discursos completos de Hitler y consideraba que el comunismo era un monstruo».

Marta Ruiz, excomisionada de la Comisión de la Verdad, se refirió a los primeros párrafos del libro No matarás, incluido en el informe final de la Comisión de la Verdad, sobre la imposibilidad de poner una fecha exacta al comienzo del conflicto armado en el país. «No podemos ver de manera lineal un hecho que marca el inicio, sino un proceso social con avances y retrocesos, y violencias que se traslapan con otras. Ha sido una guerra por la democracia y el poder político, por la tierra. Y, de manera más reciente, por las rentas (siempre ha sido una guerra por las rentas)». 

Señaló que, en el trabajo de la Comisión de la Verdad, las organizaciones étnicas ubican el inicio de la violencia en la Independencia; la clase obrera se refiere a los años 20, cuando se agudizan los conflictos por la tierra. «Adoptamos la fecha del 58 no como de comienzo de la guerra, sino como un corte de una violencia hacia otra. En la violencia partidista, que viene desde el 46 arrastrando agravios entre los partidos, se están mezclando conflictos de clase social. Gaitán no solo representaba un sector liberal, representaba un pueblo; en él había un discurso antioligárquico».


La conversación de una hora en el marco de la FILBo terminó por ser fugaz para la complejidad de la discusión alrededor de los orígenes del conflicto armado en Colombia. En el cierre de este foro, el moderador Javier Benítez dejó abierta la invitación a las personas asistentes a continuar este diálogo en espacios académicos y sociales donde el CNMH llevará esta pregunta para el país. La programación de la entidad durante la feria continuará hasta el 11 de mayo en el estand 116, del Pabellón Colombia donde, a través de diversos espacios de encuentro y reflexión, se plantea la exploración de
El cuerpo de las memorias.

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