Noticia

Autor

Juan Camilo Gallego Castr

Fotografía

Isabel Valdés

Publicado

06 Jun 2018

“Evitamos que se instalara el silencio”

En más de 25 años la Corporación Avre hizo acompañamiento psicosocial a víctimas de la violencia en Colombia. Las 2.443 publicaciones que conforman el acumulado de su trabajo y su experiencia los donaron al Centro Nacional de Memoria Histórica, revalidando su compromiso con el Pacto por la Memoria.


Con todo lo que sucede en este país: muertes selectivas y la violencia sociopolítica, ¿cómo impacta todo en la salud mental de las personas y las familias? Era la inquietud de la profesora y médica psiquiatra Bertha Lucía Castaño. En 1992 invitó a otros colegas del Departamento de Psiquiatría de la Universidad Nacional y así fue como crearon la Corporación Avre (Apoyo a Víctima de Violencia Socio Política Pro – Recuperación Emocional). “Fue la primera ONG que buscó entender el impacto de la violencia sociopolítica desde la salud mental”, dice Marcela Salazar Posada, quien fuera su directora por cinco años.

En un principio, Bertha Lucía Castaño buscó al jesuita Francisco de Roux, entonces director del Centro de Investigación y Educación Popular (Cinep), para que les ayudara a buscar recursos para financiar a Avre. De Holanda llegó el primer apoyo y a partir de ahí la Corporación creció e involucró a otros profesionales, pues entendieron que debían integrar la acción social y política.

De esta manera la profesora Lola Cendales se vinculó con Avre. Venía de la educación popular, comprometida con los sectores más excluidos. “Avre se plantea lo comunitario. Así fue la formación de terapeutas populares. Vi que había una veta importante, pasamos de la atención profesional a que fueran las comunidades quienes acompañaran. Se trataba del reconocimiento de las capacidades del otro”, recuerda.

Durante mucho tiempo Vicky Villegas trabajó con Medicina Legal. Allí coincidió con la profesora Castaño y luego se vinculó con Avre, en donde integraron la psicología forense a su quehacer. Con esta línea lograron que muchas víctimas ganaran procesos judiciales relacionados con sus familiares.

Para el momento de su creación la Corporación Avre tenía una apuesta innovadora, de preocuparse por lo subjetivo. Si en un principio se encargaban de contener y resistir, luego vieron la posibilidad de que las víctimas fueran protagonistas y recobraran su estatus de ciudadanos y se sobrepusieran a su dolor.

“Aprendimos de la estrategia psicosocial del cono sur”, agrega Dora Lucía Lancheros, representante legal de Avre. Y añade: “nuestro paquete pedagógico lo adaptaron en Guatemala para formar promotores en las comunidades indígenas. Estas producciones fueron hechas desde adentro, valorábamos la mirada crítica, pues nos ubicamos en un lugar de intercambio de conocimiento”. Sabían que la capacidad debía instalarse en las comunidades. Alcanzaron a tener un cubrimiento nacional e incidieron en política pública y en la creación de estrategias de atención como Entrelazando, de la Unidad de Víctimas, a través de su paquete pedagógico, un acumulado que ya cumple 25 años.

Avre hoy está en proceso de cierre, por eso el 28 de mayo firmaron un acta de donación de sus archivos con el Centro Nacional de Memoria Histórica (CNMH). Se trata de 2.443 títulos de publicaciones especializadas en atención psicosocial a víctimas, así como de un archivo compuesto por 998 documentos, entre los que se cuentan libros, revistas, casetes, entre otros. Dice el psicólogo Paul Stucky que “Avre ha sido muy rigurosa con su documentación. Les estamos entregando algo muy valioso para nosotros”. Esta es su forma de vincularse al Pacto por la Memoria.

Durante la firma, Ana Margoth Guerrero, directora del Archivo de Derechos Humanos del CNMH, expresó que con estos nuevos archivos donados por Avre se está pensando en las futuras generaciones, para que nuestros hijos y nietos puedan mirar lo que pasó, la historia de este país”.

En ese sentido, concluye Marcela Salazar Posada, “es un momento de confianza saber que ponemos nuestros archivos en buenas manos. Queremos que sepan que somos un grupo de personas y voluntarios unidos por una sociedad en paz. Que sepan que no fuimos indiferentes, que evitamos que se instalara el silencio, que nuestros archivos no pasaron al olvido”.



Publicado en Noticias CNMH