En un encuentro de cooperación para fortalecer lazos e intercambiar experiencias sobre la participación comunitaria y la cultura popular, se reunieron delegaciones de la Dirección de Museo de la Memoria de Colombia del Centro Nacional de Memoria Histórica y el Museo de Cultura Popular de la Universidad Nacional de Costa Rica.
Para aprender sobre el modelo de gestión comunitaria del Museo de la Cultura Popular (MCO), en el que la comunidad y el territorio son protagonistas, viajó a Costa Rica una delegación de la Dirección de Museo de la Memoria del Centro Nacional de la Memoria Histórica.
La visita, parte del proyecto de cooperación ‘Fogón del Ubuntu’, se centra en cómo el MCP ha logrado ser sostenible al convertirse en una plataforma para la comunidad de la municipalidad de Heredia. La delegación colombiana está observando de primera mano cómo las ‘cultoras populares’ dirigen talleres gastronómicos, transformando los sabores de su tierra en una fuente de ingresos y transmisión cultural.
El intercambio destaca la participación como clave de la sostenibilidad. Cultores exponen, comercializan y socializan las prácticas mientras realizan sus productos en el Museo. Asimismo, pequeños proyectos productivos gestionados por la comunidad, como una pulpería tradicional y un vivero, están integrados en las dinámicas del Museo, lo que genera ingresos y reactiva prácticas culturales locales.
«Este modelo nos enseña que la memoria más poderosa es la que se vive y se construye colectivamente, arraigada en un territorio», comentó Adriana González, directora del Museo de Memoria del CNMH. «El Museo de Cultura Popular es ejemplo de cómo una comunidad se puede apropiar de su museo y puede convertirlo en un espacio vivo, relevante y sostenible», explica Luis Pablo Orozco, director del MCP.
Este encuentro internacional propone una visión para los museos del sur global: construir redes y espacios dinámicos que permitan comprender el pasado, habitar el presente y pensar en nuevos futuros para la paz.